¿Niñero? [Nathan x Edd]

1. Primer ataque

Pov Doble D

La última estafa, tiempos aquellos, cuánto ha pasado, dos o tres años quizá. Pierdo mis últimos días de vacaciones tirado en una cama, los idiotas se suponen y vendrían hoy, pero es mas la basura que soltamos por nuestras bocas que lo que hacemos.

Mi mirada se dirige al costado derecho de la pared de mi habitación, wow, pensé. El octavo concurso de deletreo, ese día estaba tan seguro de mi mismo y supongo que por ello perdí contra mi amigo Ed. Que día mas desastroso, tanto para mí como para mis amigos; recuerdo que Kevin estaba muy molesto. Pendejo.

Mis ojos empezaban a pesar, veo que así acabará mi día, aunqu----

¿Mi celular? Pensé que había tirado ese aparato, mis manos inspeccionan toda la cama y agarran el artefacto antes de que tocase el suelo.

— Ehhh ¿Hola?

— Eddward, hijo, hoy llegaremos tarde —dime algo que no sepa madre.

— Lo entiendo, no hay problema.

— Suenas decaído hijo, siento que nunca estemos, quiero buscar alguna forma en la que no estés solo —me sentí algo mal, ella solo busca el pan de cada día.

— Solo consigue una niñera —dije sarcástico, pues ella tuvo una a sus nueve años, y la odiaba.

— Eres increíble Eddward —al fin ríe— Cuidate hijo, tengo que colgar, te amo.

— Chao má.

Me estiré y me desvestí, busqué en mi armario cualquier tipo de ropa deportiva y me la puse. El color del día, gris.

Esta cosa hace que mi trasero se vea gordo. Goloso.

Reí de mis propias estupideces, tomé los tenis que me regaló Eddy para mi cumpleaños número 17 y salí de casa -cerré con llave-

Trotaba alrededor de la cuadra, en mi mente solo paseaban números pares, es mi manera más efectiva para que el ejercicio no sea tan aburrido, los tarareo en mi cabeza mientras aumento mi ritmo.

Aparte de que haga mi trasero gordo, se me mete en el trasero, odio esta pantaloneta.

Giré en ambas direcciones para no ser visto y sacarme este pedazo de tela que no debería estar allí metido.

— " ¡Papasito! " — Pensé que nadie me había visto, de dónde salió eso. Giré mi cabeza como la chica del exorcismo pero no había nadie. No podría saber quien me dijo eso porque conozco a todos los de este barrio.

Que vergüenza, me dirigí al barrio de mis amigos para despejar mi cabeza.

Llegando a la casa de Eddy los veo a ambos sentados en el césped, y yo esperándolos.

— ¿Me pueden explicar porqué están aquí perdiendo el tiempo y no lo pierden mejor en mi casa?

— ¡D-Doble D, ayudanos! —me acerco más a mis amigos y entiendo.

— Hace años que no les hacían esto —me burlé, estaban con unas esposas, unidos, Ed en su mano derecha y Eddy en la izquierda.