Capítulo 4

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---¡Demonios Nicole debes de saber algo de ella! -Exclamo la Australiana completamente Frustrada. 

---Por millonésima vez Cate, no se nada, pero te aseguro que esta bien. -Respondió ella segura.

---Nicole han pasado o dos meses, tú mejor que nadie debes de saber de ella. -La australiana seguía insistiendo.

---Es Sospechoso que me presiones por eso, creo que mejor tú sabes algo de ella, tú debes de darme la información -Contraataco la rubia--, yo estoy incluso mas preocupada que tú, pero se que ella esta bien, no debes de preocuparte. 

---Esta Bien Nicole -Cate suspiro resignada--... Promete que si sabes algo acerca de ellos llamaras.

---Lo prometo. -Respondio su amiga.

---No vemos luego y Gracias.

---Adios Cate. -Nicole colgó aquella llamada.

Tirándose en la cama, empujo cada una de las cosas que se encontraban ahí provocando que cayeran a el suelo.

---Me voy a volver loca. -Murmuro la ojiazul mirando el techo.

Pero entonces las revistas en su mesa de noche la alarmaron nuevamente.

—¿Mamá? -Roman llamó a su puerta–... Las maletas están listas solo faltas tu.

Y entonces lo recordó.

—Voy en un segundo cariño. -respondió sonriendo.

Australia.

—Miranda hizo un gran trabajo con la habitación de el bebé.

Ellea asintió sin molestarse en ver a la mujer parada en el marco de la puerta.

—Elle...

—Creo que me gustaría dormir ahora mismo, Alina. -Ellea respondió levemente– Se que papá te envío, pero dile que por el momento no me suicidó... Dile que estoy bien.

Su hermana se limitó a un asentimiento con la cabeza y dio media vuelta para dejarla sola.
Ellea escucho las indicaciones que su hermana le dio a el servicio de la casa y a los guardias de seguridad, la escucho subir a la camioneta y finalmente salir de la propiedad.

Sola nuevamente.

Cerro los ojos y se cobijo nuevamente dispuesta a dormir, sin embargo poco tiempo pasó cuando escucho el timbre de seguridad sonar nuevamente.

Encendió rápidamente la televisión y sintonizo el canal de las cámaras de seguridad.

---¿Qué Demonios...?

Se coloco la bata y salió lo mas rapido que pudo de su cuarto, bajo las escaleras con cuidado y antes de qur pudiera entrar a el pasillo que daba a la entrada principal, Lori llegó a su encuentro, Lori y ella...

—Señora Blanchett... Ellea... Estaré abajo si lo necesitas. Solo usa el interruptor.

Ellea asintió y finalmente la vio alejarse de ahí.

---Hola -Fue lo único que ella dijo--... se que es precipitado, pero necesitaba saber como estabas. Lo Siento. -Musito acercándose a ella.

Esas palabras destonaron una serie de movimientos en el bebé que la pelirroja llevaba en el vientre y debido a el poco espacio que el bebé tenia ahora, sus movimientos o al menos algunos podían notarse sobre la piel aterciopelada de la mas joven haciendo que el corazón de la rubia latiera con fuerza.

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