Alice
Mi mente juega conmigo una vez más enviandome al parque de la Fortuna. Puedo ver la fuente, las plantas, los niños correteando en ellas, los grandes arboles, las palmeras, la iglesia, las bancas, las tiendas... todo. De pronto me veo en una de las bancas y me asusto.
Mi otra yo esta vez no es menor a mí, es de mi edad. Tal y como yo soy siempre: misma estatura, mismo peinado, mismo color de ojos, es exacta a mi. Ella se encuentra en la banca al costado de un gran arbol, en una esquina frente a la carretera. Su rostro se ve angustiado y preocupado, pero lo que más me altera es que anda sin lentes de contacto en público.
De pronto, alguien se le acerca y se agacha frente a ella posicionando su frente junto a la de mi otra yo, mientras que ella se inclina buscando su tacto. ¿Quien es él?
Camino para acercarme ellos y me quedo hipnotizada por quien es: es Mike. Él la ve fijamente mientras que ella se inclina y lo besa, ¡Lo besa! ¿Acaso estoy soñando? ¿No entiendo como puede ser que vea algo que me pase o me pasará?
-Al, tienes que dejarlo atrás, de nada sirve que te estes mortificando con ello-le dice Mike a mi otra yo.
-¿Que pasa si es verdad?¿Si todo lo que me dijieron es cierto y soy un monstruo?-ella le contesta con voz afligida.
-No lo es y lo sabes. Tu eres una persona... especial-le dice él en una mueca.
-Claro especial, ahora asi es como se dice-le dice mi otra yo en burla.
-¿Que? ¿Cómo quieres que te llame entonces?
-Soy un fenomeno de circo, eso es lo que soy.
-Bueno eres mí fenómeno de circo y con eso estoy contento-le dice besandola muy profunda y suavemente. Ella le responde de inmediato la caricia y a mi me da un cosquilleo en el cuerpo y mariposas en el estomago, que mariposas, abejas asesinas. Definitivamente me gusta Mike. Lo hago y no puedo negarlo más. Me gusta maldita sea, me gusta y no puedo hacer nada para cambiar eso.
Ellos se rien y se abarazan hasta que Alice queda quieta abruptamente.
-¿Que?- dice Mike notando el cambio en ella.
Mi otra yo no responde, queda completamente fija a donde esta y sus ojos comienzan a brillar muchísimo. Cuanfo Mike le ve al rostro su ara palidece y una voz le/nos habla a ambas.
-Te dije que te encontraría... ¿Como estas conejita?
Un dolor se desprende en toda mi cabeza haciendome doblar rodillas del dolor. Es tan agudo como si me estuvieran clavando alambres en la cabeza y me desorbita.
-Mike-suplico. Necesito alguien, necesito ayuda.
-Mike, necesito que me ayudes...
El dolor se expande como una telaraña en mi cuerpo, cubriendo cada centimetro de él, ahogandome, asfixiandome, matandome.
-Ayuuuudddaaaa!!!!-grito para que alguien me escuche, quien sea.
El aire se va de mis pulmones, y mis costillas se contraen con la falta de oxigeno. Todo se empieza a ver nublado, y el dolor incrementa cada vez más fuerte. Y de pronto todo queda sumido en oscuridad.
Mike
Han pasado unos minutos desde lo del ataque y siento que ya envejecí como 20 años. ¿Por que le dio un ataque si el doctor me dijo que se encontraba bien? Me siento debil y con nauseas, pero me tengo que mantener en pié por ella.
La puerta de mi habitación se abre, dejando salir a los medicos dentro y mostrandome al un doctor con los que antes hable.
-¿Que fue lo que paso?-le digo tomandolo de la mano. necesito saber como esta.
-La chica entro en un ataque respiratorio pero pudimos ayudarla con facilidad. Ya esta fuera de peligro.
Siento que quiero besar a este hombre de alegría y como unos 100 kilos fueron quitados de mí.
Entro a la habitación y la veo tranquila dormida.
-Alice, por favor, vuelve a mí. No soporto verte así. Por lo que mas quieras vuelve.
Y de pronto siento como una lagrima recorre mi mejilla, algo que jamas he hecho por nadie.
Traten de armar pedazos y veran como van descubriendo todo. Hasta las 8 nos vemos para el ultimo cap. Y no olviden comentar!!!!!
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©Las Miradas Hablan
ParanormalPara Alice Stevens la vida ya era muy complicada antes de que su ex compañero de colegio, Mike Salas, entrará para voltearle todo al revés. Tras de sufrir transtornos de comportamiento y amnesia debido a un accidente que marco su vida, tanto el pasa...