Como sobrevivir al primer amor © EN EDICIÓN

7. La Despedida

No pude pegar un ojo en toda la noche, así que cuando Ángel viene a avisarme que nos vamos en una hora, ya estoy lista.

Él me observa por un rato antes de decir:

—Realmente te ves mal, ¿Dormiste algo anoche?.—Niego con la cabeza mientras termino de hacerme una cola de caballo en el pelo.

—No podía dormir.

—Mm...ya veo—Dice él. En ese momento me pongo a pensar en lo mucho que quiero un abrazo suyo. Lo mucho que lo necesito. Tantas cosas han pasado y yo ni siquiera he tratado de aclarar nuestra relación. Me siento en la cama y doy un suspiro mientras él sigue en el marco de la puerta. Lo miro fijamente, analizo su expresión y ésta parece tener un poco de rencor en ella.

—Ángel...yo quisiera que hablemos.—Comienzo a decir.

—Tú y yo no tenemos nada de que hablar.—Me corta él, endureciendo su expresión.—Los llevare a ti y a Nick hasta ahí porque es el tipo de persona que soy, Yanni, después nos separamos, y sinceramente si no te vuelvo a ver, sería demasiado pronto.

—No...no digas eso, no puedes pensar así, estuvimos juntos por dos años. ¿Cómo puede terminar así?.—El se cruza de brazos.

—Estaba enamorado, todavía lo estoy—Baja la cabeza.—Pero me canse de darlo todo por nada, no creo que puedas culparme.

—Ángel, no te pido que vuelvas conmigo, se que eso no tiene sentido, pero debes saber que realmente te quiero, espero que podamos ser amigos en un futuro.

—¿Amigos?— Ríe irónicamente—¿Crees que podría ser tu amigo? Honestamente, Yanni, madura un poco.

—Sé que estás diciendo eso ahora porque estás herido, pero simplemente considéralo. Eres una parte muy importante de mi vida.—Cuando veo que va a responderme hablo rápido.—No digas nada, simplemente considéralo.

—Estoy más que solo herido, Yanni. —Dicho esto se retira de mi habitación y me deja sola, con mis pensamientos y un gran dolor en el pecho. No me gusta estar peleada con nadie, por más de que haya sido mi culpa y sea difícil de solucionar, no quiero estar peleada con Ángel y más ahora que nos está haciendo estos favores, espero que lo considere.

Después de aplicarme un poco de maquillaje enfrente al espejo del baño, ya que mi rostro se veía realmente mal, bajo las escaleras con todo mi equipaje y me dirijo a la cocina.
Encuentro ahí a Nick y a Sebastian charlando animadamente y soltando algunas risas, lo que inmediatamente me pone de mal humor.

—Recuerdas cuando, estrellamos la pelota de Béisbol en el auto del papá de Yanni y tuvimos que entregar periódicos por meses para cubrir el gasto de su parabrisas dañado.—Dice Sebastian haciendo reír a Nick.

—Oh, y la vez que pusimos crema dental en las oreos de Yanni.

—Demonios, si que corrimos por todo el vecindario para que no nos alcanzara aquella vez.—Ruedo los ojos, ¿Acaso todos sus buenos recuerdos me involucran enojada?.

—Buenos días.— Entro y me siento en la silla al lado de Nick en la barra.

—Hola Yanni.—Dice Nick con una sonrisa. Sebastian me da asentimiento con la cabeza pero luego evita mi mirada. Luego de unos incómodos minutos Nick rompe el hielo.

—Bueno, ¿A qué hora deberíamos salir de aquí para llegar al tren?.

—Creo que...—Sebastian mira el reloj de aspecto caro que tiene en la muñeca izquierda.
—Deberíamos ir llamando el taxi y bajando las cosas.

—Ya baje lo mío.—Responde Nick.

—Bueno, iré por lo mío en lo que ustedes llaman al taxi.