Capitulo Cuarenta: Lo Mejor De Mi. (the best of me.)

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La ceremonia empezó.

Y todo estaba a punto de acabar.

El cura empezó a hablar.

— Queridos amigos, ustedes han venido a esta boda para que el Señor fortalezca su amor en presencia del ministro de la Iglesia y de esta comunidad. Cristo bendice abundantemente este amor. Él los ha consagrado a ustedes en el bautismo y ahora los enriquece y los fortalece por medio de un sacramento especial para que ustedes asuman las responsabilidades del matrimonio en fidelidad mutua y perdurable. Así, en la presencia de la Iglesia, les pido que digan sus intenciones.

— Jeon Jung Kook y Min Eva Hyun. ¿Han venido aquí libremente sin reservas para darse uno al otro en matrimonio?

— Sí, quiero. — respondieron ambos.

— ¿Se amarán y se honrarán uno al otro como marido y mujer por el resto de sus vidas?

— Sí, quiero. — volvieron a responder ambos.

— Ahora, unir vuestras manos. — ordeno el cura — Ahora digan las oraciones.

— Yo, Jeon Jung Kook te tomo a ti, Min Eva Hyun, como mi esposa. Prometo serte fiel en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad. Amarte y respetarte todos los días de mi vida.

— Yo, Min Eva Hyun, te tomo a ti, Jeon Jung Kook, como mi esposo. Prometo serte fiel en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad. Amarte y respetarte todos los días de mi vida.

— Entonces, Jeon Jung Kook. ¿Aceptas a Min Eva Hyun como tu esposa? ¿Prometes serle fiel en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad, amarla y respetarla todos los días de tu vida?

Jungkook se quedó callado. Dejando que los murmurios de los invitados resonaran por todo el lugar.

Por un momento, el me miro a los ojos fijamente. Y tan rápido como me miro, su vista se posó en su prometida.

— ¿Señor Jeon? — preguntó el cura.

— Ah... Eh... Sí, quiero.

— ¿Min Eva Hyun, aceptas a Jeon Jung Kook como tu esposo? ¿Prometes serle fiel en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad, amarlo y respetarlo todos los días de tu vida?

Y al igual que él, ella se quedó callada por otro instante. Dejando de nuevo, que solo se escucharan los murmurios de los invitados. Pero en cambio, ella no miro a ninguna parte, solo lo miro a él.

— ¿Señorita Min?

— Ah... Esto... Sí, quiero.

— Si alguien se opone a esta boda, que hable, o callé para siempre. — dijo el cura.

Parecía que ese mensaje iba directo hacia mí.

Me levante de mi asiento, disculpándome en silencio con los invitados que se percataron de mi salida.

Camine por el mismo pasillo donde la novia camino hace solo unos momentos.

Adiós Jungkook...

— ¿Nadie? — siguió el cura —Bien... Entonces...

— ¡¡¡PARA!!!— gritó alguien —Yo me opongo.

El público estaba anonadado por lo que estaba pasando.

No quise girarme.

Quise seguir avanzando.

Tenía que ser fuerte.

Pero unos pasos se escucharon por detrás de mí.

Unas manos me detuvieron, girándome, haciendo que lo observara detenidamente de nuevo con lágrimas en mis ojos, pero también en los de él.

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