CAPÍTULO 3: BLAIR

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CAPÍTULO 3: BLAIR

Santana y Brittany salían de un lujoso restaurante después de una cita. Era muy tarde ya que se habían entretenido bastante y tenían prisa por llegar al apartamento porque al día siguiente la rubia tenía que trabajar. No era habitual que hicieran esas citas entre semana pero la pareja había estado agobiada por los problemas para conseguir que les dieran un niño en adopción. Incluso habían estado buscando alternativas en países extranjeros porque parecía una mejor opción.

Estaban cruzando un parque muy tranquilo cuando vieron a una joven sentada en un banco, llorando desconsolada mientras rodeaba sus piernas con sus brazos. Tenía una larga melena pelirroja, unos ojos azules intensos y muchas pecas en sus mejillas. Era bastante baja y por su cara parecía que tenía unos quince años. La pareja se miró y se acercaron a ella.

– ¿Te encuentras bien? – Preguntó la rubia. Iba a acercarse más pero su esposa se lo impidió, negando con la cabeza.

– ¿Podemos llamar a alguien para que venga a ayudarte? – Ofreció la morena. La chica negó con la cabeza. – Nosotras no te vamos a hacer daño... ¿Te fías de nosotras? – La joven las miró y asintió suavemente. Fue entonces cuando la latina se acercó a ella y se agachó para quedar frente a ella. – ¿Tienes algún lugar al que ir esta noche? – La chica negó y Lopez se volvió a mirar a su mujer. No necesitaron palabras, la más alta sabía lo que quería y la autorizó. La situación le recordaba a lo que vivió Santana años atrás. La chica estaba sola sentada en un parque a altas horas de la noche. Ella había tenido suerte porque eran ellas las que la habían encontrado. – ¿Quieres venir a nuestra casa? – La joven accedió, cogió su mochila y siguió a Brittany y Santana hasta su apartamento.

Una vez llegaron a la casa, la morena se dirigió hacia la cocina para prepararle algo para cenar mientras la rubia le enseñaba la habitación de invitados que no había sido preparada para el bebé. Le tendió unas toallas y le indicó donde estaba el baño. Le prestó un pijama y la dejó sola para que se acomodara.

Media hora después la joven entraba a la cocina y se sentaba a la mesa. Ella comía una ensalada y pescado a la plancha mientras Santana y Brittany bebían café. Ninguna hablaba, sólo estaban concentradas en sus pensamientos.

– Gracias por acogerme. Mis padres acaban de enterarse que estoy embarazada y me han echado de casa. No tengo lugar al que ir por esta noche. Mañana espero poder hablar con alguna de mis amigas... – Comentó la joven.

– Puedes quedarte aquí mientras lo necesites. ¿Cómo te llamas? – Dijo la rubia.

– Soy Blair.

– Yo soy Santana y ella es mi esposa Brittany. Yo pasé por algo parecido a lo tuyo. Mis padres me echaron de casa cuando se enteraron de que soy lesbiana.

– ¿Por eso me habéis ayudado? – Preguntó la chica.

– No quería que te pasara lo que me pasó a mí. Jamás me lo habría perdonado. – La latina se levantó y dejó su taza vacía en el fregadero, dándoles la espalda a las otras dos.

– ¿Qué te pasó? – Quiso saber la pelirroja.

– Me violaron. – Le respondió la morena sin darse la vuelta. La joven abrió los ojos muy sorprendida.

– Lo siento. – Dijo ella.

– ¿De cuanto estás? – Lopez preguntó y se volvió con una triste sonrisa.

– Ocho semanas. – Informó Blair.

– ¿Y el padre? – Cuestionó Brittany curiosa.

– No sé quién es. Lo conocí en un bar al que entré con identificación falsa. – La joven agachó la mirada.

– Nosotros no te vamos a juzgar. – Susurró la actriz mientras ponía su mano bajo la barbilla de la chica y elevaba su cabeza suavemente.

– Gracias. – Dijo ella.

– ¿Has pensado qué vas a hacer con el bebé? – Quiso saber la más alta.

– Yo no me lo puedo quedar. Me gustaría encontrarle una familia que le vaya a dar lo que yo no puedo.

El matrimonio se miró. Si ella las eligiera... Si ella quisiera que se encargaran del bebé... Sería algo perfecto. Podrían comenzar a formar esa familia que tanto deseaban. Además de que podrían ver como ese niño o niña crecía en el vientre de la joven, sentir las patadas que daría, cantarle a la tripa hinchada...

– ¿Estáis bien? – Preguntó la joven al ver la cara de las otras dos mujeres.

– Si, claro. – Respondió Pierce con una sonrisa. – Será mejor que nos vayamos a descansar.

Al día siguiente, las tres desayunaron juntos. Blair hizo una llamada por teléfono a una amiga y la madre de ésta dijo que se encargaría de ella. Así que una hora después, llegaron a buscarla. Las chicas no se habían atrevido a proponerle a la menor hacerse cargo del bebé y pensaron que no volverían a saber nada de ella.

Los siguientes días fueron una tortura para ellas. Las pocas agencias que les quedaban por mirar no querían darles un bebé y los trámites para adoptar en el extranjero eran largos y costosos. Santana llegó un día con varios folletos de una clínica que se encargaba de organizar la búsqueda de un donante de semen. No era lo que querían, pero debían ser realistas y pensar que tal vez podían encontrar un hijo de otra manera. Pero eso comenzó una nueva lucha. ¿Cuál de las dos quedaría embarazada? Una de las dos sería la madre biológica del niño y eso provocó una discusión entre ellas. Brittany quería una niña con melena morada, rasgos latinos y una mirada profunda mientras Lopez quería un niño con ojos azules hipnóticos y unas adorables pecas en sus mejillas.

Las cosas para ellas nunca habían sido fáciles y era claro que ser madres no iba a ser una excepción. Se habían acostumbrado a luchar por lo que querían y no iban a dejar de hacerlo por nada, al menos mientras tuvieran a la otra a su lado. Porque por separado eran fuertes, pero juntas eran invencibles. Porque se amaban y habían aprendido el valor del esfuerzo.

Si Quiero Seguir (Brittana girlxgirl)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora