No te amo, pero eres MIO (PAUSADA)

Aún no, pronto.

- Vamos Gaz no es tan mala idea

Se escuchaba al de gabardina hablar mientras se encontraba en la habitación de su hermana moviéndola de su lugar bajo las sábanas de su cama mientras está solo soltaba gruñidos molestos

- Déjame en paz idiota, aun no quiero salir... Además, sabes que es probable que ella esté ahí - respondió la misma cubriendo su cuerpo hasta la cabeza

- Esto te hará bien, lo prometo, te ayudará adelantando horas de créditos, además que cuando tienes el corazón rot...

- ¡Cállate Dib!

El mayor dio un suspiro algo cansado y la miró nuevamente algo comprensivo, pero a su vez serio

- Distraerte no te haría nada mal, solo piénsalo, me voy en 30 minutos en cuanto llegue Zita

Dicho esto, salió de la habitación tenebrosa de la chica y regresó a su cuarto a terminar de guardar unas prendas en una especie de maleta negra que estaba sobre su cama

Ya habían pasado ciertos días desde que su relación con el irken se había formalizado, siendo días normales, pero de cierta forma más alegres de lo usual, sus rutinas eran las mismas de forma general ya que nunca faltaba una extravagancia del verdoso o una estupidez del humano, pero nada fuera de lo común.

La relación con Zita no había cambiado en absoluto como el chico llegó a pensar, al contrario, se mantuvo igual que siempre, bromeando y burlándose uno del otro de vez en cuando junto al resto de los chicos de su grupo.

Esto sacaba al invasor de sus casillas ya que no había paciencia suficiente en su der como para soportar a más de un humano junto a él, pero hacía su mejor esfuerzo por su ahora novio.

Por otra parte, la chica Membrana no corría con la misma suerte, a diferencia de su hermano, ella intentó apartarse lo más posible de los que solían juntarse con ella, dejó de asistir a las prácticas de la banda, ya no almorzaba en la cafetería, ni salían juntos sin importar cuanto insistiera el chico de cabellera verde. Sabía que se sentiría incomoda y que las cosas en el grupo podrían ponerse tensas, cosa que no estaba dispuesta a soportar.

Pasaba toda la tarde en cama o jugando videojuegos de mala gana, bueno, peor gana a la que usualmente tenía, motivo por el cual su hermano estaba totalmente preocupado ya que ni si quiera tenía ánimos para molestarlo.

En eso, una llamada llega al celular del chico, este atiende de inmediato descubriendo que era de su mejor amiga

- Hola chico emo ~

- Hey! ¿Qué tal Zita? ¿Qué sucede?

- Nada~ sólo hablaba mientras camino a tu casa... Y bien, ¿Van a venir?

- Zim rechazo rotundamente mi propuesta y mis mil súplicas, dijo que tenía trabajo por hacer... En cambio, Gaz solo se rehusó a ir - Sacó un suspiro siendo correspondido por la chica al teléfono

- No te preocupes Dib, ya podrás ayudarla otro día... En cuanto a Zim, así podremos jugar bien sin tener sus ganas de matarme encima de mi

- Pero son 2 días Zita, me da pendiente que ese idiota se quede solo en la ciudad por 48 horas

- Dib es un campamento de créditos, todos los de nuestro grado debemos hacerlo, aunque quizá Zim quiera hacerlos el próximo año

El chico negó por lo bajo mientras terminaba de arreglar sus cosas y se despedía de la chica para colgar la llamada.

A los segundos minutos después, la puerta sonó y el agabardinado bajó a atender dejando pasar al interior del hogar a aquella chica de cabellos lilas