CAPÍTULO 2: DUDAS

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CAPÍTULO 2: DUDAS

La pareja seguía luchando para adoptar a un niño. Todos los lugares que habían visitado les decían lo mismo. No eran lo suficientemente estables para hacerse cargo de un bebé. Eso provocaba que hasta el nuevo optimismo de Santana se tambaleara. Cada negativa les hacía tener dudas de si realmente llegarían a ser madres.

Brittany decidió visitar a Jessica. Le hubiera gustado desahogarse con su mujer pero temía acabar con la fuerza que ella tenía para seguir adelante con la adopción. La ojiverde sirvió café para las dos y se sentaron en la mesa mientras John hacía garabatos en un papel con un lapiz de color.

– ¿De qué quieres hablar? – Quiso saber la mayor.

– ¿Crees que seré buena madre? – Preguntó directamente la menor.

– Claro... ¿Por qué crees que no? – La ojiverde la miró con el ceño fruncido.

– Todos se empeñan en decir lo contrario. – La ojiazul bajó la mirada.

– ¿Crees que yo soy mala madre? – Cuestionó Jessica.

– Por supuesto que no. – Dijo Pierce.

– Que yo sepa, tengo los mismos problemas que tú. – Comentó la ojiverde.

– Pero está Steve a tu lado. – Argumentó la menor.

– Y Santana al tuyo. Yo tengo los mismos problemas que vosotras pero puedo hacerme cargo de mi hijo. No sólo porque tengo a Steve a mi lado. Si él faltara yo seguiría luchando por mi hijo. Nunca dudes de que puedes ser madre. Al contrario, creo que seríais maravillosos. Santana le dará a sus hijos todo el amor que ella necesitó y no tuvo durante su adolescencia. Tú serás con ellos como tus padres lo fue contigo. Tuviste un gran ejemplo.

– Aspiro a ser la mitad de buena que ellos.

– Lo serás.

Cuando llegó a casa, se encontró a su mujer leyendo el guión de una obra de teatro en la que podría participar. Se dedicó a observarla. Sabían que en el momento en el que llegara el bebé, sus vidas cambiarían. Las responsabilidades les privarían de sus momentos a solas y su tranquilidad.

– ¿Te falta mucho? – Susurró mientras se acurrucaba en el sillón al lado de Santana y apoyaba su cabeza en el hombro de su mujer.

– No – Dijo la morena mientras acariciaba la pierna de la ojiazul. La rubia cruzó las piernas levantándose un poco la falda para mostrar más pierna y así escitar algo más a su pareja.

– ¿Tienes un rato para mí? – Susurró la más alta con voz dulce.

– Todo el del mundo. – Contestó la latina tirando los papeles que estaba leyendo y atacando el cuello de su mujer.

Llegaron al dormitorio ya sin calzado y sin camisetas. Sus manos tocaban el pecho desnudo de su amante mientras besaban con desesperación la boca de la otra. Se tumbaron en la cama, con Santana sobre su esposa. Muy despacio, la morena fue bajando, dejando un camino de besos por el pecho y vientre de la otra mientras con sus manos bajaban la falda y las bragas de Brittany. No lo pensó dos veces y lamió el clítoris de la rubia. Ésta no se esperaba ese movimiento y emitió un gemido agudo. La latina comenzó a mover su lengua mientras dos de sus dedos se introducían dentro de ella y comenzaban a envestirla. La más alta comenzó a gemir y su respiración se volvió irregular y acelerada. La espalda de la bailarina se arqueó mientras sujetaba con fuerza las sábanas y gritaba de placer, indicando que había llegado al orgasmo.

Se volvieron a besar, pero esa vez Brittany dio la vuelta a sus posiciones, quedando ella arriba. Terminó de desnudar a la morena lo más rápido posible, sin separar sus labios. Con su mano comenzó a acariciar la entrada de la más baja antes de levantar la pierna para que los clítoris de ambas se tocaran y comenzó a moverse para darles placer.

– Te amo. – Dijo la rubia justo antes de introducir tres dedos dentro de su mujer.

– Te amo. – Respondió su esposa.

Ambas se movían de manera sincronizada permitiéndoles sentir el máximo placer. Sus caricias, sus besos, sus movimientos estaban destinados a que ambas disfrutaran, sin egoísmo o sensación de tener que satisfacer a la otra sin importar su propio placer. Llegaron al orgasmo a la vez, con sus labios pegados y completamente cansadas por el esfuerzo.

Minutos más tarde, las dos estaban desnudas y abrazadas. Brittany descansaba sobre el pecho de su mujer mientras ésta la acariciaba.

– ¿Crees que seremos buenas madres? – Preguntó la morena.

– Creo que sí... ¿Tú? – Quiso saber la más alta.

– Debo confesar que estoy empezando a tener mis dudas. – Susurró la latina.

– No las tengas, sé que serás una gran madre. – Comentó la rubia.

– Había pensado que tal vez podríamos ofrecerles a Steve y Jess cuidar de John. Así ellos podrían disfrutar de un fin de semana a solas, sin obligaciones e incluso podrían irse a un hotel o algo. Para nosotros sería una buena manera de saber si estamos preparadas para hacernos cargo de un niño pequeño. – Informó la actriz.

– Me parece una gran idea.

Tres días después, Steve y Jessica estaban de vacaciones mientras Brittany y Santana cuidaban de John. El matrimonio pudo cuidar del pequeño sin problemas. Salvo una pequeña rabieta del niño porque quería estar con su mamá, todo lo demás fue bien. Sin embargo, ese episodio sirvió para que la pareja se animara y tomara confianza con respecto a ser madres. Jessica había pasado por problemas psicológicos parecidos a los de ellas y el niño la amaba y estaba realmente bien cuidado y atendido... ¿Por qué ellas no podrían hacer lo mismo? ¿Acaso algo que ocurrió seis años atrás y que estaba superado por parte de ambas podía afectar a su juicio como madres?

Si Quiero Seguir (Brittana girlxgirl)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora