CAPÍTULO 21: NUESTRO BEBÉ

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CAPÍTULO 21: NUESTRO BEBÉ

Santana se encontraba en los ensayos de Grease. Habían ajustado su vestuario y era el primer ensayo general. Todo marchaba bien hasta que una de las ayudantes del teatro entró allí.

– Santana, tienes una llamada urgente del hospital. – Anunció la joven mientras le acercaba el teléfono inalámbrico.

La morena bajó de un salto del escenario y contestó la llamada.

– Soy Santana Lopez.

– Llamo del hospital. Su mujer ha ingresado hace unos minutos. Se ha caído y se ha puesto de parto. Los médicos están atendiéndola. Debería venir.

– Por supuesto. Allí estaré.

Avisó a sus compañeros y le dieron permiso para ir a ver a Brittany. Estaba muy nerviosa. El embarazo se encontraba en su séptimo mes, por lo que podían darse complicaciones. Se esperaba cualquier cosa, la suerte parecía que no estaba de su parte.

Cuando llegó al hospital, se encontró con Jessica que estaba llorando.

– ¿Qué ha pasado? – Preguntó la morena.

Salimos a dar un paseo. Yo estaba pendiente de John y Liz cuando se ha caído. No parecía mucho pero he llamado a la ambulancia. Steve se ha quedado con los niños. En cuanto ha llegado al parque, he cogido un taxi para venir aquí.

– ¿Por qué no me has llamado? – La latina estaba enojada.

Lo he intentado, pero no respondías a tu teléfono y no tengo el número del teatro. Al parecer, Brittany se lo ha dicho al doctor.

– ¿Está consciente? – La menor se sentó en una silla mientras esperaba información.

Sí. La caída no ha sido muy fuerte. Como mucho, habrá sufrido un esguince. Lo malo es que se ha puesto de parto.

– ¿Por qué lloras?

Es mi culpa, tenía que haberla cuidado mejor. Confiabas en mí para cuidarla y te he fallado. – La ojiverde parecía desesperada.

– Los accidentes ocurren. Ya es dificil cuidar a Liz o John solos. Cuando están juntos son casi imposibles. Si encima tienes que cuidar a Brittany... Aun así, has hecho lo que debías hacer. Sólo queda esperar.

La rubia se apoyó en su amiga y se dedicaron a esperar en silencio.

Dos horas después, salió un médico.

– ¿Familiares de Brittany Pierce?

– Somos nosotras. – Dijo Santana mientras se levantaba junto a Jessica.

– El parto ha ido bien. La madre está perfectamente. Le hemos hecho una cesarea y ahora está dormida pero pronto despertará de la anestesia.

– ¿Y el bebé? – Preguntó la morena.

– Está bien. Ha nacido sietemesino y necesitará cuidados extra durante un tiempo, pero aparentemente está bien. Está en la incubadora. Cuando la señora Pierce despierte, podrán ir las dos a verlo.

Santana se dirigió a la habitación de su mujer y se sentó en una silla. Vio a su mujer dormida y le apartó un mechón de pelo que le cubría la cara. Durante un segundo pensó que la había perdido. Sin embargo, ahí estaban. Superando una nueva adversidad. La vida se empeñaba en ponerlas a prueba una y otra vez, como si no hubieran demostrado ya la fortaleza que ambas tenían, tanto juntas como por separado. La rubia se despertó y la miró angustiada.

– ¿Qué ha pasado? ¿Cómo está Will? – La ojiazul estaba alterada.

– Tranquila Britt. Will está bien. Ha nacido ya y está en una incubadora. El médico dice que estará bien. ¿Quieres que vayamos a verlo?

Pierce asintió y la morena llamó a una enfermera. Entre las dos sentaron a la bailarina en una silla de ruedas y se dirigieron a la zona donde estaban los niños prematuros. La trabajadora del hospital les indicó cuál era su bebé.

– Hay estudios que demuestran que si el bebé siente a sus padres se recupera mejor. ¿Queréis sostenerlo un rato?

– Sí, por favor. – Pidió Brittany.

La enfermera ayudó a la rubia a sentarse en una silla reclinable que había allí. Empujaron un poco el respaldo para que la ojiazul quedara un poco recostada. Después de eso, puso al bebé sobre su madre y lo cubrieron con la bata que llevaba la feliz mamá.

– Mi bebé. – Susurró Pierce mientras lo acariciaba dulcemente.

Santana no pudo resistirlo y sacó una foto de los dos. Después de eso, la envió a todos sus amigos. Pronto comenzaron a llegarle las felicitaciones, pero ella no las atendió porque estaba muy ocupada, sentada junto a su mujer y acariciando a su nuevo bebé.

El tiempo pasó y Will mejoraba día a día. Lopez había vuelto al teatro y cuando terminaba iba directamente al hospital a ver a su hijo. Brittany había recibido el alta poco después del parto pero se pasaba los días con su bebé. Liz estaba viviendo temporalmente en casa de Jessica y Steve, pero veía a sus dos mamás todos los días. John estaba ansioso por conocer a su nuevo primito. Quería mucho a Liz pero la pequeña tenía tres años y empezaba a demostrar más interés en cosas típicas de niñas. Aunque había algunos juegos que compartían, no siempre se ponían de acuerdo sobre a qué jugar.

El día en el que dieron el alta al bebé llegó y toda su familia lo esperaba en casa. Santana y Brittany llegaron con Will a su apartamento. Steve tenía en brazos a John y Jessica a Liz, mientras que Rachel y Quinn esperaban tras ellos. Los adultos acercaron a los dos menores para que vieran por primera vez al bebé. Los demás ya lo habían conocido en el hospital.

– Will. – Dijo la niña señalándolo.

– Si cariño, él es Will. – La morena sustituyó a Jessica para sostener a Liz en brazos.

– Ven a jugar. – Pidió la pequeña hacia el pequeño.

– Liz, cariño. Es muy pequeñito, no sabe jugar. – Aclaró la ojiazul.

– ¿Po' qué no? – Preguntó la menor.

– Porque es muy pequeñito. Cuando crezca un poco tendrás que enseñarle. – Le aclaró Steve.

– ¿Po' que? – Liz siguió preguntando.

– Porque eso fue lo que hizo John contigo. Tú tampoco sabías jugar y el primo te enseñó. – Santana intentó terminar con los “¿po' qué?” de su hija, pero fue su hermanito el que consiguió silenciarla con un pequeño llanto.

– Alguien necesita un cambio de pañal. – Susurró Brittany.

– Yo me encargo. – Lopez se ofreció, dejó a su hija en el suelo, cogió al pequeño y se fue a la habitación que habían preparado para el bebé. Los dos menores la siguieron.

La latina puso a su hijo sobre el cambiador y comenzó a desvestirlo. Liz y John se subieron sobre una silla para ver lo que hacía. Cuando la mayor retiró el pañal, los dos niños hicieron gestos de asco y salieron corriendo.

– Se ha hecho caca. – Informó el pequeño a todos los que estaban en el salón.

Todos rieron, sabían que para los dos menores todo sería nuevo. A pesar de que John había visto a Liz cuando era un bebé, ahora era mayor y entendía mejor las cosas. Por otro lado, la pequeña estaba descubriendo el mundo de los bebés y todo era nuevo. Si a eso se le añadía que era de naturaleza curiosa y preguntaba todo, sabían que los adultos tendrían que tener paciencia a la hora de explicar todo lo que la niña quisiera descubrir.

A pesar de todo, la familia se había completado sin problemas. Ni Brittany ni Santana tenían ganas de aumentar la familia. Con todos los problemas que habían tenido con Liz y Will, sentían que habían tenido suficiente. No estaban dispuestas a sufrir de nuevo para tener otro bebé. Tenían a sus dos hijos y eso era todo lo que necesitaban.

Si Quiero Seguir (Brittana girlxgirl)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora