Cómo supe que estaba enamorada
Laura
Un silencio incómodo se instala en el lugar, la música seguía sin sonar, todos miraban mal a Ross y yo... yo quería huir.
— ¡Que continúe la fiesta, el espectáculo ha acabado! — exclama un hombre situándose en el centro del lugar.
Suelto un suspiro aliviada al ver a Mark, y él se acerca a nosotros una vez que la música vuelve y las conversaciones entre los invitados se retoman.
— Laura, cariño... Realmente siento lo que ha ocurrido... — murmura para después abrazarme con fuerza.
Le correspondo el abrazo mientras sonrío levemente.
— Hubiéramos ido a visitarte, pero no sabíamos dónde estabas y no nos respondías los mensajes.
— No importa. He cambiado mi número, mi celular nunca pudo ser encontrado tras el accidente ya que lo tenía Julian.
— Realmente siento lo que le ha pasado a ese chico, aunque nunca me ha gustado para ti.
— ¡Oh, vamos papá! Era perfecto. Dudo que Laura vuelva a enamorarse de alguien más como lo hizo con Julian. — dice Rydel.
Ross se da la vuelta y se marcha, provocando que su familia mire angustiada la salida.
— No se me da muy bien arreglar las cosas... — murmura mi mejor amiga.
— Hablaré con él, ya vuelvo. — les hago saber para después seguir a Ross.
Lo encuentro apoyado contra la pared del salón con los ojos cerrados y la cabeza hacía arriba.
— No quiero verte en estos momentos, Laura. — dice fríamente.
— ¡Ross, no lo sabía! — exclamo.
Ross se incorpora y me mira furioso, jamás lo había visto así conmigo.
— ¿Cómo no ibas a saberlo? ¿Eres tan estúpida? Lynch. Rydel Lynch, Ross Lynch. ¿Nunca te ha hablado del insensible de su hermano que los abandonó para seguir su sueño? Vamos. ¿Cuántos Ross Lynch conoces? Por Dios... Mi hermana puede ser tan retorcida como para pedirte que me conquistes y entonces traerme devuelta a mi familia. ¿Fue eso lo que pasó?
— La verdad es que tienes mucha imaginación.
Él suelta un bufido y le da un puñetazo a la pared.
— ¡Ross! — exclamo asustada, para después acercarme a él y tomar su mano.
Sus ojos están vidriosos y sinceramente me arrepiento por jugar con su paciencia en estos momentos.
— No lo sabía, lo juro... — susurro acariciando sus nudillos rojos y lastimados — Rydel asistía conmigo a Cambridge, tu familia iba a visitarla a veces y éramos muy cercanos todos. Mi familia con la suya solía reunirse para las fiestas cada vez que podíamos. Sí, me ha hablado de ti... Pero sinceramente no lo recordaba. Jamás te asocie con ellos porque tú jamás me has hablado de tu familia, ni nunca se me ha pasado por la cabeza que alguien como tú esté alejado de su familia. Cuando te conocí, tu nombre me sonaba conocido pero pensé que era porque eras famoso. Cariño, lo siento demasiado... Jamás quise hacerte daño.
— ¿Podemos ir a un lugar en donde no corramos riesgo de que un paparazzi nos tome fotos o nos saque información? — me pregunta simplemente.
Asiento y tomo su mano sana para después llevarlo conmigo a la fiesta, no me detengo hasta llegar al jardín que había en el lugar. Allí la música no sonaba tan fuerte y las personas al vernos allí, se marcharon.