Ligero Fanfic basado en el juego "Teaching Feeling", de Ray Kbys.
En esta novela (por que al final lo es) trato de desarrollar un poco mas la historia misma del juego (las peripecias de una esclava al llegar con su nuevo amo), junto una trama parale...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
(Nota de Autor: Puede no ser la mejor imagen, pero me pareció la mas acertada a la idea de este capitulo.)
**Doctor**
--¿...17 años?—pregunte durante el desayuno. Sylvie mantenía esa expresión de felicidad mientras probaba bocado aunque al preguntar su rostro cambiara a uno mas serio.
--¿Es malo que sea tan joven?;...Al menos estoy segura que creceré un poco mas en el futuro...aunque por mi estatura actual quizá no sea muy alta.
Recientemente había puesto su silla junto a la mia, creo que la cercanía le beneficiaba mucho al autoestima, por ende tambien a su manera de ser y a su capacidad de expresarse.
--No lo sé muy bien—dijo ella—, durante mi vida en el orfanato...antes de ser encerrada, lo más parecido a una celebración la tuve cuando pasara el clima frio, cuando las flores crecían; despues de eso nunca tuve nada que celebrar.
Tras esas palabras dejo de comer para recargarse en mí, yo le deje e incluso le di mi mano.
¿Por qué razón insistía tanto con su edad?, quizá era la preocupación por los documentos del trabajo y poder comprobar su origen (desventajas de ser una esclava: prácticamente para la sociedad no existes) aunque también estaba el asunto de nuestra pequeña aventura orgásmica. Si bien aquello no quitaba el hecho de habernos acostado en repetidas ocasiones, al menos aligeraba un poco el impacto social.
...
Sigo pensando que lo que hicimos esta noche estuvo mal (en un sentido ético, porque físico...) pero por alguna razón, gracias a ella me siento muy diferente esta mañana...incluso optimista y con cierta fe de que era un buen día.
(¿A quién trato de engañar?, el sexo hace eso con cualquiera.)
Pese a todo aún hay algo que me intriga: era como si hubiera un antes y un después de la llegada de Sylvie. Mis pensamientos siempre radicaban en mi profesión o mis necesidades, ahora me es imposible pensar en algo sin relacionarlo con ella.
Cuando la vi levantarse para lavar los platos, tome inmediatamente su cintura y la acerque para besar su mejilla.
--*Risas* Doctor...tan de repente.
Su alegría es contagiosa y su rubor muy estimulante.
--Gracias—le dije.
--¿Por que?
--Por estar aquí.
--En ese caso—dijo ella sonriendo coquetamente—por favor, no me deje ir.
Más tarde...decidimos pasear un poco, a ella le agotan las caminatas largas pero también lo ve como un ejercicio por lo que estaba feliz en salir conmigo; en realidad era feliz siempre y cuando estuviéramos juntos.
