Extra #2

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Ross

Fingir frente a Laura que yo estaba tan feliz por nuestro bebé como ella era la tarea más difícil. Por supuesto, ella estaba más que contenta pero yo no podía compartir esa cantidad de felicidad.

Tenía miedo. Intentaba quererlo, pero no podía evitar pensar en Maggie, la madre de Tessa, y cómo mi hija había perdido a su madre. ¿Y si ahora Tessa perdía a su mamá? ¿Y si yo ahora perdía al amor de mi vida?

Había accedido a tener hijos en un acto desesperado por tenerla devuelta, porque quería darle todo lo que ella quería y que fuéramos felices juntos, pero de todas formas seguía teniendo el miedo de perderla.

— ¿En qué piensas? — me pregunta Lily mientras su hijo, Nick, juega en su regazo con un peluche.

— ¿Es normal no alegrarme por tener un hijo?

Lily frunce el ceño, mirándome confundida, y yo bajo la mirada avergonzado por mis sentimientos. Tendría que amar a mi hijo.

— Ross... ¿Es por Maggie? — sugiere.

Suelto un suspiro y asiento. — Tengo miedo de perderla. Maggie no me importaba, solo me interesaba Tessa y afortunadamente no la perdí a ella. Pero ahora es Laura... Y no sé si puedo soportar perderla, si puedo soportar estar sin ella y criar a nuestros hijos solo.

Lily me mira con pena y deja a Nick en el suelo para después acercarse a mi y abrazarme con fuerza.

— Laura es la mujer más fuerte que he conocido, tú sabes todo lo que ha pasado y sigue aquí sonriendo y dando amor a todo el mundo. No tienes nada de qué preocuparte, Ross. — me tranquiliza.

— ¿Soy un mal hombre por no sentirme plenamente feliz por nuestro hijo? ¿Soy un mal padre? Al principio, sentí tanta alegría... Pero ahora que la fecha se acerca cada vez más, no puedo evitar temer que estos sean mis últimas semanas con ella. — susurro.

— No, esto te hace el hombre más sensible y bueno que he conocido alguna vez. Ojalá tu hermano fuera la mitad de hombre que tú. — murmura provocando mi risa.

— Gracias, Lily... En serio.

— No es nada. Ahora, ¿dónde diablos está esa castaña?

— Fue a buscar con Tessa sus vestidos. — le comento sonriendo levemente.

— Oh. ¿Y te han dejado aquí en casa solo?

— Salida de chicas.

— Sinceramente es muy raro verlos separados, siempre están juntos. Ya no recuerdo cómo era Laura antes de ti... — murmura mientras sonríe.

Estoy a punto de responderle, pero en ese momento Laura y Tessa entran a la sala.

— Vayan sin mi a esa boda. — dice mi novia cruzada de brazos.

— ¿Quieres que Ally te mate? ¡Eres una de las damas de honor! — le recuerda Lily.

— ¡Me queda horrible el vestido! — exclama ella haciendo puchero y sus ojos se llenan de lágrimas.

— Le queda precioso. — me dice Tessa sonriendo ampliamente y luego mira a su madre. — Mami, estarás hermosa...

Me acerco a Laura y la abrazo por la cintura, acercándola a mi.

— Cariño, estoy seguro de que el vestido te queda hermoso y te verás increíble. Hazle caso a tu novio y a nuestra hija. — le aseguro mientras acaricio suavemente su mejilla.

— Estoy horrible, Ross... — murmura. — No entiendo cómo es que sigues conmigo.

La verdad era que Laura estaba aún más hermosa que antes y no entiendo cómo es que puede verse fea. Para mi, seguía siendo la mujer preciosa que alguna vez había visto.

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