XLIII

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Recientemente eran las seis y cincuenta de la mañana. Bonnie se levantó alegre por ser el primer día de regreso a clases tras las vacaciones de mitad de año.

Pensaba en ir a la casa de Bon para ir junto a él a la HighSchool, pero lo pensó mejor y decidió que no, iba a serle muy difícil comportarse si le veía a primeras horas de la mañana. Además de que le daba una cosita tan grande que era mejor no hacer nada.

- Ahh, mamá ¿has visto mi diadema? -preguntó asomándose desde las escaleras. La mujer se encontraba haciéndole el desayuno a su hijo, muy contenta. Como que esas emociones tan exageradas y peculiares eran de familia en sí- es que no la encuentro por ningún lado.

- Está en la mesita de ahí, hijo. -señaló la madre- ¿ya estás listo?

- Si, todo en orden. Como siempre. -sonrió bajando las escaleras para tomar su diadema- ¿hoy irás a trabajar o te quedarás en casa?

- No iré. Tengo el día libre ¿no es genial? -Jessica se acercó a él para acomodar mejor su cabello. La pajarita en su cuello, y también las mangas negras de la polera de abajo- tienes que aprender a no vestirte a lo loco, hijito. Cuando llegues de clases podemos pasar el día juntos si quieres, no todos los Lunes los tengo para descansar un poco.

- Bueno, extraño pasar días contigo, mami. -Bonnie pestañeó un par de veces- ¿te has cortado el cabello otra vez? Tu melena está más cortita, pero se ve muy bien.

- Lo corté el Sábado ¿y recién te das cuenta? -La mayor rió palmeando el hombro de su hijo. Suspiró con agrado y le guió hasta la mesa- Siéntate, voy a traer el café.

- Ahh~ que rico -se saboreó el pelimorado juntando sus manos mientras miraba la mesa.

Nada mejor que un delicioso desayuno para empezar la jornada de clases, extrañaba esa forma de recibir el día que le daba su mamá, porque durante las vacaciones él despertaba un poco más tarde y su mamá a veces no estaba.

- Aquí está, cariño. -Llegaba Jessica con la cafetera en mano, lista para servir. La mujer era fanática del café, y a Bonnie, bueno, a él le gustaba también.

...

El cielo estaba apareciendo más y más, Bonnie llegaba ansioso de ver a sus amigos. Cuando se encontró con... la rubia oji-celeste.

- Hola... -saludó apretando los labios. Entonces todo el nerviosismo, la emoción y el hecho de actuar correctamente empezaron a disiparse- ¿qué tal?

- Estaba mejor hasta que te me acercaste. -dijo ella con una sonrisa tan... tan típica de Joy, que no era tierna, pero tampoco maliciosa.

- Oh... Mmm... -Bonnie frunció el entrecejo y llevó sus manos hasta su cintura para apartar la vista molesto. Y él que intentaba ser algo bueno con ella, ya iba a ver después- ¡Ah! -sintió como le abrazaban por la espalda- ¿quién...?

- Owww, extrañaba tanto verte con el uniforme, te hace ver tan... Bonnie tradicional hahaha -exclamó con alegría la pelirroja que abrazaba sonriente a su mejor amigo, mientras su hermano acariciaba los cabellos de este- no sé, como que es mucho más fácil reconocerte así, eres tan... tan tú. -chilló.

- Si, y como que te hace ver más pequeño. -comentó el pelirrojo deshaciendo el agarre en su corbata- ah~ así me siento mejor.

- No Foxy, es que tú eres muy alto, y encima con los zapatos y todo. -Bonnie rió luego de recibir una queja de parte de su amigo oji-amarillo- bueno, esperemos a Toddy, es la única que falta.

- ¿Toddy? -el más alto de los tres alzó una ceja- ah, cierto... se me olvidaba que ustedes eran amigos ahora.

- Ella también es tu amiga, zopenco. -dijo la oji-verde agarrando el brazo de su amigo pelimorado- ¿y tu Bon? ¿aún no llega?

Mírame Solo A Mi ||BxB|| #fnafhsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora