Capitulo 32: Destino

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Toqué la puerta una o dos veces, una mujer algo cansada me abrió.

—Kasumi...

—No me llames así, que me costó superar mis problemas de identidad mamá.

Al escuchar como la llamé, quebró en llanto y me abrazó con fuerza.

—¡Mi niña! ¡Tanto tiempo que no te veíamos!

Entramos a la casa y vimos a mi padre, no había cambiado nada. Me vio sorprendido y reaccionó igual que mamá.

Preparamos unos cafés y nos sentamos en la mesa de la sala.

—¿Como has estado todo este tiempo?— preguntó mi madre tras beber un poco.

—Pues entrenando y cuidando la aldea, he ayudado mucho a la gente durante este tiempo.

Mi padre me preguntó algo, interrumpiendo.

—¿Y ya tienes novio?— Escupí el café en el rostro de mamá.

—¡MAMÁ! ¡LO SIENTO MUCHO!— Agarré una servilleta y comencé a limpiar despacio su cara—. ¡No preguntes algo así tan de repente papá!

—No le veo nada de malo.

—Pues no, no tengo y tampoco pienso en tener uno ahora.

Ambos me dejaron en la casa por esta noche. Sin embargo, antes de ir a dormir, decidí salir a caminar un rato.

—¿Sakura-san?— Me di la vuelta y vi a una chica que no creía volver a ver.

—¡Hinata!— Le di un fuerte abrazo con una sonrisa—. Tanto tiempo sin vernos.

—¿Como estás? Estás muy bonita.

—Sigo igual de fea— dije riéndome—. En cambio, tu estás hermosa.

Hinata se puso roja como un tomate, se veía tan tierna.

—¿Y como vas con Naruto?

Parecía que tenia fiebre tras decirle eso.

—Na--naruto-kun pues...

—Veo que ese tarado no se dio cuenta, dios mio...— La tomé del hombro y la llevé a rastras conmigo.

—¿A donde vamos?— Su voz sonaba temblorosa.

—Adelantar las cosas, tengo un plan.

Mientras le contaba todo lo que pensé, encontramos a Naruto caminando.

—Escondete, yo me encargo del resto.

Hinata asintió y yo me acerqué al rubio.

—Sakura-chan.

—Naruto, tanto tiempo.

—Nos vimos hace un rato...

«Que poco sentido del humor...»

—Oye, hace un rato rebotabas por las paredes de la alegria, ¿que sucede?

—Nada, soy demasiado curioso, quiero saber como se llamará, quien será mi esposa. Aparte de que estoy muy confundido, por alguien.

—Pues... te diré el nombre de tu hijo y si quieres el de tu hija.— El rostro del Uzumaki se iluminó.

—¡¿Segura?! ¡¿Puedes hacerlo?!

—Pues claro... sus nombres son...

—Naruto-kun...

Hinata apareció detrás de el, el rubio se sonrojó a mas no poder. Me di cuenta de la terrible tensión que habia en el ambiente.

—Bueno, creo que será mejor que me vaya, el destino trabaja por si solo.

Sin decir mas, volví a la casa de mis padres.

—Con razón estaba tan nervioso. Hasta que finalmente te diste cuenta, Naruto.

*****

Al día siguiente:

Me di una ducha rápida y me despedí de mis padres. Tenia que buscar a Sasuke para decirle algo importante. Lo encontré en la entrada a la aldea.

—Viniste.— Por su tono de voz, sonaba un poco feliz.

—Lo siento, pero no puedo irme ahora. Hay algo que hay que hacer.

Sasuke asintió lento y yo le expliqué un poco la situación de Naruto y Hinata.

—Así que es por eso...

—Prometo que después de que termine todo, nos iremos a donde quieras.

—Está bien, no te preocupes. No creo que pase mucho tiempo.

—Si... nos vemos.— En acto reflejo, le di un beso en la mejilla.

«¡¿POR QUE MIERDA HICE ESO?!»

—¡LO SIENTO MUCHO!— Me fui corriendo con el corazón saliendome y la cara como un tomate.

Espero que les haya gustado y perdón si fue un poco corto, voten y comenten. Quedan poquitos capítulos para el final. Saludos!!

Muñeca de hielo (SASUSAKU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora