Décimo deseo

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Cuando regresé a casa recordé entonces que Joy no me había dicho su próximo deseo ni qué día podía ir a visitarla de nuevo.

Me hallé entre una encrucijada. No tenía manera de comunicarme con ella, no sabía si tenía siquiera algún número telefónico. Aquello me llevó a una maraña de pensamientos negativos que me dejó tirado en la cama durante dos días.

¿Qué era yo para Joy? ¿Por qué hacía esa lista? ¿Cuál era verdaderamente su propósito?

¿Por qué carajos no podía dejar de pensar en ella si tan solo sabía su nombre?

Me regañé mentalmente por haber tenido el ego tan alto, creyendo que era especial para Joy. No conocía nada de ella ni ella de mí. Éramos dos desconocidos que no tenían nada en común.

Lo único que nos unía era una lista de deseos para antes de morir.

Estaba tan abrumado que incluso llegué a enojarme con ella. Porque no era capaz de decirme cuáles eran sus malditas razones para hacer esto, ni a qué se refería con que sería "retribuido" después de haber cumplido sus deseos. No entendía nada, joder.

Ni me entendía a mí mismo.



***

N/A: Cap aburrido, ai nou. Perdón, ando ocupada y no he podido escribir mucho >.< Espero actualizar pronto porque ya casi termina♥

La lista de deseos de JoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora