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Pov JiMin

No sabía si habían pasado días o semanas, había perdido la noción del tiempo dentro de mi celda.
Seguía sangrando, aunque ahora la hemorragia no era tan grave. Cuando me dispararon me llevaron directamente a mi celda, no me curaron hasta que pasó un tiempo y sin yo saber nada me quitaron la bala de mi abdomen, aunque no cerraron la herida.

Soy bastante fuerte para aguantar el dolor físico pero no sabía hasta cuanto tendría que seguir así, eso me preocupaba ya que a cada segundo que pasaba la herida se iba infectando y cada vez que me movía se abría un poco más.

-¡Eh tú! -  dijo mi vigilante-. Levántate.

Hice un intento en levantarme pero no tenía las fuerzas necesarias para lograrlo, por lo que cai al suelo.
El vigilante al ver la escena comenzó a reírse.

-Mírate, ni siquiera puedes mantenerte en pie -dijo abriendo la celda-.  Yo ya te hubiera quitado la vida, no sirves para nada -  dicho esto me levantó y pasamos por varios pasillos hasta llegar a una casa muy lujosa,  deducí que sería del Gobernador.

Me dejó sentado en el suelo de una de las muchas salas que había, alegando que una escoria como yo podría ensuciar una silla.  Estuve un largo tiempo allí hasta que la puerta de mi lado izquierdo comenzó a abrirse lentamente. Para mi sorpresa salió una niña pequeña con el pelo castaño claro, en momentos parecía rubio.

-Hola - dijo acercándose a mí.

No sabía que hacer en ese momento, estaba perplejo por el hecho de que una chiquilla hablara con un pirata sin ningún miedo. O era muy valiente o era muy estúpida.

-¿No hablas?- preguntó sentándose en frente de mí.

-¿Quién eres?

-Soy la hija del Gobernador - al escuchar sus palabras me quedé helado, ¿su hija? No puede ser, el gobernador sólo tenía un hijo. Y ese era Kim TaeHyung.

-¿Su hija? Ja. El gobernador sólo tiene un hijo. Y claramente no eres tú.

-Ya, bueno... - respondió bajando la cabeza-. No soy su hija de sangre, pero él me trata como tal.

Al escuchar como hablaba ya sabía que no formaba parte de un alto rango y si lo hacía llevaba muy poco viviendo como tal.

-Soy la hija de su hermana -siguió.

- Así que el Gobernador tiene hermanos, vaya gracias por la información pequeña - reí mientras me acercaba a ella-. ¿Algo más qué yo no sepa sobre tu maravilloso padre?

- Mató a mi madre - balbuceó.

-¿Qué has dicho niña?- pregunté sorprendido.

-Mató a mi madre y a mi padre porque no los quería, porque mi madre le deshonró casándose con mi padre -sollozó.

-¿Te das cuenta de qué se lo éstas contando a un desconocido?- Asintió-. ¿Por qué me lo cuentas, niña?

-Porque mi padre era como tú.

-¿Cómo yo?

-Sí, era un pirata.

Ahora lo entiendo todo, el bueno del Gobernador mató a su hermana porque se casó con un pirata. Cada vez tenía más ganas de acabar yo mismo con la vida del maldito. El odio a los hombres de mar llevó a matar a su propia hermana y dejando a su sobrina sin progenitores.

Al ver a la pequeña llorar me recordó a una niña que solía cuidar cuando era pequeño y sentí la necesidad de protegerla. Sabía que no era como yo y que seguro que acabaría siendo igual que su actual "padre", pero aun así la abracé pasando las esposas por detrás de su cabeza haciendo que ésta reposara en mi pecho.

Thalassa // K.VDonde viven las historias. Descúbrelo ahora