Capitulo 1

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Si quieren miren el video para "ubicarse" y tener una idea de la casa. No estoy segura de que sea su casa de verdad, pero yo me voy a basar en el video que es lo más cercano a la realidad que tengo.

Estaba en mi habitación sentado sobre la cama con uno de mis trabajos por la mitad en mi regazo. Mi habitación era pequeña y sumado su escaso tamaño a que estaba extremadamente desordenada, terminaba siendo claustrofóbicamente minúscula. Le eché un vistazo a mi alrededor y era un caos  total, cerca de la puerta había una pila de ropa, la gran mayoría mal dobladas y otras sin doblar en absoluto, en la puerta tenía una toalla colgada, y mi cama estaba totalmente revuelta con una de las almohadas en los pies de la cama, tendría que ordenarla en algún momento.

Me levanté y fui al baño, al salir vi a una chica parada en las escaleras frente al corredor que daba a la habitación de Remington mirando al suelo con una expresión triste en los ojos, parecía bastante atractiva de perfil, quizás no tan bella, tenía la nariz recta y fina, sus labios parecían bastante carnosos y grandes, sus ojos eran almendrados y de un color extraño entre el café medio rojizo y el verde aqua con unas pestañas largas y oscuras bordeándolos, las cejas largas y con un arco poco pronunciado le daban un aire severo a su rostro, los pómulos eran grandes y algo sonrosados, pero el izquierdo se veía interrumpido por la línea de una cicatriz que lo dividía a la mitad dejando su rostro con un aire rebelde y salvaje, su cabello de una mezcla de color castaño con un brillo rojo fuego y dorado estaba recogido en una coleta alta y caía en una cascada abundante de risos hasta la cintura. Su cuerpo estaba bien proporcionado y con las curvas correctas y en los lugares correctos, era bastante alta, quizás un metro setenta y cinco, bastante esbelta y atlética, sinceramente era rara, pero interesante. No tuve tiempo para siquiera abrir la boca cuando ella ya había bajado las escaleras. Intentando no darle mucha importancia entré a mi habitación a terminar mi trabajo, pero la curiosidad me carcomía por dentro.

Había pasado casi media hora y seguía en blanco, y con la curiosidad a flor de piel por saber quién era aquella chica. Ya sin poder aguantarme me levante de un salto y bajé las escaleras como un viento. Al pasar pude ver como Remington salía de su habitación adormilado. Cuando llegué a abajo vi a Stan en la cocina, como fue al primero que vi, y considerando que era uno de los pocos que estaban en sus cinco sentidos desde hacía un par de horas, fue a él a quién pregunté.

- Hola Emerson - me dijo

- Hola Stan, oye ¿quién era la chica de hace un rato?- pregunté percatándome de que no estaba e intentando sonar lo más casual posible.

-¿Qué chica? Aquí nadie trajo a alguien. Además si alguien viene, no es por la mañana.- dijo algo extrañado.

- ¿Entonces cómo se explica a la chica que vi en las escaleras?- pregunté empezando a asustarme.

- Solo que entraron sin que nos diéramos cuenta-

-Creo que mejor le echamos un vistazo al las cámaras- dije espesando a preocuparme.

En las grabaciones no se veía a nadie entrar o salir de la casa, no me lo podía explicar estaba sin palabras, yo estaba seguro de haber visto a una chica en las escaleras.

- Muy gracioso tu jueguito Emerson, nadie entró en la casa- dijo un tanto fastidiado. 

- Me voy a mi habitación- dije sin más y subí algo desconcertado y confundido. Al llegar simplemente me dejé caer boca arriba en la cama y me quedé mirando al techo intentando procesar lo que pasó hace un momento. Las únicas posibilidades que habían era que me hubiese vuelto loco, o lo que vi era un fantasma. Me pase casi una hora pensando, decidí que ya era suficiente de pensar y que tenía que terminar el condenado trabajo, cuando me disponía a tomar la hoja escuché cómo Remington me llamaba.

-Emerson ven un momento, necesito tu opinión- gritó desde abajo. Bajé y en cuanto llegue pregunte un poco fastidiado.

-¿Qué necesitas?-

-Buenos días- dijo mi hermano sarcástico- Dale una ojeada a esto a ver que te parece- dijo entregándome un papel con la letra de una canción. Levanté la vista para responderle.

- No está mal, me gus...- no pude terminar la frase. Detrás de Remington vi como aparecía de la nada la misma chica que vi en las escaleras, estaba paralizado y sin habla.

-Emerson ¿estás bien? estas muy pálido- dijo Remington con la preocupación tiñendo su voz.

- Yo... estaré arriba- dije y subí prácticamente corriendo por las escaleras, quería alejarme los pronto y tanto como pudiera de lo que fuera aquella chica. Al llegar a mi habitación cerré la puerta detrás de mi y suspiré apoyando mi frente en ella cuando la tenía cerrada. Cuando me di la vuelta casi me fundo con la pared. Ella estaba parada junto a la ventana, mirándome seria.

- Conque puedes verme - dijo, su voz era ronca y algo grave, además de un tanto atemorizante. Yo no podía mover un solo músculo.

- Tranquilízate, o te dará un infarto. No te haré daño- dijo sonriendo divertida. Chistosa, como no era ella la que estaba aterrada.

- ¿Qué eres?- pregunté encontrando mi voz y la fuerza suficiente como para hablar.

- En realidad ni yo estoy muy segura, creo que soy algo parecido a un espíritu, no creo ser un fantasma ya que técnicamente no estoy muerta, o eso creo, estoy en coma desde hace casi un año.- dijo simpática.

-Si eres, o fuiste una persona ¿Cuál es tu nombre?- pregunté empezando a despegarme de la pared y acercarme. Ella giró su rostro para mirar por la ventana.

-Eso no te lo puedo decir ahora, tal vez más adelante- dijo, parecía un poco nostálgica. Como no dije nada, ella volvió a hablar.- Es agradable tener alguien más con quién hablar que el viejo coronel de las ruinas-

- ¿Qué coronel?¿Qué ruinas?- había llegado a la cama y me había sentado en el medio como si de un indio me tratara.

- Hay unas ruinas de una casa de una casa de principios del siglo XVIII en las afueras de Los Ángeles, el dueño del terreno nunca fue a su propiedad y no tiene ni idea de las ruinas. El coronel participó en la guerra de independencia, murió en combate con 58 años cerca de las ruinas.- dijo para luego volver la vista de nuevo hacia mi.

- ¿No hay más como tú o el coronel?- dije, este tema empezaba a interesarme.

- Si, hay muchos, pro yo y el coronel somos como marginados, todos me detestan por tener la oportunidad de volver a la vida, y al coronel por no pasarse lamentando el estar muerto, en cambio comenta de los vivos y habla de lo que paso estando con vida. Tengo que admitir que no es del todo tedioso hablar con él, es bastante interesante, terminas aprendiendo muchas cosas de lo que paso en todos esos años.- dijo algo nostálgica- tal vez puedas verlo a él también, creo que te va a agradar- agregó con algo de entusiasmo mal disimulado.

-Quizás puedas llevarme a esas ruinas algún día- dije, y la verdad si que me daba curiosidad saber si podía ver a otros y no solo a ella.

-Si estas listo como para romper un par de reglas y meterte en problemas, no me importaría llevarte. Eso si, se educado con el coronel- dijo ya ni siquiera intentando disimular su entusiasmo y alegría. 

Tendría que fingir no poder ver fantasmas en algunos momentos aunque los tuviera delante de mi, sino me tomarían por un loco que habla solo, y tampoco les podría comentar ciertas cosas, y mentir en otras, o terminaría ganándome un boleto directo al manicomio. Tendría que transformarme en un actor excelente en muy poco tiempo.

Valery RedKiss

«El Espíritu de la Chica» (Palaye Royale) (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora