Capitulo 10, yo te esperare!

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Llegué a mi casa malhumorada por todas las clases, tenia que hacer tareas y estudiar para un examen de sociales.

Todavía no podía parar de pensar en lo que me había dicho Scott, me estaba dando un dolor de cabeza, sus palabras retumbaban en mi mente.

Las analizaba cada vez para encontrar el rastro de mentira, pero simplemente me era imposible, no tenían nada de mentira sus palabras, eran verdaderas, todas y cada una de ellas.

- Ey! Emma quieres salir hoy?- Cody dijo mientras entraba a mi cuarto y analizaba mis cuadernos.

- Como ves, tengo mucha tarea que hacer!- le dije girando sobre la silla rosa con ruedas de mi escritorio mientras jugueteaba con un lapicero color azul en mi mano.

- Vaya que si! Bueno será mañana hermanita, nos vemos!- se despidió dándome un beso en la frente.

- Chao, te quiero!..... Y gracias!- le dije recordando la paliza que le había dado a Mike.

- Te quiero igual! Ah, si! De nada ese tipo se lo merecía!- me gritó mientras oía sus pasos bajando por las escaleras a un ritmo apresurado.

Decidí terminar mis deberes rápido para poder bajar a escuchar música.

Bajé apenas terminé todo.

Revise mi pila de CD's y encontré PRISM de Katy Perry.

Puse Dark Horse y le subí al volumen, estaba sola en casa, mama estaba trabajando y Cody se había acabado de ir.

Me acosté en el sofá negro en forma de L y cerré mis ojos para relajarme mientras escuchaba la música.

DRING!

El timbre de la puerta sonó, tal vez eran uno de esos fastidiosos vendedores, que quieren venderte sus porquerías a todo costo.

Me acomode mi short rosado, algo corto, que no me importaba por que era solo para estar en casa, traté de bajármelo lo mas que pude.

Ajuste mi top negro que me llegaba hasta el ombligo y caminé hacia la puerta principal fastidiada.

Suspiré y abrí la puerta de golpe.

Sin mirar empecé mi discurso.

- No, no quiero lo que sea que usted está vendiendo, y no, no va a convencerme de comprar sus porquerías!- dije apoyada a la puerta con los ojos cerrados.

- Ehm, te gustaría saber lo que vendo, mi virginidad de seguro que no, ya la vendí hace rato!- dijo una voz familiar riéndose.

Deje de apoyarme en la puerta y abrí los ojos, Scott estaba en la entrada vestido todo de negro con las manos en los bolsillos.

Su sonrisa me enloqueció, y su cabello despeinado bailaba al ritmo del viento.

- Ah, eres tú!- dije haciéndome la fastidiada pero realmente mis cachetes se encendían de un rojo intenso por la vergüenza.

- Te vez linda ruborizada- dijo sonriendo.

- Que haces aquí? Como carajos sabes donde vivo?!- le pregunté sorprendida.

- Tengo mis fuentes!- dijo guiñándome un ojo.

- Largó!- dije cerrando la puerta.

Un brazo aguantó que cerrara la puerta de golpe.

- Tenemos que hablar!- dijo serio.

- No, no tenemos, hablamos esta mañana, te acuerdas? O también dejaste que tu memoria se fuera?!- le dije fulminándolo con la mirada.

Enamorada del chico erróneoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora