Capitulo 30

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Me levanto de la cama y me pongo ropa deportiva, me pongo los tenis y me hago una coleta alta, miro el reloj del teléfono y aun no es tan tarde, con suerte Andrew aún está despierto.

Llegó la sala, Sam y su novio están sentados viendo una película romántica, abrazados y haciéndose cariñitos súper empalagosos. Creo que podrían asquilearse.

-hola chicos- saludo -y adiós-

-¿A dónde vas?- pregunta Sam.

-a luchar por lo que quiero- digo segura.

-that is my girl- dice orgullosa.

Las puertas del elevador están cerradas y prefiero bajar las escaleras, no quiero que el momento de esperar el elevador me haga arrepentirme. Al llegar al primer piso me pongo el gorro del suéter, pero me llevo tremenda sorpresa al ver a Andrew junto con los cachorros.

-¿Qué haces aquí?- de verdad que estoy muy sorprendida.

-íbamos a subir a visitarte- sonríe -¿A dónde vas?- obvio que no le diré que iba por él.

-a correr- es lo primero que se me viene a la mente -¿quieres venir?- por favor que diga que si.

-claro, pero no he calentado- mucho manos yo.

-pues si quieres, caminamos y ya después le corremos-

-bien-

-yo me llevo a Dexter-

Caminamos en silencio sólo un par de metros, ya que en la siguiente cuadra hay un cafetería, y creo que de esto haré un cita algo improvisada.

-¿quieres un café?- ofrezco al tenerla cerca.

-¿Que no se supone que haríamos ejercicio?- levanta una ceja.

-la verdad es que...- muerdo mi labio para no decirle la verdad -iba a tu casa- pero al final decido decírsela.

-¿a mi casa?- esta sorprendido... y confundido -¿a que?- creo que es mejor mentir.

-por mis cosas- me mira atento -mañana es el día de lavar y quería dejar todo en orden-

-¡mientes!- dice sonriendo -admite que me extrañas y que ibas a verme-

-ya quisieras- me cruzo de brazos -pero por lo que veo, el que no puede vivir sin mi, eres tú ya que estabas frente a mi edificio- sonríe de lado.

-es que quiero hablar contigo- su tono de voz cambia drásticamente al igual que su estado de ánimo.

-¿quieres que entremos a la cafetería?- niega -¿entonces?-

-tu entra por café y algún postre, yo iré por el auto para ir a mi casa-

-no traigo dinero- de su bolsillo trasero saca su billetera y me da un par de billetes.

***

Al llegar todo está en silencio, nos vamos a la parte que Andrew le cedió a los cachorros. Andrew me guía a una de las habitaciones que nunca había entrado. Hay un pequeño bar con muchos sillones y un karaoke. Andrew deja el café de lado y se va directo al alcohol.

EnamórameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora