Capítulo 49 (1/5)

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Han pasado tres días desde que Andrew salió de la cárcel, no para de regañarme por haber ido al apartamento de Lucas yo sola, pero con un par de besos le quito lo enojado. Pero esos besos siempre nos llevan a la cama. En estos tres días hemos hablado sobre el tema de la boda y cabe mencionar que ambos estamos muy emocionados por los preparativos.

Hemos decidido contratar a una organizadora para ver los posibles lugares donde se llevará a cabo el evento. También hemos hablado de Lucas, Irina y Abigail, los dos hemos concordado que hay que sacar a esas tres personas de nuestras vidas si queremos estar bien con nosotros mismos.
...

—Hola ¿Cómo les va?— pregunta la organizadora —soy Elizabeth VanHouyem—

—un placer conocerla— digo emocionada.

—¿Saben que es lo que quieren para ese día tan especial?— abre un pequeña libreta, y destapa el bolígrafo.

—Me gustaría que fuera en el hotel del centro, en el RSBS—

—No— dice la organizadora de inmediato —ese lugar es muy exclusivo y no tienen reservaciones hasta julio del año entrante—

Ese hotel es el mejor de la ciudad, solo las personas pudientes pueden hospedarse ahí. No me quiero imaginar el costo que tendría una boda en ese lugar. Y tampoco entiendo cómo es que ya está todo reservado hasta julio del año entrante.

—usted y yo sabemos que está el domo señorita— sonríe Andrew como si le hubiera ganado algo —no quiero que nuestra boda sea en uno de los salones dentro del hotel, quiero que sea en el jardín del domo—

—¡pero ahí se cuadriplica el costo!— dice sorprendida.

—No importa el precio—

—Denme un segundo— se levanta.

—¿Qué tiene es lugar?— pregunto ya que nunca he entrado a ese hotel y tengo mucha curiosidad de saber por qué la insistencia de Andrew de casarnos en ese lugar.

—Es un hermoso jardín con árboles de Wisteria, creo que te gustará ese lugar para nuestra boda—

—pero...—

—No importa el precio Jade—

—Andrew—

—¿sí?—

—¿me quieres?—

—¿Qué?—

—ya sabes... al menos...—

—¿Por qué me preguntas eso?— frunce el ceño.

—Estamos organizando una boda Andrew, creo que es normal que pregunte algo así— miro a otra parte.

Me siento confundida, y no es por casarme, sino por lo que Andrew siente por mí, yo estoy muy segura de lo que siento por él, aunque no le he dicho que lo quiero, tengo un enorme sentimiento de amor por él, pero no sé si Andrew me quiera aunque sea un poquito.

—¿te estás arrepintiendo de casarte?—

—¡No!— digo segura.

—¿entonces?—

—es que tengo miedo que esto termine mal, no quiero que un día terminemos odiándonos y estemos peor que perros y gatos. He aprendido a quererte Andrew, de verdad lo hago— tengo la necesidad de decirle que lo amo y es lo que haré —no se en que momento pasó todo, pero eres muy importante para mí, y quiero que lo sepas, quiero una vida contigo— se me empaña la vista y se me quiebra la voz —por una simple y sencilla razón: te amo Andrew— confieso —te amo—

EnamórameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora