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Pov. YoonGi

Al escuchar esas palabras y ver como teníamos a su hijo al borde de la muerte, el Gobernador se acercó al comandante y le susurró algo que nadie logró entender, hasta que seguidamente vimos como tres soldados agarraban a JiMin y lo arrodillaban para ponerle una pistola en la cabeza. Yo estaba apunto de perder la compostura y saltar encima de ellos por atreverse a ponerle la mano encima.

-Si usted piensa, querido Capitán, amo de los siete mares, que se va a salir con la suya está equivocado.

-No juegues conmigo a esto Gobernador, ya sabe que el que más va a perder aquí eres tú.

-¿Me va a decir entonces que no le importa que su tripulante muera? -le rebatió haciendo que uno de los soldados le diera un golpe a JiMin.

Al escuchar y ver aquello le mandé una mirada asesina a mi Capitán y este, como si lo supiera, se giró bruscamente, buscándome.

-Tranquilo -murmuró. 

Intenté seguir la orden que me dio, tomé una bocanada de aire e intenté mantener el control, pero el sonido de los golpes contra el cuerpo de JiMin comenzaron a inundar mis sentidos. Yo no aguantaba más y me uní a JooHeon apuntando con mi pistola a la cabeza del rehén.

-¡¿Qué haces?!- gritó mi Capitán.

- Lo siento Capitán, pero es JiMin...

-Así que vamos con esas... Traigan al pirata aquí delante, ¡Rápido! -dijo con la voz temblorosa.

Los soldados arrastraron a JiMin por el suelo hasta dejarlo en los pies del gobernante.

-¡Traedme una...-

-¡Ahora! - gritó nuestro Capitán como señal para comenzar nuestro plan.

Al escucharlo, JooHeon agarró a TaeHyung y desapareció entre nuestra tripulación para llevarle de vuelta al barco como había decidido Kook. Me dirigí a salvar a mi novio, el cual estaba intentando sacarse las garras del soldado de encima.
Caminé a grandes zancadas hasta él, aprovechando que la mayoría de la guardia estaba demasiado ocupada disparando y muriendo gracias a mis compañeros.

Llegué hasta él, clavando mi espada en lo más profundo de las entrañas del soldado que aun custodiaba a mi compañero. No le di tiempo ni a defenderse cuando cayó al suelo en un charco de sangre.
Liberé a JiMin de su agarre, le quité las cuerdas que le apresaban y le ayudé a ponerle de pie.

- Mierda, JiMin. Estás herido - su cara estaba totalmente magullada, pero aun así lo que más me preocupaba era la herida de su abdomen, la cual estaba mal curada y dudaba que le diera mucho tiempo para seguir viviendo -. Tenemos que curarte, maldita sea. Vamos JiMinnie, ayúdame un poco - dije arrastrándo un poco más su cuerpo. Mi chico apenas podía mantenerse en pie, así que lo arrastré evitando las balas y llevándolo fuera del campo de batalla.

- Y-YoonGi... Tienes... T-tienes que salvarla...- le miré sin entender de quien me hablaba.

- ¿A quién? - le pregunté procurando que siguiera despierto, pero su cabeza no paraba de dar tumbos y sus ojos se cerraban.

- Gladys, la niña... Sálvala. Está... Está aquí en la plaza...

¿Me estaba tomando el pelo? Él estaba medio moribundo ¿ y se preocupaba por una insignificante niña? Escogí al chico más imbécil y blandengue de la tripulación. Aun así le quiero.
Puse los ojos en blanco, pero me dirigí a complacer los deseos del chico. Sin ningunas ganas, todo hay que decirlo.
Busqué con la mirada a la niña, la que se suponía que estaba allí.
Busqué en los montones apilados de los cadáveres, me llevé por delante a algunos soldados mientras seguía buscando a la puñetera niña.

Lo único que mis ojos lograban ver era el suelo teñido de rojo y miles se agujeros en el cuerpo de los guardias. También vi que nuestro enemigo, el Gobernador no se encontraba entre los cadáveres, pero tampoco entre los atacantes. No era tan valiente después de todo.

- ¡Vamos chicos, volvamos al navío! - gritó Kook -. Aquí ya hemos cumplido...

Todos recogieron sus armas y volvieron por donde habían venido, incluso algunos ayudaron a JiMin a llegar al barco. Mi Capitán me miró y se acercó a mí.

- YoonGi, ¿No has escuchado? Vamos a zarpar.

- Sí, sí lo he oído. Pero JiMin me ha dicho que busque a una cría...

- ¿A una niña? ¿Para qué?

- No tengo ni la más remota idea mi Capitán, pero si me lo ha pedido debe ser importante. Además, parecía desesperado por dar con ella.

- ¿Y qué vais hacer? ¿Llevarla al barco? - elevó su ceja y frunció un poco su ceño.

- Si JiMin quiere lo haré.

No me costaba desafiar a JungKook, habíamos crecido juntos, y a decir verdad siempre he sido quien más le ha apoyado en sus horrendos y disparatados planes que por razones que no logro comprender siempre salen bien. Yo mismo lo elegí capitán, siempre le tenía un gran respeto y afecto. Pero cuando de JiMin se trata me daba igual pasar por encima de superiores, ya que mi pequeño siempre sería más importante que nadie. Y si ahora quería tener una cría revoloteando por la cubierta, eso tendría.

- Se lo debo, vamos a buscar a la cría - sentenció Kook antes de comenzar a buscar.

La plaza no era pequeña, pero no había demasiados sitios donde esconderse. Mi Capitán comenzó a elevar los cadáveres, pensé que era algo tonto, pero sabía que no tenía ningunas ganas de hallar el paradero de la niña.

Aun así, yo si que encontré a la niña, y no tardé demasiado en hacerlo. Estaba debajo de la horca, abrazada a sus propias piernas y sollozando​ por la matanza que había presenciado. Cuando me vio, intentó huir de mí por el otro lado, pero yo no tenía demasiada paciencia así que tiré de su pie hacia mí y la saqué de su escondite.

- Eh tú, niña. ¿Eres Gladys? - ella asintió temerosa e intentó soltarse de mi agarre -. Capitán, la encontré.

- Genial, larguémonos  de aquí.

Miró a la muchacha de arriba abajo y no se lo pensó mucho cuando la cargó en su hombro en contra de su voluntad mientras la chiquilla comenzaba a patalear y a gritar en todo el trayecto a la embarcación. 
Si Kook no mataba a la niña lo haría yo como no se callara, pero nada más llegar a cubierta y dejar a la niña en el suelo fue corriendo hacia JiMin, quien estaba sentado en las escaleras aguardando a nuestras llegada.
Los dos se abrazaron. Yo estaba súper desubicado, no sabía a que venía todo esto, pero aun así me acerqué a ellos.
JiMin alzó la vista y  pronunció  un leve "gracias".

El Capitán se acercó a nosotros. - La vais a cuidar vosotros dos, es vuestra responsabilidad, no la mía. ¿Entendido?

JiMin asintió agradecido, pero yo dejé salir un leve gruñido, genial, ahora tenía que hacerme cargo de una mocosa.

- Elevad el ancla, rumbo a mar abierto - muchos de los chicos se pusieron a ello, quitando el ancla y desplegado las velas -.  Bien, traedme al prisionero - dijo Kook poniéndose en medio de la cubierta .

Poco después apareció el prisionero, seguía estando atado, pero sin mordaza. La niña tan sólo verle corrió hacia él y lo abrazó. Parecía que se conocían. Los miré algo desconcertado, y la niña con los ojos infestados en lágrimas me echaba una mirada llena de odio.

- No hagáis daño a Gladys... Dejadla en paz - susurró TaeHyung al Capitán.

- Eso díselo a ellos - nos señaló a JiMin y a mí, después volvió a mirar al chico - Pero yo quiero saber de qué os conocéis - la niña se abrazó más al cuello del muchacho.

- Es mi hermano... - dijo Gladys.

- Vaya, interesante, muy interesante - Kook se agachó hasta estar a su altura -. Muy bien ¿Gladys, no? Convence a tu hermano de decirme lo que quiero saber o acabará muy mal.

Thalassa // K.VDonde viven las historias. Descúbrelo ahora