Maraton: Como si las cosas ya no fueran complicadas (3 de 5)

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Mike

*¿En que hotel están?- le pregunto a Steven por teléfono.

*Costa Azul, a 10 minutos de la playa-me responde.

*llegare en unas horas

*bien

*¿Cuánto tiempo se piensan quedar en jaco?

*dos noches mas y luego podemos subir a Guanacaste

*¿Qué te parece si te cambio la ida a Guanacaste por una estadía en mi villa en Los Sueños?

Miro a Trevor que mira sonriente a la carretera.

*¿Es en serio? Claro, estaría demasiado genial. Les diré a todos.

*bien.

Y cuelgo.

-Solo espero que tu plan funcione o te juro que te ahorco- le amenazo a Trevor que va muy sonriente manejando.

Él solo se ríe y yo doy un largo suspiro.

Alice

Despierto con una incandescente luz del sol pegándome justamente en la cara gracias a que no corrí las cortinas ayer ¡genial!

Me dispongo a ir al baño y lavarme la cara, pero casi me da un infarto cuando me veo al espejo. Tengo el pelo todo revuelto y tieso, mi cara esta que da pena, y unas enormes ojeras en unos ojos verdes que me miran acusantes. ¡Carajo, olvide ponerme los lentes de contacto! Vale mas que he estado dormida o me hubiesen visto.

Como a mi pelo no le entra ni el cepillo decido darme una larga ducha y lavármelo. Después de lavado, ya se encuentra más tratable y en mejor condición. Aplico un poco de base y rubor a mi rostro para darle vida, me pongo los lentes de contacto y me pongo un vestido volado, sin tirantes de color menta y unas sandalias blancas a juego.

Me dispongo a ir a la playa por lo que tomo mi libro de Jane Eyre de la mesita de noche y mis lentes de sol y salgo en busca del auto. Le avisare a Rebeca.

*Voy a la playa. Tome tu auto. Vengo a las 7. Cuídate.*

Su respuesta es casi instantánea.

*Está bien. Cuídate también*

Tengo 3 horas para estar en la playa, ya que son las 4, pero se me antoja un café. Voy al estacionamiento y busco el Nissan TIIDA de mi amiga, y me encamino a la cafetería a la que fui el otro día con Steven. El mismo mesero amable me atiende el pedido, aunque esta vez es para llevar. Me pido un Latte y una empanada de pollo y salgo del restaurante en busca de un poco de arena, mar y tranquilidad; pero cuando me dispongo a ir a la playa, justamente en la entrada para ir a la playa principal se encuentra una linda camioneta con un reconocido rostro como copiloto.

Mike, ¿que hace él aquí ahora? ¿No se suponía que vendría en una semana más? Trato de que no me vea, pero lo hace y lo se porque en su rostro se puso una gran sonrisa.

Maldita sea, no estoy lista para hablarle en este momento. ¿Qué paso con mi paz y tranquilidad?

Trato de hacerme la que no lo vi y me dirijo a la entrada de la playa y aparco bajo un árbol oculto. Pero cuando me fijo en el espejo retrovisor, ahí esta la camioneta. Decido seguir con mi indiferencia y tomo mi café y mi libro en una mano y me dispongo a poner mi cartera con las llaves y una manta en la otra para ir a sentarme. Tomo todo y camino lo mas aprisa que alguien puede caminar sin llegar al punto de correr, estiro la sabana en la arena y me siento en ella para disfrutar de una relajante vista de un asombroso atardecer en la playa.

Miro alrededor, pero no veo a nadie. Genial, posiblemente se fue. Así que tomo un sorbo de mi latte y me dispongo a continuar leyendo mi libro, pero, de pronto, siento unas manos grandes y cálidas cubriendo mis ojos y un toque de alta tensión en mi piel. Es él. Es Mike.

Cuando un sentimiento deja-vu, me invade en todo el cuerpo produciendo un cosquilleo en mi piel, y transportándome a otro recuerdo.
-Adivina quien soy, conejita-dice la voz del mismo chico que había la había llamado la otra ves, tapandome los ojos justamente como lo hizo Mike.

-Ya se quien eres-le responde mi otra yo alegre y coqueta.
-Mmm, creo que no, dime- me dice aquella voz.
-Tú eres…

Cuando un movimiento repentino me saca del ensueño y me hace abrir los ojos de inmediato.

-¿Alice?- me dice Mike preocupado.

Yo sigo a como estaba, pero recostada en su hombro mientras que él me acaricia el brazo.

-¿Estas bien? ¿Que paso?- me dice preocupado.

-Estoy bien, es solo que…- ¿le debería decir? no, mejor no- como que me quiere agarrar gripe y se me baja la presión por eso.

Él se relaja y me suelta.

-¿esta segura?- me dice dudoso.

-si, lo estoy- le repito.

Su proximidad me tensa y me asfixia, así que me levanto, recojo todas las cosas y me encamino al auto. Cuando volteo a ver, solo observo un chico alto, de pie en la arena, con una gran confusión.

“Es mejor para ti quedarte así” dice mi subconsciente “lo arruinarías con tu vida”. Y por primera vez en mi vida tiene razón. No soy buena para él, y él no lo es para mí.

Lo siento, me atrase un poquito y lo subo hasta ahorita.... que les ha parecido... comente y cuentenme que piensan..solo quedan dos caps mas...

 ©Las Miradas HablanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora