Séptimo deseo

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De alguna manera logré terminar dos títeres. Uno había tratado de hacerlo parecido a mí, pero mi pelo repleto de rulos era difícil de imitar, así que el resultado no fue el esperado. Y el otro era ella.

Ella. Fue ahí donde recordé que no me había dicho su nombre. Y es que no lo veía en sí necesario, nunca me había sentido tan cercano a una persona en tan poco tiempo.

Cuando fui al hospital, antes de entrar al cuarto alcancé a oír una conversación que estoy seguro no debí escuchar.

—En realidad, los exámenes salieron bien, pero queremos hacer otros para asegurarnos que todo está en buen estado. Programaremos los exámenes para mañana, ¿de acuerdo? —Era la voz de un hombre adulto, no podía verle el rostro, pero suponía que sería el médico encargado de ella.

Y también fue allí donde pensé por primera vez que si ella estaba en el hospital era porque estaba enferma. Se veía tan vivaz y alegre que por un segundo creí que una persona así no podría enfermarse.

—¿Hay posibilidades de que...? —La voz de ella sonó corta, como si no fuera capaz de terminar la frase.

El doctor no contestó durante unos segundos.

—No te preocupes, Joy, todo saldrá bien.

Me escondí al lado de una pared en cuanto el doctor salió. Esperé unos minutos más para caminar hacia el cuarto, pero aun así seguía sintiendo el corazón acelerado. Con una bolsa en la mano donde tenía los títeres y la otra con mi bolso repleto de chucherías para que ella comiera, entré a la habitación.

Ella, al verme, sonrió como el sol le sonríe a las mañanas. Su cabello castaño estaba trenzado y, diablos, se veía hermosa. Demasiado.

—Hola, Robbie —dijo ella.

Yo tragué saliva y me encontré con su mirada.

—Hola, Joy —saludé, pronunciando su nombre con lentitud. Y sé que en realidad las palabras no tienen sabor, pero esa sola palabra —Joy— me era tan dulce y a la vez agria al paladar. Amaba su nombre.

Joy pareció sorprendida por un instante al escucharme. Sin embargo, luego suavizó su semblante y alargó una mano hacia mí.

—¿Listo para cumplir mis deseos?

La lista de deseos de JoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora