Extraño es quedarse corto (Maratón 5 de 5)

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Alice

Al fin he abierto mis ojos. Miro al techo de la habitación, hay un dosel en él. A mi alrededor encuentro una habitación completamente distinta a la que recuerdo. Esta es gigante: de un color hueso y franjas verdes y los muebles de un color de madera oscura y clasicos. Vuelvo mi cabeza y me encuentro a Mike dormido en mi brazo derecho, su respiración es pausada y se le ve tan sereno. Su piel es calida y suave y tiene aferrada una de sus manos a la mia. Trato de zafar mi mano y él se remueve inquieto.

-Hola-le digo tímidamente. Mi garganta me quema, tengo mucha sed.

-Alice, has despertado-dice abriendo mucho los ojos, y noto como tiene marcada la cobija en la cara. Me rió es inevitable, se ve tan tierno.

-¿Que?-dice sonriendo.

-Tienes un lindo dibujo de la cobija tatuado a la cara-le digo y el sonrie.Se ve tan relajado... tan guapo.

-¿Y como estas?-me dice.

-Bien...

No se como decirte que he descubierto que creo que tengo abilidades o soy una cosa extraña y que te soñe.

-¿Alguna molestia o dolor?-me pregunta.

-No, aunque tengo algo de sed.

Él se pone de pie de inmediato provocando un incendio en mi garganta. Todo se seca en mi boca y ante semejante vista, no me pueden culpar.

Esta vestido con una camiseta azul de rayas y un pantalon caqui que le queda tan, tan bien, y la camisa hace que se le note mas esos musculos del abdomen y esos impresionantes ojos azules.

-Ya te la traigo-dice y sale de la habitación.

Me entretengo mirando la comoda de Mike y veo un cepillo puesto en ella. ¿Sera que realmente puedo hacerlo que hice de niña?

Me concentro en el cepillo, lo miro fijamente, y trato de hacer que se levante. Vamos, vamos, tu puedes.

El cepillo empieza a temblar en la comoda y puedo oir su repliqueo en la madera y se va elevando poco a poco sobre ella.

Río de la ironia y de la sorpresa.

¡Pude hacerlo!

De pronto entra Mike y pierdo la concentración y el cepillo cae estrellandose con el mueble. Por dicha Mike no parece darle importancia.

-Aquí tienes-me dice estendiendome el vaso y cuando alzo la mano izquierda me doy cuenta que estoy conectada por unas introvenosas a unas maquinas extrañas y me entra pánico.

-¿Por que tengo estas maquinas conectadas?-le digo a Mike. Siento que el pecho me aprisiona, y recuerdo lo de las visiones pasadas de la operación.

-Estuviste desmayada 2, bueno, ya van a ser 3 días.

¡¿3 DÍAS?! Oh por Dios, no crei que fuera tanto.

-¿Que hora es?-le pregunto mientras sorbo un poco de agua.

-Casi la 1-me dice encogiendo los hombros.

-De la tarde-digo.

-Mañana-rectifica.

Claro, esa es la razón por la cual Rebeca y Eduardo no estan aquí. Hablando de ellos...

-¿Donde estan los chicos?- le pregunto.

-Estan dormidos, casi todo han vuelto a sus casas salvo por Eduardo y Rebeca. A Rebeca le tuvieron que dar unos calmantes para los nervios que la dormirán por un largo rato.

-¿Por que?-Rebeca nunca, nunca ha tomado algo así.

-Le dio un ataque de nervios en la tarde cuando a ti te dio el ataque respiratorio.

-¿A mi?-¿Cuando paso eso?

-Si, no se explican por que pero no fue grave o eso fue lo que dijieron. Me asustaste.

Me siento cohibida ante su comentario y decido seguir bebiendo agua.

-¿Cual es esta habitación? No recuerdo haberla visto antes-le pregunto.

Él se sonroja. ¿Por que se sonroja?

-Eh, bueno... no creo que la hayas visto antes, porque es mi habitación.

-Ah...

No se que más decir. ¿Rebeca como permitió que esto pasara? Si yo hablo dormida. Que vergüenza.

-Este yo... les pedi que te instalaran aquí por que es la unica en la planta baja, la más amplia y... necesitaba saber que estabas bien.

No puedo articular palabra alguna. Me quede muda. Completamente muda.

-Se que sueno estupido y todo eso pero no vuelvas a darme un susto así.  Casi he estado muerto en vida de la preocupación de si despertabas o no y cuando me llamaste pense que al fin habias...

-Espera, espera, espera... ¿te llame?-digo roja de pies a cabeza. ¡Ay como quisiera ser un avestruz para esconder la cabeza en algún lado!

-Un par de veces antes de que te diera el ataque-me confiesa.

Yo bajo mi rostro de los apenas que me encuentro.

Él se acerca a la cama y me acaricia el rostro y me levanta suavemene la cabeza.

-No te avergüenzes... oir tu voz fue el alivio más grande que he sentido en estos dias y más al pronunciar mi nombre, aunque lo pagué muy caro con un susto horrible.

-No puedo creer que lo hiciera, perdón-tonta, tonta, tonta...

-No te vuelvas a disculpar jamas por eso... Oir mi nombre en tus labios es lo mas hermoso que jamás he oido.

Estoy a un punto critico de sonrojo.  Casi color vino. Como quisiera besarlo, Dios. Pero..

-¿Por que les pediste que me instalaran aquí exactamente?-le digo.

-¿Exactamente?-dice acercandose a mi hasta dejar tan solo unos centímetros de distanciany yo asiento.

- Queria estar aquí para ti, saber que era lo que necesitabas, como te encontrabas, ocupaba saber todo de ti, lo necesitaba. No te voy a mentir, pero desde que paso todo esto ha sido como vivir una noche eterna sin ver tu sonrisa, o como te sonrojas o ver tus increibles ojos verdes...-dice tocandome las mejillas.

-Necesitaba saber que estabas bien, necesitaba calmar la culpa de algo a lo que aún no le encuentro explicación pero más aún te necesitaba ver constantemente para asegurarme de que aún no te habia perdido,  por que te juro Alice que te has metido hasta en mis huesos... ya no valgo nada sin ti... no soy nada sin ti...

Las lagrimas recorrian mis mejillas y mi mente colapsó.  ¿Como es que el puede ser tan facil de amar?¿ Por que Mike te has enredado en mí?

-Tambien te has metido bajo mi piel, Mike.

Y en ese momento me volví valiente y olvide todo lonque no me habia permitido, lo que había deseado tanto tiempo.

Tome su rostro y lo besé.

Gran final de la maratón!!!! Espero que les haya gustado, por que vieras lo que me ha costado hacerla.... Se que el final es algo abrupto pero eso mantiene el misterio.  Okay, vallanse haciendo la idea de todo lo de Alice y parte de lo de Mike. NO OLVIDEN VOTAR Y COMENTAR!!!!
Hasta la proxima!!!
Los amo!!!!


 ©Las Miradas HablanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora