¿Extrañarlo? ¿Yo? Eso es ridículo

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Era la hora del almuerzo, ya estaban todos haciendo la fila de siempre para recibir la comida extraña de ese lugar, después de eso, cada chico tomaba un curso diferente para tomar camino hacia su respectivo lugar de siempre, todo un patrón que era seguido por cada chico ignorante de la escuela, pero siempre hay alguien que rompe el ciclo de las cosas ya sea por ganas de revelación o simple curiosidad.

- Bien antes me irritaba el que fueras insoportablemente molesto, pero ahora en serio me intriga que tantas estupideces pasan por tu mente - Se escuchaba entre gruñidos la voz de aquella pelimorada amante de los videojuegos

- No son estupideces Gaz, solo he estado pensando muchas cosas que se que no te interesarán, o ¿Acaso quieres que ne desahogue contigo? - preguntaba el chico de la guadaña mientras solo jugaba con la cuchara en su comida

- Sabes creo que tienes razón torpe, no me interesa en absoluto lo que te pase - dijo con indiferencia la chica mientras continuaba en su consola.

- Bueno, creo que te contaré lo que me sucede... - continuó el chico importándole un cacahuate lo que su hermana dijo, a lo que esta dió un gruñido muy malhumorado puesto que ahora tendría que escuchar a su molesto hermano

- Verás ultimamente siento que algo no cuadra, siento que desde que pausamos la enemistad Zim y yo, algo raro va pasar - hablo apoyando su mejilla sobre su mano mirando pensativo su plato de comida

- Aveces siento que debería ir a espiar a ver que esta tramando, o en ocasiones quiero esculcar los garabatos de su cuaderno y entender ese extraño código en el que escribe, quizá hechar un vistazo sobre su casillero para ver todo lo que esconde ... O simplemente...

- ¡BASTA DIB! Es suficiente, solo estas haciendo que me moleste más - dijo completamente fuera de sus casillas mientras apretaba fuertemente los botones de la consola

- Gaz yo quería ayuda y tu me la ofreciste, solo quiero saber que es lo que me sucede - se escuchaba la voz desesperada del joven de gafas mientras miraba a la chica gótica

- ¿Qué tan dificil es idiota? Es obvio que lo extrañas, extrañas hacer tus estupideces de siempre y ya, ahora cáyate o te cayo a golpes - intentaba calmarse la chica mientras se incorporaba nuevamente en el juego

- ¿Extrañarlo? ¿Yo? Eso es ridículo ¿Cómo rayos vas a extrañar a tu enemigo? - entre carcajadas se escuchaba al agabardinado - Gaz no lo extraño, solo sospecho de sus actitudes ultimamente, son diferentes ... Talvez debería seguir espiándolo pero de forma mas sigilosa, de una en la que ni si quiera el ser mas listo se de cuenta, una en la que ...

- Solo lárgate ya Dib - interrumpió la pelimorada dándole una patada, empujandolo fuera del asiento.

El chico solamente se levantó, sacudió su gabardina y tomó su charola con su comida. Caminó muy decidio hasta llegar a la mesa donde se encontraba Zim, en el trayecto fué ideando su plan y como iba a ejecutarlo, planeaba ser su amigo y ganar su confianza para de esa forma poder descubrir sus planes malévolos.

Se paró del lado contrario al alien, quedando frente a frente con el invasor, pero este ignoró su presencia. Sin decir una palabra, el chico solamente tomó asiento poniendo su bandeja sobre la mesa, fue en ese momento en el que el chico verde se dignó a mirar aquella bola de carne y huesos.

- ¿Qué es lo que quieres gusano apestoso? - se escuchaba la peculiar voz del alien mientras inspeccionaba con la mirada lo que había sobre la charola del chico

- ¿Uh? ¿Qué? ¿Acaso no puedo sentarme en esta mesa? - dijo en un leve tono divertido

- De echo no Mono-Dib, esta mesa está totalmente restringida para cualquier gusano terrícola, solo Zim puede dar uso a esta mesa

No te amo, pero eres MIO (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora