El cálido sol primaveral bañaba de luz la pequeña ciudad de Akatsuka, un lugar tranquilo alejado del bullicio de Tokyo, las calles hechas de adoquines eran frecuentadas generalmente por bicicletas y peatones que paseaban a gusto, era un lugar ideal para las parejas, podías pasear tranquilo rodeado de un agradable paisaje, comer deliciosos platillos típicos y comprarle a tu pareja adorables regalos de todo tipo. Aquí también es el hogar de la famosa florería Akatsuka, un tanto pequeña y sencilla, pero sin dudas un magnifico jardín. Flores y plantas de todo tipo bien distribuidas por todo el lugar, hermosos arreglos se asomaban tras la caja y las mejores ofertas se lucían fuera del local dándole un aspecto más encantador, todo era dispuesto de una manera que cualquiera al menos se acercara a ver curioso lo que la tienda tenía para ofrecerle.
La pequeña campanita sobre la puerta de madera y cristal tintineo dulcemente anunciado la llegada de un cliente a aquella bonita tienda. El adolecente de cabello castaño y ropa escolar asomó su cabeza un tanto tímido buscando con la mirada su alrededor.
--D-disculpe… ¿Hay alguien?—
--Bienvenido querido joven ¿Se le ofrece algo? Como ve acaban de llegar nuevas joyas para complacer su vista, espero que le guste alguna— Había algo que sin dudas resaltaba de toda la belleza en ese lugar, no era la maravillosa gama de colores, ni su enigmático aroma, tampoco la variedad de plantas o la fuente de agua en medio de todas las macetas; sino que era su propio dueño, quizás la flor más exótica entre todas las demás, ni la rosa más bien cuidada podría ser más perfecta que su tersa piel pálida o sus ojos inocentes tan profundos como el mismo océano, y que hablar de esos finos labios rosáceos que se curvaban en una adorable sonrisa cada vez que veía a alguien, para cualquiera que lo viera parecería un ángel puro y amable.
Aquel muchacho se sobresaltó e incorporó para pasar entre las macetas repletas de flores viéndolas con atención, eran muy hermosas sin duda, pero no era lo que buscaba.
--Quisiera algo sencillo pero que pueda resaltar—
--¿Oh? ¿Conque es así, eh? No es que sea muy entrometido pero ¿Cuál es la ocasión? ¿Qué es lo que quieres expresar?—Se inclinó mirando cómplice al joven que curvó un poco su espalda hacia atrás con las mejillas coloradas, esos brillantes ojos azules parecían examinar todo sentimiento que poseía y expresaba a través de sus gentos y expresiones. —Confíamelo a mí y podré ayudarte debidamente, joven enamorado—
--¿¡Eh!? ¡Ah! Este… hoy es la primera cita y… quisiera sorprenderla con algo, e-es la primera vez que siento algo tan fuerte, desde que la vi me pareció muy dulce, es tan amable y se preocupa por mí, y a-ahora que aceptó mi confesión me gustaría poder ser alguien que la merezca y la cuide– Se encogió nervioso al relatarle todo a un desconocido, pero esa mirada de comprensión en el contrario le dejaba claro que no había nada malo en ello.— Sé que no soy el chico más fuerte o más atractivo que ella pueda encontrar, por eso aunque me cueste ¡daré mi mayor esfuerzo si es por ella! —El mayor soltó una risita al verle inflar el pecho para lucir seguro de sus palabras y dejó el mesón en donde le atendía guiándolo a una parte especifica de la tienda.
--Si lo que quieres es mostrar es tu preocupación y afecto a esa chica lo mejor será darle algo que pueda identificarla y a la vez robarle una sonrisa, por eso…--Llevó sus delicadas manos a tomar el tallo de una flor y extenderla para mostrarla a su cliente, este quedó asombrado con la enorme cantidad de pétalos de aquella planta y su suave color rosa pastel— Creo que la Dalia rosa es la adecuada para decir “Voy a intentar hacerte siempre feliz” –
El estudiante sonrió asintiendo completamente de acuerdo con ello, el dueño tomó unas cuantas más y un poco de hiervas para acompañarlo, volvió al mesón a envolver todo con una tela de presentación rosa blanco y un listón rosa dejando al menor complacido por el bonito resultado, no parecía ser nada extravagante, sino al contrario, la sencillez del ramo le daba un encanto único, ideal para su cita.

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Seiryū
FanficLa florería es un bello lugar lleno de colores, aromas, relajación y belleza. Pero la máxima atracción y fuente de atención es sin duda el joven que trabaja allí. Un misterio se esconde tras esos preciosos orbes azules, el pasado es generalmente una...