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El equipaje prestado

Muchas personas desperdician a diario minutos y horas de su tiempo tratando de descalificar a todo aquellos que se encuentran a su alrededor. Pareciera ser que disfrutan al menospreciar y rebajar a los demás, sea cual fuere la tarea que estin realizando o el vínculo que tengan con las victimas.

Si alguna vez padeciste este tipo de ataque verbal, es posible que te hayas cuestionado el origen de estas agresiones, que te hayas preguntado cuales fueron las causas que las motivaron y, seguramente, no hayas encontrado la respuesta.

Podemos proponer diferentes teorias y suposiciones: sin llegar a ninguna conclusión única sí podemos de todas maneras darnos cuenta de que el descalificador tiene como objetivo controlar nuestra autoestima, hacernos sentir « nada » ante los demás, para que de esta forma, él pueda brillar y ser el centro del universo.

Si haces algo, el descalificador te criticará por accionar y si no accionas, te juzgará por no hacerlo. Su especialidad son los dobles mensanes y los mensajes ambivalentes. Los descalificadores hoy te endiosan y mañana te bajan del pedestal en un instante. Juegan juegos crueles que pretenden desestabilizar tus emociones y robarte los suenos.

Su idea es que vivas desconfiando, te sientas inseguro y seas dependiente de sus palabras y opiniones.

Invalidar, descalificar, manipular son los objetivos, las metas del descalificador. Él procura tener control y poder sobre tus emociones, tu alma y tu razón para luego destruir tu estima y que entonces que pases a depender absolutamente de él. ¡Es un digno representante de la gente tóxica!

Sin embargo, no todas son malas noticias. Podemos recuperar el control de nuestras emociones, de nuestra estima y ser libre de cada uno de los descaliIicadores. ¡Podemos desintoxicamos!

Aprendamos a reconocerlos y a accionar de la forma más productiva y eficaz para que nadie salga herido ni perjudicado.

Gente tóxica.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora