No te amo, pero eres MIO (PAUSADA)

Aún no has respondido mi pregunta...

ASI ES INVASORES MIOS

COMO SI ESTE CAPITULO NO PUDIERA SER MAS PINCHES LARGO, VIENE CON DOS NOTAS
UNA AL INICIO Y UNA AL FINAL

Esta nota es corta realmente, es solo para dar un previo aviso que

EN ESTE CAPÍTULO HAY HARD
LEMON
+18
COMO QUIERAN LLAMARLO, ASÍ QUE SI NO QUIERES LEER ESTA CLASE DE
CONTENIDO (que sabemos que si quieren invasores pervertidos) TE RECOMIENDO
SALTARTE TODA LA PARTE QUE SE ENCUENTRE EN NEGRITAS (que es casi todo el final del capítulo)

Ahora sí, sin más que interrumpir
QUE VENGA EL CAPÍTULO

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A la mañana siguiente, el gótico se levantó de su cama muy a rastras, con el cansancio a piel de flote. Había mucho ruido en la casa, más del usual por las mañanas, aparentemente la pelimorada ya estaba despierta y alistando se para partir. El mayor tomó sus gafas y las posicionó en su lugar para después observar el despertador, notando que era demasiado temprano, bueno, treinta minutos para ser exactos.

Extrañado se levantó y bajó las escaleras somnoliento mientras observaba a la gótica guardar una pequeña carta con una caja en el interior de su mochila. El mayo sonrió pícaramente sin ser notado por la chica.

- ¡Por saturno! Se ve que llevas mucha prisa ¿EHH? - hablo recargado en la pared de las escaleras haciendo que la contraria se sobresaltada un poco pintandose levemente de carmín.

- Eso no te importa - respondió intentando actuar lo más natural posible a lo que el mayor solo río un poco para subir nuevamente las escaleras y comenzar a alistarse para las clases

Por su parte la gótica tomó su mochila y se dispuso a salir rumbo a la eskuela sola para poder tener el tiempo suficiente para dejar la carta sin ser pillada. Durante todo el trayecto se puso a pensar en miles de posibilidades que resultarían de esa acción, idea a y organizaba qué es lo que le diría a Sam en cuanto le llegara la carta... ¿Cómo reaccionara en cuanto sepa que es suya?

Mordía levemente su labio preocupada, lo único que deseaba era no estar presente cuando la pelirroja leyera la nota, además de ser vergonzoso, podría ser incómodo de muchas maneras así que aprovecho a idear un plan para huir en cuanto la entrega se hiciera.

Ya estando dentro del establecimiento, frente a aquella urna con decoraciones cursis, se tomó el tiempo suficiente para que los pocos estudiantes que estaban presentes no le prestarán atención esperando el momento perfecto para dejar el paquete y partir sin dejar rastro alguno más que unos taconeos firmes que se alejaban del lugar.

Pasaron pocos minutos para que la gente comenzará a inundar los corredores y que la urna se llenará a tope una y otra vez.

De entre el gentío se podía escuchar la voz malhumorada y engreída del invasor, quién siendo acompañado por el de gafas intentaban abrirse pasó entre todos.

- ¡Muevan su apestosa carne grasosa y maloliente del camino! ¡De mí camino! - gritaba el pigmeo mientras tiraba golpes y zarpazos a todo aquel que obstruyera su ruta

El de gabardina sólo lo seguía sin hacer comentario alguno, generalmente le causaba gracia verlo en ese estado de ánimo e intentaba calmarlo, pero ahora estaba de acuerdo con lo estresante que era pasar por ahí.

Una vez librando la multitud al llegar a un pasillo no transitado se vio como el irken sacudía su túnica y acomodaba su peluca mientras el humano sólo se sonaba la nuca por el estrés.