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8: Rendirme no es una palabra que conozca

Mike

-Los gráficos que hemos visto anteriormente nos muestran el crecimiento que ha tenido la empresa a nivel comercial, sin embargo, existe aun la posibilidad de que se haga el contrato con la Acer acerca del nuevo producto que se quiere ofrecer y este aumente en notable medida estos gráficos y nos lleve a ser casi líder mundial en mercadería tecnológica - me dice Jefte Suarez, mi jefe en mercadería, aunque justo ahora estoy dudando de por que lo he nombrado jefe.

No ha dejado de estar molestando toda la semana, en cada junta corporativa, de que deberíamos firmar con la Acer para ofrecer un nuevo sistema de Microsoft para su nueva portátil, uno que tenga su propio buscador, descargador, y propio sistema antivirus; no obstante, no ven que el hacer esto requiere demasiado esfuerzo y muchas perdida en un futuro. El que la portátil tenga todo único solo le hará mas difícil la tarea  para que los usuarios se adapten al cambio y lo acepten. Lo mismo paso con la Apple cuando saco su propio sistema, y solo gracias sus los celulares, su mercado se estabilizo y lograron hacer fama y de esta manera vender su nuevo sistema.  Pero yo no me voy a arriesgar. Tengo el presentimiento de que esto no va a funcionar.

-Jefte, te lo he dicho una y mil veces… no firmare ese contrato. No hay manera de que me convenzas- digo tratando de callarlo.

- Señor Salas, si nosotros establecemos este contrato…

-¡He dicho que no!- le digo fuertemente interrumpiéndolo.

-Pero, señor, si…

Mi teléfono empieza a sonar y me da una salida al discurso que observaciones de pros y contras del contrato. Miro la pantalla de mi Blackberry y veo que es un número desconocido. Le hago una seña con la mano a Jefte para que me espere y contesto.

*¿Hola?

*Hola ¿Mike?- me dice una melodiosa voz al otro lado de la línea. En cuanto la escucho, siento que mi pulso se acelera y siento un hormigueo en todo el cuerpo y como este se tensa.

Alice.

Me esta llamando, realmente me esta llamando después de todo. La última vez que la vi fue hace una semana y extraño tanto verla que duele. Sonrió, con el recuerdo de ella desmallada en mis brazos después del partido de Voleibol; y como, cuando recupero la conciencia me golpeó con sus converse en la cabeza. Me toco la cabeza como acto-reflejo y sonrío.

*Si, soy yo.

*Yo… bueno, solo quería saber si te gustaría acompañarnos en un viaje que tenemos a la playa.

¡Que alguien me de una abofeteada que estoy soñando! Primero, me llama y ahora me invita a salir.

*Muy bien, ¿Quién eres y que has hecho con Alice?- le digo en broma.

*Bueno, es que teníamos planeado ir la próxima semana y en agradecimiento por lo que hiciste, pensé que te gustaría ir.

*Ya veo, bueno ahora si me lo agradeces, por que el agradecimiento anterior fue algo brusco, ¿no crees? Aun me duele la cabeza - digo fastidiándola,  haciendo vos como si estuviera realmente herido; imaginando sus mejillas rojo tomate al otro lado de la línea al recordarle nuestro encuentro.

*¡No seas llorón! Ni que mis converse estuvieran hechas de concreto; además, solo es una salida.

*¿Es una cita?- digo para molestarla mas.

*¡NO! No es una cita… bueno ¿quieres venir o no?

Volteo a ver a Jefte que me hace señas de que volverá luego y le levanto el pulgar en acuerdo.

*Si, Alice, si quiero.

*Bien, nos vamos el 15 de este mes y creemos que el regreso será para 4 de enero.