CAPÍTULO 15: AMOR

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CAPÍTULO 15: AMOR

Un mes había pasado desde la agresión y Santana apenas recordaba algunas cosas de su vida antes de mudarse a Nueva York. Sin embargo, eso no impedía que cada día se sintiera mejor al lado de su mujer. Brittany se había convertido en el centro de su mundo. Era ella quien la guiaba en los momentos en que se sentía perdida, sin desesperación, sin reproches, sólo con cariño. No la presionaba en ningún sentido. Estaba dispuesta a recibir el amor que le daba sin cuestionarla y se entregaba en la medida que la actriz la dejaba. No le importaba que unos días quisiera más y otros fuera más distante. No censuraba sus acciones y entendía que sin sus recuerdos no podía ser como era antes.

Sin embargo, en esas cuatro semanas se había dado cuenta de algo. Su humor cambiaba cuando la rubia no estaba junto a ella, sentía que su corazón se rompía en mil pedazos cuando la veía triste y no podía evitar sonreír cuando la veía feliz. Las mariposas que había sentido el día que la besó mientras jugaban con Liz seguían en su estómago y parecía que se habían establecido definitivamente allí. Se habían besado más veces y todas habían sido especiales. Por ese motivo pensó que era el momento de dar un paso. Si lo pensaba, sonaba algo loco... ¿Alguien alguna vez le había pedido a su mujer que fuera su novia? Pero eso era lo que ella necesitaba y sabía que la ojiazul estaría dispuesta a aceptar lo que le iba a proponer.

Aunque sí le asustaba algo. Quería hablarle de lo sucedido con Mary, a la que no había visto desde su conversación en la cafetería donde habían aclarado la situación. Era consciente de que la había perdido pero, en su interior, no se arrepentía de lo sucedido. Seguía pensando que había hecho lo que debía.

Lo primero que vio Brittany al entrar a su apartamento era el salón adornado con velas y flores. Además, una mesa preparada para que dos personas disfrutaran de una íntima y romántica cena. Santana se acercó a ella y dejó un dulce beso en sus labios. La rubia no pudo evitar sonreír cuando sintió esa muestra de cariño.

– Hola... ¿Y Liz? – Preguntó la ojiazul.

– Le pedí a Jessica que se quedara con ella. Necesito estar a solas contigo. Tenemos que hablar. – Respondió la morena.

– Tú dirás.

– Primero... – La latina agarró la mano de su mujer y la acercó a la mesa. – Siéntate.

La más alta sonrió obedeciendo la orden de su esposa. Después, la actriz desapareció y volvió con dos platos en la mano.

– Para empezar la cena tenemos una deliciosa ensalada con manzana y queso.

Pierce sonrió por lo preparada que la más baja tenía esa... ¿cita? Comenzó a comer lo que le había servido y la conversación se centró en lo que habían hecho ese día. Después, Lopez sirvió el plato principal, que era calabacín relleno de atún. Una receta deliciosa y en la que se había esmerado. Después sirvió la tarta de fresas y chocolate que ella misma había hecho. Al servirla, decidió que era el momento de tratar los dos temas que debía exponer esa noche.

– Antes de nada, quiero ser totalmente sincera contigo. Mientras estuve en el hospital, Mary vino y me dijo que era mi pareja y que tú y yo nos estábamos separando. Ese día estaba muy confundida y no le dije nada pero cuando salí me reuní con ella para aclarar todo. Le dije que no la creía pero que si realmente decía la verdad, me esperaría. Se enfadó mucho pero no me importó. No la he vuelto a ver. Sé que mi sitio está junto a Liz y a ti. Siento haber dudado y habértelo ocultado.

Sin embargo, Brittany negó con la cabeza. Dejó que las lágrimas mojaran sus mejillas mientras miraba fijamente a su mujer. No podía creer que, aun sin recordarla, confiara en ella de esa manera.

– Te amo. – Dijo la rubia sin reparo. No le importaba si en ese momento asustaba a Santana. Necesitaba decirlo.

– Yo también te amo. – Respondió la morena sinceramente dejando a su mujer alucinada.

– ¿Recuerdas nuestra historia? – Quiso saber la ojiazul.

– La verdad es que no, pero eso es el tema que realmente quería tratar contigo. Lo de Mary sólo es una necesidad de ser sincera antes de contarte lo que realmente te quiero contar. Este mes hemos estado conviviendo y... Hay algo que he empezado a sentir... Cuando estoy contigo me siento feliz, completa, realizada... No sé como explicarlo. Sé que esto va a ser muy raro pero... Brittany... – La latina se levantó de su asiento y se puso frente a su mujer y sujetó las manos de la otra. – ¿Quieres que seamos novias? ¡Lo sé! – Interrumpió lo que fuera a decir la más alta. – Estamos casadas y somos más que novias, pero yo no lo recuerdo. Tengo la necesidad de hacer esto porque quiero todo de ti. Tal vez el sexo todavía no pero... Quiero todo lo demás y no de cualquier manera. Yo... necesito saber que aceptas lo que hay... Y que eres consciente que, al menos hasta que recuerde, no podemos ser matrimonio estrictamente.

– Santana, acepto todo lo que me puedas dar. Sigues siendo tú aunque no recuerdes. La mayor prueba es lo que has hecho con el asunto de Mary. No has cambiado y mi amor por ti tampoco. ¿Necesitas que volvamos a ser novias? Lo seremos. Lo que sea que necesites para sentirte cómoda. Estoy aquí para ti. – Pierce exclamó sintiéndose el ser más afortunado del mundo... ¿Cuántas personas podían decir que habían enamorado a su mujer dos veces?

La morena rompió la distancia de ambas y se fundió con ella en un nuevo beso. Uno más especial que los anteriores, debido a que era “el primero como novias”, al menos en la memoria de Lopez. Al principio era muy dulce y suave. Sus labios se movían a la vez, como si hubieran hecho eso toda la vida. La lengua de Brittany pidió permiso para colarse en la boca de su mujer. Ésta separó sus labios para que la lengua de la ojiazul entrara para encontrarse con la suya. Ese simple gesto, algo que no habían hecho hasta ese momento, fue suficiente para que la latina se derritiera. Un gemido se escapó de su garganta y sus manos se colocaron en la cintura de la bailarina. Brittany rompió el beso y se separó un poco.

– Vale. Te amo mucho y estoy dispuesta a aceptar lo que me quieras dar sin exigir nada pero... Si vuelves a hacer un ruido como ese te juro que te tumbaré en la cama y te haré mía sin preguntar... ¿Queda claro? – La más alta dijo apuntándola con el dedo pretendiendo ser “amenazante”. A la menor le dio risa.

– Si tú lo dices, ya sé lo que haré cuando quiera que me des placer. – Lopez guiñó el ojo y luego besó la frente de la otra con ternura. – Ahora tenemos una noche para nosotros. Mañana vendrá Liz y volveremos a ser una familia.

– ¿Y qué quieres hacer?

– Quiero que nos besemos hasta que nos sangren los labios. Quiero que nos fundamos de manera que nadie sepa donde empiezan nuestras bocas y donde acaban la de la otra. Quiero acariciarte y sentirte. – La morena dijo suavemente.

– En ese caso... ¿A qué estás esperando?

Tras esa frase de Brittany, las dos volvieron a besarse. Ambas tenían sentimientos diferentes, pero que eran perfectamente compatibles. Por un lado la rubia se sentía especial por ser capaz de enamorar a Santana dos veces. Una cuando se conocieron y otra en ese momento. Sus besos y caricias tenían otro significado... En cualquier otra circunstancia, en cualquier otra vida, sabía que se encontrarían y se enamorarían porque se había demostrado que estaban hechas la una para la otra, sin limitaciones y sin impedimentos. Por su parte, la latina pensaba en lo afortunada que era de tener a la mayor a su lado, amándola y esperando a que estuviera preparada antes de dar algún paso. Mary no había tenido esa paciencia y probablemente pocas la habrían tenido... Tal vez esa era la consecuencia de que realmente estaba enamorada...

Con esos sentimientos, ambas se fueron a dormir. Lo hicieron abrazadas y pensando que, pasara lo que pasase, ellas se tenían la una a la otra y eso no cambiaría... Ni si quiera una amnesia podría contra eso... Nada les impediría estar juntas... Nada.

Si Quiero Seguir (Brittana girlxgirl)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora