Capítulo 24 (3/3)

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Después de la comida con Sam, regreso a la oficina, y Andrew está en mi silla con los pies encima de mi escritorio.

-¿donde estabas?-

-comiendo- me pongo aún lado de él y medio me siento en el escritorio.

-tu familia estuvo aquí-

-¿y donde están ahora?-

-se fueron a comer con mi familia- levanta una ceja -pero aún no has respondido mi pregunta-

-¿porque tanta insistencia en la respuesta?- me cruzo de brazos.

-sólo quiero saber donde estaba mi prometida, es todo-

-estaba el la pizzería con Sam-

-Mmm-

-¿que significa ese "Mmm"?-

-significa que tuve que mentirle a tu familia por que no sabía nada de tu paradero-

-no es para tanto Andrew- pongo los ojos en blanco.

-a ver Jade, quiero que entiendas esto, eres mi prometida, soy tu prometido, me amas y te amo, así que se supone que sabemos todo uno del otro, como se supone que se donde estas en cada minuto del día-

-soy tu prometida Andrew, no tu perro faldero que te avisa lo que hace a cada minuto del día- y se supone que podría ser el amor de mi vida.

-es lo que hacen las parejas-

-¡pero tu y yo no somos pareja!-

-¡lo somos desde que decidiste chnatajearme!-

-entonces ya no quiero esto, estás de un modo insoportable, ya ni tu sólo te aguantas, tu lo has dicho, eres mi prometido Andrew, más no mi dueño, ¡y si no quieres que te mande al carajo, bájale dos rayitas al volumen de tu radio!-

-a ver...- Andrew intenta replicar, pero el aplauso sarcástico de alguien lo interrumpe.

-hasta que al fin alguien te pone en tu lugar- dice el hermano de Andrew -en definitiva es la mujer ideal para ti hermano- ¿la mujer ideal?

-lamento que haya escuchado eso- siento acalorarme -yo...-

-no te disculpes querida- dice acercándose a nosotros -me parece perfecto que le bajes los sumos a este cabron- ¿de verdad le dijo eso?

-¡Jacob!- gruñe Andrew.

-no te hagas el mojigato- dice sonriendo -ahora, tu y yo necesitamos hablar- señala a Andrew -¿podrías traerme un café querida?- asiento -muchas gracias-

Andrew y su hermano entran a la oficina mientras yo voy a preparar el café, el del mi futuro cuañdo lo preparo con mucho ahínco, pero el de Andrew le pongo cuatro cucharadas enorme de café y una de azúcar, tomo las tazas y las llevo, toco la puerta y el pase es inmediato.

Dejó los cafés y me voy a mi área, sigo con el trabajo pero estoy esperando escuchar algo del otro lado.
Después de casi una hora no escucho nada, si que es hora de restarle importancia.

EnamórameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora