Alice
De camino al gimnasio mi mente va a mil: ¿habré hecho lo correcto? ¿Qué estará pensando el? ¿Lo lograre ver de nuevo después de esto? Mi subconsciente hace un mohín respecto a la ultima pregunta y me mira con el ceño fruncido; “¿estas dispuesta a olvidarte de el?” me pregunta ceñuda. ¿Lo estoy?
Me entristece con solo pensar en no volver a ver a este hombre con esos increíbles ojos, pero no puedo dejar que el me importe, no puedo dejar de que pase de nuevo, no a mi. Trato de pensar en otra cosa y entro al gimnasio buscando a Rebeca, que esta con un tipo muy guapo hablando.
Oh no, el radar Rebeca Quesada se ha encendido y temo que he llegado tarde.
Me acerco a ella y ni siquiera me voltea a ver, sino hasta que su acompañante le informa.
-Oh, Alice, ahí estas. ¿Dónde te habías metido?- me pregunta volteándome a ver con una cara de boba.
Si, la he perdido hasta mañana.
-Te presento a Walter- me dice señalando al chico a su lado: es bien parecido, alto, grueso y de piel morena, con unos risos cayéndole en la frente- Walter ella es, mi hermana de otra madre, Alice.
-Un gusto Alice- dice Walter sin apartar la vista de Rebeca.
Es obvio en que va a terminar esto.
- Esta para comérselo ¿a que no?, además, tiene una Tundra y una linda casa en Manuel Antonio (una playa hermosa cerca de Guanacaste)- dice en susurro, casi solo audible para mi.
Me limito a asentir.
–Quisiera irme ya- le digo y ella hace pucheros. Voltea los ojos hacia el, luego a mi, luego a el y se inclina a decirle algo en el oído. ¡Mensaje captado Rebeca!
-Luego te veo, cuídate- me dice y se da la vuelta para conversar con Mr. Morenito.
Me resigno y voy en busca de Eduardo, pero quedo a medio camino, ya que lo veo con un grupo de señoritas que juro que me matan si se lo aparto.
Decido enviarle un mensaje.
“Me tengo q ir. Dile a alguna de tus amiguitas que te haga un viaje. Cuídate;*”
Su respuesta es casi instantánea.
“Ok, preciosa, cuídate.”
Salgo en busca de mi Petunia al estacionamiento, pero cuando busco las llaves, no las encuentro. ¡Carajo! ¿Donde las habré dejado? Me devuelvo al gimnasio, a ver donde estarán. Pero aunque busco, no están. Hmm, genial, ¿Cómo me de vuelvo a casa? Pienso y pienso, pero nada. Me toca a la antigua: en bus. Faltan 15 para las 10, puedo tomar el bus de 10:20, y ya. Mañana regreso por mi auto.
Pero en cuanto vuelvo al estacionamiento, veo algo que se mueve, por la briza desde mi parabrisas. Me acerco cuidadosamente y veo una nota de papel enganchada a una de las escobillas. ¿Qué será?
Alzo la escobilla, y tomo la hoja:
¡Ay! Habían sido amigos en la juventud;
Pero las lenguas susurrando pueden envenenar la verdad;
Y la constancia vive en los reinos en lo alto;
Y la vida es espinosa, y la juventud es vana;
Y llenarse de ira contra alguien que amamos,
Trabaja como locura en el cerebro.
Cada uno dejo sus palabras de alto desprecio,
E insultaron al mejor hermano de su corazón:
Se separaron ¡Para nunca reunirse de nuevo!Podría reconocer esa cita textual, era de Samuel Taylor Coleridge, en su obra “Christabel”. Era una de mis obras favoritas, pero ¿Poesía?, Y ¿antigua? ¿Pero que clase de broma es esta? No comprendía nada. Esa fue una declaración de amantes, una pelea que los llevo a la desgracia de la soledad por desprecio y despecho; por el orgullo no pudieron estar juntos.
Tomo la nota y la meto en mi cartera y me encamino a la carretera, para que no me dejara el bus. Nada ganaba con preguntarse toda la noche quien había sido el que le envió aquella nota, aunque tenía que reconocer que tenia un gusto excelente con la lectura y que le encantaba esa frase tan llena de sentimiento, sin embargo se hallaba perdida y atada de manos en este lio.
No logro ni empezar a subir aquella agotadora cuesta cuando un lindo bugatti azul se detuvo a su lado.
-¿Necesitas un aventón?- dijo Michel cautelosamente.
Ella no quería subir aquello con esos tacones, y estaba la verdad agotada, por lo que acepto. Dio la vuelta y se subió al cómodo auto.
-Solo hasta el centro, para tomar el bus- le dijo a el sin voltearlo a ver.
-Un bus, a las ¿10:10 p.m?- dijo estupefacto.
Me limite a asentir.
-Ni lo sueñes. Yo te llevo. ¿Dónde vives?- pregunto el totalmente serio.
-Olvídalo, no dejare que me lleves- le respondí fríamente.
-No te estoy pidiendo permiso, ¿a donde?- pregunto mas secamente.
¿Perdón? ¿Y quien se ha creído este?
-Tu no…- intente decir.
-Ni siquiera lo pienses o intentes; no te dejare ir en bus a estas horas, dime donde vives para que nos podamos ir, si es que quieres deshacerte de mi de una buena vez- dijo muy secamente.
Me quede sin habla. ¿Pero que carajo le pasa a este tipo? Lo miro a los ojos y veo que no esta bromeando, se muestran furiosos pero continúan con ese maldito brillo que tanto quiero que desaparezca.
No podre salirme de esta.
-Fortuna, Barrio Sinaí- le digo finalmente.
-Gracias- dice sarcásticamente. El toma el volante y toca unas teclas en el mando de control.
-Fortuna, Barrio Sinaí- espeta al GPS que hasta ahora noto. La computadora toma la orden y de inmediato le dice el camino. ¡Dios este carro viene con todo!
Lo volteo a ver y lo veo que esta muy centrado en la carretera y tomando el volante muy fuerte, además en sus ojos se muestra el enfado, la desesperación y el apego que siente.
Este va a ser un largo viaje.
Hola!!!! me he retrasado un monton x leer el CoHF... esta bienisimo, pero tambien la yormenta electrica no me dejaba.
Espero que le haya gustado el capitulo, y les dejo tarea:
Que creen que pasara en el auto el siguiente cap?
Cual sera el siguiente movimiento de Mike?P.D: No me han publicado nada de la maraton!!! No la kieren o k?
Digamen de k kieren k traten y la hare de 5 cap el mismo dia...
Me voy, los amo, hasta el martes....
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©Las Miradas Hablan
ParanormalPara Alice Stevens la vida ya era muy complicada antes de que su ex compañero de colegio, Mike Salas, entrará para voltearle todo al revés. Tras de sufrir transtornos de comportamiento y amnesia debido a un accidente que marco su vida, tanto el pasa...