Membrana contra Membrana

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-¡Corriendo! ¡Rápido! ¡Muevanse todos!

Se escuchaba a una voz masculina con un porte muy autoritario, proveniente de un hombre cuyo aspecto físico daba a entender que era una persona muy atlética y condicionada.

Frente a él estaba la cancha desaceada de siempre con un grupo de alumnos siguiendo sus ordenes, estos se encontraban corriendo por los alrededores del circuito, todos iban a una velocidad considerable, o al menos la mayoría de ellos ya que, por alguna parte del recorrido estaba un pequeño grupo de lentos.

Este pequeño grupo se podía ver conformado por personajes amm... Muy característicos...

Se encontraba un chico joven, pero su apariencia fisica dictaba la de un hombre de edad muy mayor, su piel estaba muy arrugada cual pasa y sus cabellos eran totalmente blancos mientras que su voz se escuchaba quebrantada. Otro de los integrantes era un chico algo bajo, de piel morena y cuerpo robusto, pero lo que lo hacía extraño era que el siempre decía tener dedos unidos cual pescado,este chico corría junto a una joven de cabellos guindas recogido en tres coletas y unos braquets sobre sus blancos pero desalineados dientes. Entre otros personajes más.

Pero indudablemente el que lideraba ese grupo de chicos no era nadie más que el mismísimo alienígena de baja estatura, el cual reflejaba una gran concetración en seguir las palabras del hombre al momento de dictar las órdenes.

En eso se vió a un grupo de larvas humanas ligeramente mas jóvenes entrar por las puertas del gimnasio, al parecer era ese incómodo día en el que los alumnos de secundaria pasaban un día junto a los mayores para ver las clases. Desgraciadamente este era el salón de la chica Membrana gótica, quien solo era un año más joven que su hermano.

Los jóvenes de menor edad fueron ordenados a hacer las mismas indicaciones que los demás alumnos, corriendo el mismo circuito.

El joven Membrana era de los más veloces de todos, siempre iba a la delantera de todos, pero en esa ocasión parecía que se estaba luciendo. De cierta forma estaba presumiendo su habilidad en este deporte más cuando su camino se cruzaba con el del invasor.

Siempre que pasaba justo por donde el enano, volteaba hacia atrás lanzándole una mirada de incitación y una sonrisa ladina, para después volver a mirar hacia el frente y correr más rápido esquivando a todo el que estubiera en su camino, para volver a cruzar sus recorridos y hacer la misma acción.

El alien solo alzaba una ceja y entrecerraba los ojos cada que el chico cabello brea lo miraba de esa forma tan peculiar.

- ¡A descansar bebitos! ¡Recuperen el aliento!

Todos pararon de inmediato, con respiraciones agitadas apoyados sobre sus rodillas, mientras el joven Membrana solamente se dirigió a un lugar de las bancas, sacudiendo su guadaña mientras bebía un poco de agua para después proceder a limpiarse el sudor, con una pose y respiración tan tranquila que hacía parecer que la clase solo era un juego para niños.

Por el fondo se escucharon unos cuantos suspiros de chicas mientras una de ellas mordia levemente su labio inferior inspeccionando al chico de gafas, pero la atención del chico no estaba sobre ellas sino sobre un ser ligeramente ... verde, el cual acababa de terminar de dar su última vuelta mientras recuperaba un poco su respiración.

Acto seguido el profesor comenzó a dividir a los alumnos en diversos equipos, con los cuales iban a realizar algunas actividades en diversos deportes.
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1- Volleybol

Ya habían transcurrido algunas cuantas partidas en la cuales quedo instantaneamente eliminado el equipo de Zim, ya que parecía que apropósito crearon ese equipo con los menos deportistas.

No te amo, pero eres MIO (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora