20. Él Capitán

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Algo me dice que habrán estado esperando este capítulo🧐

~

Nick

—¡Ojos en él balón, Baker!—El grito del entrenador me hace darme cuenta de que a mi equipo le han robado la pelota.

Estoy usando un chaleco como distintivo, al igual los otros chicos de mi equipo, entre ellos Mike.

Él otro equipo, cuyo capitán es Ethan, están simplemente con nuestro uniforme habitual de práctica.

Los partidos de práctica siempre son tomados un poco muy en serio, a nadie le gusta perder, especialmente no a mí después de lesionarme y perderme muchos de estos.

Corro para alcanzar la pelota antes robada y siento la adrenalina en mis venas.

Amo el fútbol.

No tengo idea de que voy a estudiar en la universidad, pero me han ofrecido una beca en la universidad de Chicago para jugar en su equipo, podré tomar varias clases en mi primer año antes de decidirlo, además, con la beca, tendré dinero suficiente para mudarme a una residencia con Mike. Aún lo estoy pensando, no quiero dejar a mi madre sola, ella dice que está bien, pero la conozco mejor que eso.

—¡Aquí, estoy libre!—Le grito a Cory, que acacaba de recuperar la pelota para nuestro equipo. El pase es casi perfecto, el arquero no me ve venir, así que meto un precioso gol.

—¡Gol!—Tanner, el gigantesco defensa de mi equipo, viene hacia mi gritando.

—Oh no—Digo antes de que Tanner me envuelta con sus enormes brazos y me levante como suele hacerlo cuando esta feliz.—¡Tanner, bajame!.

—¡Bien hecho, capi!.—Cuando el grandulón me baja, el silbato del entrenador suena dos veces, dando a entender que el partido ha terminado.

—Bueno, señoritas, vayan a asearse que apestan a sobaco—Reímos, pero es cierto—Nos vemos el viernes.

Los chicos que estaban en mi equipo con chalecos, en el camino a las duchas se mofan del equipo de Ethan por el partido. No me uno al festejo, pero no puedo decir que lo sienta por él. El chico es un verdadero dolor en él trasero, además de que no puedo creer lo que le hizo a Cris.

Saco con dificultad mi sudada camiseta y terminó de desvestirme. Los músculos de mis piernas sufren por el chorro de agua fría y suelto un jadeo.

Me toma un minuto estar relajado, apoyo mis manos en la pared, dejando el agua esparcirse por mi cuerpo.

Siempre tengo toda clase de pensamientos mientras me ducho, pero como es usual, estos días mi cabeza la ocupa una sola persona.

Mi mejor amiga.

Es tan raro llamarla así, desde que la bese.

Y vaya que fue un buen beso.

No se si fue la gran atracción que siento por ella, o el hecho de que había esperado tanto por eso, pero sin duda fue todo lo que esperaba.

Sin embargo, lo que vino después, fue un balde de agua fría, más fría que el agua con la que me estoy duchando ahora mismo.

No quiero ser egoísta o estúpido, pero ya hemos hablado con Ángel, hemos sacado del camino, hasta aclaramos las cosas con Sebastián, pero ella todavía no me da una respuesta.

Salgo de la ducha, poniendo una toalla al rededor de mi cintura. Parece que me tomé mi tiempo, porque ya casi todos se han ido, solo quedan Mike, atando sus cordones, y Tanner poniéndose una camiseta.

Como sobrevivir al primer amor © EN EDICIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora