Capítulo 34

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---¡Lo conseguí! -exclamó la rubia entrando a la casa-- ¡Conseguí el papel!

Tiró las cosas en el piso y corrió hasta el estudió de sus padres, abrió la puerta rápidamente y se topo con el Oscar ganado hace ya varios meses por su madre el cuál se encontraba en la repisa principal al igual que los demás premios.

---¡Lo conseguí! -Exclamó nuevamente ante sus padres-- Tengo el papel principal en la obra.

Ellea se separó de su esposo y se acercó a su hija sonriente aceptando la hoja de papel que ella tenía en sus manos.

---¡Oh Cariño! ¡Es magnífico! -Su padre exclamó abrazandola y cargandola a el mismo tiempo que repartía besos en su cara-- Tenemos que celebrarlo ¿te parece?

La rubia asintió sonriente.

---Tienes mas talento en el dedo meñique que el que tú mad... - Ellea negó soltando una risa-- que el que yo poseo en todo el cuerpo.

La joven rubia sonrió ampliamente abrazando a ambos, su hermana pequeña acababa de entrar y antes de que pudiera decir alguna palabra la mayor la abrazó fuertemente mientras susurraba un "lo conseguí" recibiendo un pequeño grito de felicidad.

---Iremos a comer a MO, llamaré para pedir una reservación. -Su padre beso la cabeza de las dos tomando a la pequeña Lana en sus brazos para después salir de ahí.

---Tengo que llamar a Cate ¡Seguro se alegrará también! -La ojiazul se acercó entusiasmada a el teléfono, mas antes de que pudiera tocarlo su madre colocó su mano sobre él negando-- ¿Qué sucede?

---Tenemos que hablar Élise...

Sabía que era algo malo cuando la llamaban Élise, así que sentó frente a ella y la miró esperando que hablara.

---Es sobre Cate. -El color en las mejillas de la rubia desapareció y sus manos comenzaron a sudar-- Necesitó que escuches bien ¿si?

Se levantó del escritorio y cerró la puerta dando luz verde a su esposo.

---¿Quieres ir a dar un paseo por el parque Lana? -Alistair preguntó-- Mami y Caty tienen que hablar.

---¿Es muy importante? Quiero jugar con Cath. -La niña pelirroja preguntó.

---Sí, para ambas. Pero, podemos ir por un helado ¿te parece?

---¡Si! -Exclamo la niña tomando la mano de su padre abandonando la casa.

La mansión Luthor quedo en completó silencio, aunque no por mucho tiempo; varios minutos después de que padre e hija salieran de la casa la puerta de aquel estudio se abrió nuevamente. La joven rubia salió abatida y confundida, se encerró en su cuarto mientras Ellea escuchaba todo desde el estudio.

Alistair y Ellea habían pasado varios meses hablando sobre aquel tema desde la llegada de su hija mayor; sobre como tenían que explicarlo y el momento en el que lo harían, habían planeado hasta el último y mas mínimo detalle. Ellea había tenido que darle una gran explicación a su esposo y apesar de que esperaba una reacción muy efusiva lo único que recibió de su parte fue un gran abrazó demostrando su amor incondicional.

La rubia se sentó en el suelo agarrando su cabello entre sus manos tratando de procesar todo, su cabeza daba vueltas, sus manos sudaban y su respiración comenzaba a ser irregular. Tomó una mochila y la llenó con ropa, su teléfono, cargador y un libro así como sus pocas tarjetas. Cerró la puerta con pasador y salió por su ventana bajando hábilmente el árbol. Vio una última vez su casa y corrió rápidamente alejándose de ella.

El teléfono sonó en el estudió y Ellea lo respondió sin prisas.

---El gorrión ha salido del nido.

---Gracias. -la pelirroja respondió colgando inmediatamente, para despues llamar a su esposo-- Te veo en el parque, Cate acaba de salir de casa.

Ellea salió de la casa y abordó el automóvil que la llevaría hasta el lugar en donde su esposo y su hija la esperaba. Ambos habían planeado hasta el último detalle... bueno, quizá solo habían olvidado algo.

Decirle a ella.

—Entonces... ¿Cate es tu madre?

—Eso es lo que mamá ha dicho. -Cate respondió limpiando sus mejillas.

—Elefantito, se que esto sonara feo pero... ¿Qué tiene eso de malo? -Nathan cuestionó confundido.

—Vaya, pensé que tu lo entenderías. -Cate respondió tomando sus cosas y comenzando a caminar lejos de él.

—¡Cath espera! ¡Cath a donde vas!

Pero no obtuvo respuesta alguna.

El timbre de la casa sonó tres veces seguidas, la ojiazul corrió rapidamente hacía la puerta y la abrió con una gran sonrisa, sonrisa que desapareció al ver las lágrimas en el rostro de su hija.

---¡Tú me mentiste! -Reclamó enfadada. 

---¿Cath de que hablas? -Cuestionó su madre.

---¡Pero claro que lo sabías! ¡Tú lo hiciste! ¡Siempre lo supiste! ¡Y nunca dijiste nada! -Sus gritos eran fuertes y cargados de ira.

---¿Puedes explicarme qué esta pasando?

---¡No finjas! ¡Ya no me mientas! ¡Ya no más! -Exclamó con las lágrimas corriendo nuevamente por su mejillaa.

---¿De qué hablas cielo?

---Tú también eres mi madre...

Forever MineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora