25: Es...¿Complicado?

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Mike

Mi pulso voló por las nubes. Los labios de Alice son tan suaves y calidos, tales y como siempre los imagine. Su boca y la mia se mueven al compás de la necesidad que siento por ella. La quiero y deseo tanto que no ha de ser posible. Juego con sus labios y saboreo su boca para guardar su esencia en mi memoria. Mis manos empiezan a recorrer su piel suave y tersa, acariciando cada centimetro. Muevo mi mano desde su brazo hasta su cuello, y posiciono la otra atrapando su delgada cintura para aferrarla a mi. Ella reacciona al contacto y se inclina y adapta a mi, abrazandome del cuello, tomando mi cabello entre sus dedos. Su boca consume la mia y la mia la guía en una danza apasionada, descontrolada y consumista como ninguna... Jamás había besado así en mi vida.

Mis dedos recorren su espalda, y debido a la bata de hospital que le pusieron, tiene una avertura que hace que sienta su piel contra la mia. Es tan calida y apetecible.  Ella gime en mi boca y se encorva, abriendome paso a su cuello...

Arrastro mis labios, dandole pequeños besos desde la comisura de sus labios hasta su cuello, llenandolo de caricias. Luego subo a la parte interna de este, por su oreja y muerdo el óvulo de ella, arrancando así un gemido de Alice...

Ella me toma del rostro y me besa de nuevo haciendome perder la conciencia. Un sonido me distrae...

Es como un pitido irritante, como el de una maquina...

¿Maquina? Dios, Alice...

Me separo de ella, casi tropesandome.

Estupido, estupido, estupido... como pude ser tan insensible ¡Ella acaba de despertar por el amor de Dios!

Trato de controlar mi respiración acelerada y por lo que veo, ella está haciendo lo mismo.

Su rostro esta inhumanamente  rojo y tiene la mirada escondida. Su pecho sube y baja, calmando así el pitido de la maquina.

-Lo siento, no debí descontrolarme - le digo,  aunque sinceramente no lo hago.

-No, yo fui quien...yo... perdón-dice escondiendo la cara.

Ja, claro como si eso me hubiera ofendido.

-Tu y yo sabemos que ninguno de los dos se arrepiente así que dejemonos de formalismos... aunque sí siento no haber tenido más cuidado. Pude haberte herido.

Ella se queda en silencio, calmando por completo el pitido, y su pecho agitado.

-Tengo que llamar al doctor y contarle que has despertado...-le digo.¿Desde cuando soy tan timido?

-Eh.. si...-susurra.

No obstante no me muevo de donde estoy.

Ella por fin me mira y siento que el mundo se cae a los pies. Su rostro aun esta sonrrojado, su cabello algo alborotado callendo en combas por sus hombros, llenando de vida su cara. Sus ojos se ven brillantes, un brilló especial, no como el de la cena y sus labios estan hinchados y rojos tras la escena ocurrida. ¿Cuantas ganas le pueden dar a un hombre enamorado de besar un a chica hasta el cansacio y aún así segir haciendolo, una y otra vez?

-Mike yo...

Mi telefono suena interrumpiendola. Lo silencio, pero lo hace de nuevo, y ha de ser algo importante para tener esa insistencia.

Lo saco de mi bolsillo y noto que es Jhonny.

¿¡Ahora que paso, maldita sea!?

Miro a Alice pidiendole permiso para retirarme y ella asiente.

 ©Las Miradas HablanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora