Mírame Solo A Mi ||BxB|| #fnafhs

XXXV

Al día siguiente.

Bonnie se levantó perezoso, gracias a su madre, claro. Porque por ser un día viernes donde él quería dormir hasta las doce o hasta las diez de la mañana más o menos, no se hubiese levantado ni de casualidad.

― Venga hijito, vamos a llegar a tarde ―reclamaba su mamá mientras ayudaba a peinarse al menor―. Uy ¿cómo es que puedes tener el cabello tan enredado?

― Ya, más despacio, Mami ―se quejó abotonando los botones, obvio, de su camisa roja cuadrille.― Uhm, no me habías dicho que íbamos a ir tan temprano, que flojera~ ―se hubiese tirado para atrás y vuelto a dormirse ahí, de no ser por su madre que estaba ahí y encima le peinaba tan lento que hacía que le doliera el cuero cabelludo por los tirones.

― Te lo dije tres veces, dos veces ayer y ahora antes de levantarte una. ―dijo Jessica con una media sonrisa― mejor no te muevas y déjame terminar de peinarte ―dicho esto, al terminar de peinar a su hijo tomó un coletero de la encimera que estaba a un lado― ¿quieres que te haga una trenza mi niña?

― ¿Qué? ¿una trenza? Pff... ―el pelimorado se cruzó de brazos antes de suspirar un poco― definitivamente si, quiero una trencita mamá. Pero que este de lado ¿vale?

― Hahaha ¿por qué nunca te enojas conmigo? ―dijo la mujer empezando a separar el cabello de su hijo― bien, no te muevas o me va a quedar mal.

― Bueno~ porque eres la mejor mamá del mundo y porque te quiero mucho.

La mujer besó sus cabellos antes de comenzar a hacer una trenza en el pelo de su hijo.

...

Media hora después, ya se encontraban en la sala de espera, Bonnie estaba jugando en su celular mientras su madre revisaba si había traído todos los papeles en su bolso.

― Bonnie ¿te aseguraste de guardar las llaves de casa? ―dijo su madre.

― Si, las dejé en el bolsillo de siempre.

― No las veo.

― Pero mamá, si están ahí ―dejó el móvil reposado en la silla, para mirar el bolso de su madre, y empezar a buscar las llaves con ella― ¡haha! Lo ves, si estaban ahí.

― Que raro, no las vi. ―dijo Jessica dando un suspiro de alivio al ver que las llaves si se encontraban en su bolso― ¿Qué hora es? ―vio a su hijo tomar el celular y ver la hora.

― Son las siete treinta y cinco ―Bonnie corrió su flequillo hacia un lado, para mirar a la enfermera que venía saliendo de la habitación 3 del sector B. La señorita miró a su dirección y empezó a acercarse, produciendo un ligero sobresalto en el pelimorado, que apretó los labios antes de que la mujer se parase frente a ellos.

― Buenas tardes señora Henderson, el doctor la esta esperando, por favor, pase al sector B, la tercera puerta. ―indicó la bellísima mujer con una sonrisa, mientras entregaba unos papeles a la despistada madre de Bonnie. Ella había estado revisando su bolso cuando la enfermera se presentó, algo que casi la asustó.

― ¡Ah, si! Claro, muchísimas gracias. ―sonrió la oji-marrón tomando los papeles. Se levantó de su asiento y miró a su hijo― cariño, vamos. ―Bonnie asintió y se puso de pie bastante nervioso, a pesar de que ya había venido tres veces a el mismo tipo de chequeo médico, siempre le incomodaba estar en un hospital― recuerda, no te pongas nervioso y si el doctor te pregunta algo tu le dices la verdad ¿vale?

― Si, mami... ―apretó los labios tomando la mano de su madre, de esa manera lograba sentirse más seguro. A parte, su madre estaría ahí con él, como todas las otras veces.