CAPÍTULO 12: DESPERTAR

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CAPÍTULO 12: DESPERTAR

Dos días pasaron desde que Santana fuera ingresada en el hospital y su estado seguía igual. Brittany apenas pasaba unas horas en casa y siempre eran para estar con su hija con la que incluso dormía. Liz notaba que algo pasaba pero sobre todo extrañaba a su mami. Durante las noches, la niña lloraba y quería a la morena con ella. Eso hacía que la rubia estuviera aun más decaída. No sabía cómo conseguiría criar a la pequeña ella sola. Pero debía hacerlo.

Eran las siete de la mañana cuando el teléfono sonó. Era Rachel, la encargada de pasar la noche en el hospital.

– ¿Qué pasa? – Dijo la ojiazul al responder.

– No lo sé, no estoy segura. Los médicos están con Santana. Tienes que venir. – Dijo la castaña. No obtuvo respuesta ya que Pierce cogió a su hija, la vistió y salió de su casa a toda velocidad.

Al llegar al hospital, le dio a Rachel un beso y dejó que ella cuidara de Liz mientras ella esperaba noticias. Quinn llegó al poco rato porque también había sido avisada por Rachel. La doctora Rose se acercó a ellas.

– Tenemos que hablar en privado. – Las dos jóvenes la siguieron y tomaron su sitio en el despacho. – Santana ha despertado, pero tiene importantes secuelas que os afectan a vosotras. Tiene lo que se conoce como Amnesia Postraumática. Ha olvidado lo ocurrido antes del accidente. Este tipo de amnesia suele ser temporal y Santana recuperará sus recuerdos, pero no podemos dar un plazo. Además de que está confusa y totalmente desorientada. Es algo lógico teniendo en cuenta la fuerza con la que golpearon su cabeza. Debéis tener paciencia con ella y darle información, poco a poco, sin agobiarla.

Brittany entró a la habitación de Santana. Estaba sentada en la cama y una enfermera charlaba con ella.

– Mira, ha venido tu mujer. Ella es Brittany, estás casada con ella. Os dejaré solas. – La joven salió.

– Así que... ¿Estoy casada contigo? – La morena miró dubitativa a la rubia.

– Sí, hace casi tres años. Tenemos una hija que se llama Elizabeth y tiene dos años. – Aclaró la ojiazul.

– ¿Cuántos años hace que nos conocemos?

– Nos conocimos hace diez años. Hace nueve comenzamos nuestra relación. Creo que es demasiada información por hoy. No creo que sea bueno saturarte. ¿Te apetece ver una película?

Eso hicieron, la mayor eligió ver Alicia En El País De Las Maravillas y cantó todas las canciones. Se daba cuenta de que la latina no se concentraba del todo, pero la doctora había dicho que era normal. Poco después entró Fabray.

– Ella es tu mejor amiga, Quinn. – Indicó la ojiazul.

– Ve a buscar a Liz, ya me quedo yo un rato.

Pierce salió del hospital y cogió un taxi. Una vez dentro, dejó que las lágrimas que había contenido durante el día salieran. Su mujer, el amor de su vida, esa persona a la que amaba más que nada en el mundo no la recordaba. ¿Qué haría con Liz? ¿Qué haría con el bebé que venía en camino? Para la menor toda la situación podría ser muy difícil. Era muy pequeña para entender y en cuanto viera a Santana demandaría de su cariño.

Llegó a casa de Rachel y Liz se lanzó a sus brazos. Ella la levantó y la sostuvo apoyándola en su cadera. Luego besó a su amiga y decidió quedarse con ella un rato. Necesitaba desahogarse y utilizó a la más baja para ello. La castaña la escuchó y le dedicó palabras de consuelo.

Por su parte, Santana y Quinn estaban divirtiéndose juntas. La ojiverde aprovechaba para contarle anécdotas a su amiga. No eran nuevas, pero como no se acordaba, para Lopez eran divertidas.

– ¿Y si no os vuelvo a recordar? – Preguntó de pronto la latina.

– Lo harás. Siempre te repones de todo. Ésto no va a ser la excepción.

– ¿Qué has querido decir?

– Tu vida no ha sido fácil. No quiero agobiarte con problemas o malos recuerdos. Pero siempre has salido adelante y has superado todos los obstáculos.

Al día siguiente, dejaron a Santana sola durante un rato. Parecía que todo iría bien pero no contaban con una sorpresa. Mary entró y se sentó junto a la morena.

– Hola cariño. ¿Cómo estás? – Preguntó coqueta.

– ¿Quién eres? – Quiso saber la latina.

– Soy tu novia.

– No puede ser, estoy casada.

– En trámites de divorcio, querida. Aunque no me extraña que Brittany te haya ocultado esa información, no le interesa.

– ¿Qué?

– Nos conocimos y nos enamoramos. Tú estabas casada pero decidiste dejarla por mí. Ahora sólo queda saber con quién se quedará la pequeña Liz. Es tan bonita y tan dulce. Espero que el juez nos la dé a nosotros, que seremos una familia estable y la amaremos y cuidaremos. Pero para eso tienes que apartar a tu mujer y a tu supuesta amiga, que sólo quieren hacernos daño.

– Estoy muy confundida, no recuerdo nada... No sé de qué me hablas... Me está doliendo la cabeza. – Santana se tocó la frente mientras cerraba los ojos.

– Sólo te diré que no voy a rendirme. Te recuperaré.

Mary salió de allí y se encontró con un enfermero.

– ¿Para eso querías que te diera información sobre su estado? ¿Qué harás cuando se de cuenta de que todo es mentira? – Dijo el trabajador del hospital.

– Para cuando recuerde, habré roto su relación con Brittany y sólo le quedaré yo.

Ese era el plan de Mary, quería romper la relación de Santana con su mujer para estar con ella. La pregunta sería si lo conseguiría. En condiciones normales, serían imposibles de separar pero, con Lopez tan perdida... ¿Tenía una oportunidad? ¿Conseguiría su objetivo? Sólo el tiempo lo diría...

Si Quiero Seguir (Brittana girlxgirl)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora