CAPÍTULO 4: UNA NUEVA ILUSIÓN

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CAPÍTULO 4: UNA NUEVA ILUSIÓN

Santana estaba en casa leyendo guiones para elegir qué hacer en un futuro mientras Brittany estaba en el trabajo. El timbre sonó y la latina sonrió pensando que Jessica y John serían la visita. Por eso se sorprendió al ver a Blair al otro lado de la puerta.

– Hola Santana. Me dejé un libro del instituto aquí... ¿Puedo pasar a ver si está? – Preguntó la chica.

– Claro. Pasa. – Lopez se apartó y ella entró. – ¿Quieres que te ayude o algo?

– No hace falta, creo que sé donde lo dejé.

La menor se dirigió a la habitación que había ocupado la noche anterior. Mientras caminaba por el pasillo vio a la asistenta limpiando una habitación que tenía todo lo necesario para un bebé. Era preciosa, con los muebles blancos, una cuna y un baul para guardar juguetes. Las paredes estaban pintadas de un amarillo pastel, suave y armonioso. Se quedó mirando el lugar extrañada. Ella había pasado la noche allí y no había notado la presencia de un niño o niña. Siguió su camino, recogió el libro que se había dejado y retrocedió hasta la salida. La morena la miró con una sonrisa.

– ¿Lo has encontrado? – Quiso saber la mayor.

– Sí... Santana, ¿puedo hacerte una pregunta? – Blair estaba intrigada por lo que acababa de ver.

– Claro.

– He visto que hay una habitación para bebé preparada. ¿Teneis un hijo? – La joven optó por esas palabras porque no creía correcto preguntar directamente donde estaba.

– No, la verdad es que queremos adoptar uno. Aunque nos lo están poniendo dificil. – Comentó la mujer.

– ¿Querríais el mío? – Preguntó la pelirroja, haciendo que la latina la mirara sorprendida porque no se esperaba esa pregunta.

– T-tendría que... Hablarlo con B-Brittany... Es una decisión de las dos pero... Sí, c-claro que sí. – Parecía que la sonrisa de Lopez iluminaría el mundo entero, lo que le dio seguridad a la joven. De repente, la morena puso una expresión seria otra vez. – ¿No quieres saber por qué nos están poniendo dificil el adoptar?

– Burocracia. No me importa. Sé que sois buenas personas y he visto que teneis mucho amor para dar. Sé que cualquier bebé estaría seguro con vosotras y lo unico que me importa es que lo cuideis y lo ameis. Y eso sé que lo vais a hacer.

– Aun así, creo que antes de decidirte por darnos tu bebé en adopción, deberías saber lo que pasó. Mi mujer y yo nos conocimos en un psiquiátrico. Intentamos suicidarnos porque teníamos muchos problemas.

– ¿Cuanto tiempo ha pasado de aquello? – Preguntó la ojiazul.

– Seis años.

– ¿Habeis tenido alguna recaída?

– No.

La adolescente sonrió. Había encontrado a la nueva familia del bebé que crecía en su interior. Sabía que no se arrepentiría de esa decisión.

Los meses pasaban y Brittany y Santana acompañaban a Blair en cada ecografía, en cada prueba y en cada momento de su embarazo. La joven disfrutaba de su ayuda, sus cuidados y su apoyo. Durante muchos momentos pensó que no habría podido pasar por todo sola, pero nunca lo pudo comprobar porque las futuras madres estaban a su lado en todo.

Así pasaron los meses hasta que una noche, el matrimonio estaba en la cama durmiendo abrazadas, como siempre. La tranquilidad reinaba en la casa hasta que la melodía de un teléfono móvil sonó. Rápidamente, la morena se apresuró a responder. Su mujer la observaba mientras escuchaba lo que le decían al otro lado de la línea.

– De acuerdo, en unos minutos estamos allí. Gracias. – La latina se volvió y exclamó. – ¡Está de parto!

Ambas se levantaron y se vistieron para dirigirse al hospital. Una vez llegaron, les dijeron que sólo una podía pasar a acompañar a la menor. Decidieron que fuera Santana porque la rubia no estaba segura de poder mantener la calma y de ser capaz de aguantar las imágenes del parto.

Tres horas llevaba la ojiazul dando vueltas por la sala de espera de la clínica cuando vio a su mujer salir con una sonrisa maravillosa y un bulto envuelto en una manta blanca en sus brazos. Corrió hacia allí y pudo ver por primera vez a su hija. Estaba dormida mientras chupaba su mano cerrada en un puño.

– Brittany, te presento a Elizabeth Susan Pierce Lopez. – Dijo el más bajo.

– Dime que podemos cambiar el nombre. – Susurró la mayor mientras arrebataba a la niña de los brazos de su esposa.

– ¿Por qué? – Quiso saber la menor.

– Lleva el primer nombre por mi madre y el segundo es el mío, el primer apellido debería ser el tuyo. – Informó Brittany mientras se movía para acunar al bebé.

– ¿Quieres que lleve el apellido de mi padre en primer lugar? – Preguntó Santana.

– No. Quiero que lleve el apellido de su madre. Además, olvidas que ese también fue el apellido de tu abuelo. Quiero que lleve el nombre por mí y el apellido por ti.

La morena rodeó a su familia con sus brazos y besó la mejilla de su mujer.

– Está bien. Elizabeth Susan Lopez Pierce.

– Es un nombre perfecto. ¿Cómo está Blair?

– Está bien, se recuperará pronto.

Brittany y Santana se besaron de manera dulce. Lo habían conseguido. Tenían a su bebé. Podían ser madres. Sabían que los problemas no acababan ahí, que tenían mucho que hacer. Educar a una niña no iba a ser facil. Más cuando llegaran momentos como explicarle por qué tenía dos madres y no tenía papá. Pero cada problema se resolvería cuando llegara. De momento, tenían su deseada familia y debían disfrutar de ese momento.

Si Quiero Seguir (Brittana girlxgirl)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora