Capítulo 16

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---Ya no soy aquella joven de 18 años Cate. -La pelirroja negó mientras tomaba su bolso dispuesta a irse.

---Ellea Espera, Yo...

---No ¡Dios Cate! No podemos hacer esto -se solto de su agarré-- No puedes llamarme solo porque estas estresada y necesitas sexo.

---Eso no es lo que...

---Claro que lo es -Reclamo interrumpiendola de nuevo--, solo es sexo, llevamos mas de un año sin vernos y me llamas para salir y lo primero que quieres hacer es tener sexo.

La rubia bajo la mirada abatida.

---He perdido a un bebé ¿Acaso te importó? -Los hermosos ojos azules se abrieron mostrando sorpresa-- No, no llamaste. Entiendo que tienes a tu familia, yo también tengo una y aun así me sigo preocupando por ti.

La mayor no encontraba la manera adecuada para expresarse.
Ella habia perdido a un hijo, un hijo que les pertenecía a las dos ¿Y ella donde habia estado? Jugando a la familia perfecta.
Tenían una hija juntas y tenia que preocuparse por ella así como lo hacia por los demás.

---Pero entiendo que tú no eres igual que yo, lamento tener mal las prioridades -Ellea abrio la puerta dispuesta a irse-- Pero descuida, no volveré a molestarte.

---Ellea Por favor. -Suplico tomándola de su brazo.

Sus orbes verdes eran intensos, obscuros y provocaron un escalofrío en la rubia que aflojo sus agarré.

---Lo siento. -Musito despacio.

Pero la mirada cargada de furia no disminuyó, la boca de la pelirroja se abrio varias veces dispuesta a decir algo, pero antes de hablar su teléfono la interrumpió.

---¿Hola?

Cate la miraba detenidamente.

---Sí, si estoy bien, ¿Cómo esta Liv?

Julianne.
Una inmensa furia la lleno por completo.

---Viajare en una semana, dile que la ire a ver muy pronto.

¿Iría a ver a Julianne?

---Si, yo también las quiero y descuida estoy mejor.

Se sintió tan idiota, incluso Julianne lo sabia y ella no.

---Si, no -Nego frunciendo el Ceño-- Cate esta con Alistair en casa de sus padres, si ella esta bien.

¿Su hija estaba en una casa ajena?
¿Lejos de Lori?

---No, Lori esta enferma, pero yo cuido bien de ella. -Solto una leve risa-- Si, tengo que ir por ella ahora mismo, si, besos.

La gran sonrisa en el rostro de la mas joven hizo que su corazón se hinchara de alegria.
Cuanto deseaba escuchar su conversación.

---Yo tambien te quiero, Adiós. -terminó la llamada y guardo el teléfono de nuevo en la bolsa.

---¿Cate esta con Alistair? -Cuestionó en cuanto tuvo su atención.

---Si, debo de ir con ellos ahora mismo. -Un silencio incómodo se formo entre ellas-- Adiós Cate.

---¿Te vas?

---Es momento de Irme.

Y salió de ahí cerrando la puerta detrás de ella.

Los meses pasaron rápidamente.
Los días frios y lluviosos en Australia estaban en su apogeo, mientras que los árboles comenzaban a teñirse de naranja y a desprender hojas.

---¿Porqué caen? -Cuestionó levemente la niña de ya cuatro años.

---Por que necesitan cambiar y regenerarse. -Su madre respondio tocando levemente su nariz.

---Papá no llegará para nuestros cumpleaños ¿cierto? -la tristeza se hizo presente en los ojos de su hija.

---No lo creo querida, el abuelo le ha dado mucho trabajo estos meses... Pero definitivamente tendrá vacaciones y juntos podremos viajar a donde tu desees.

—¿A Noruega? Me gusta la nieve...

Ellea asintió riendo y seguidamente beso su cabeza.

---¡Tia Nizze me envió su regalo ya! ¡Es precioso! -Exclamó emocionada mientras ambas centraban la vista en la colección de libros en los estantes.

---Se ha lucido esta vez ¿no es cierto? -La pequeña asintió frenéticamente-- Pero apuesto que el regalo del abuelo Alec ha sido el mejor de todos.

---¡Me regalo un caballo! -Grito la pequeña rubia-- ¡Un caballo mamá!

—Seguramente tus abuelos y tíos enviaran regalos mejores. -Ellea respondió sonriendo.

—¿Y si viajamos para ver a papá?

—Podríamos hacerlo si lo deseas...

—Me gustaría hacerlo.

Ellea sonrió ampliamente, volvió a abrazar a la niña mientras ambas regresaban la vista a la ventana a los árboles cubiertos de agua.

---¿Como era nonna Élise? -Esa pregunta sorprendió a su madre.

---Era muy linda, tenía el cabello rojo y los ojos verdes como yo, era muy inteligente y muy divertida... Le gustaba jugar en la nieve y en los grandes jardines de su casa. Era tan astuta y empatica como lo eres tu. -Trato de simplificarlo todo.

---¿La extrañas?

---Mas que a nada.

---¿Extrañas a papá?

---Claro que lo hago... Es extraño que estemos solo las dos en la gran casa ¿no es cierto? -Murmuró.

---Lo es.

Era extraño tener esas conversaciones, era muy maduro y tierno de su parte. Sus argumentos siempre eran buenos, pero sus facciones, su timbre de voz, su edad y estatura la hacian tan tierna.

---Quiero saber algo.

---Dime.

---La ojiazul vaciló antes de hacer su pregunta-- ¿Porqué me llamo Cate?

El corazón de la pelirroja paró mientras notaba como la pequeña de cuatro años jugaba con sus manos.

---Es una larga historia cariño...

---¿Muy larga? -Murmuró .

Su madre asintió en el momento que sintió como su hija tomaba su mano.

---La abuela Nizze dice que es por una mujer muy hermosa y talentosa ¿Es cierto?

---Asi es.

---¿Y la querías? -La pequeña pregunto mientras jugaba con el anillo de matrimonio que adornaba la mano de su madre.

---Aún lo hago.

---¿Mas qué a papá?

---Mmmm... Algo así. -Ellea dudo al responder.

---¿Mas qué a mi? -La niña la miro fijamente.

---Igual que a ti.

---¿Y en donde esta ella ahora? -Los hermosos ojos azules penetraron en lo profundo de su ser.

---No lo se Cath.

---¿Algún día la conoceré?

---Espero que si. -Afirmó su madre.

---¿Y ella me querrá tanto como tú lo haces? -Eso encogió el corazón de la pelirroja.

---Estoy segura de que ella te amará tanto como yo lo hago.

Ella nunca podrá dudar del amor que le tuve.

Forever MineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora