Thalassa // K.V

√. 019.

Pov JungKook

Llevaba varias horas intentando dormir y poder dejarme llevar por un sueño profundo, que es lo que necesitaba, pero todo sin éxito. No podía descansar sabiendo que mi segundo de abordo ya no se encontraba aquí. Me levanté de mi cama y acercándome a la pequeña silla situada en una de las esquinas, me abrigué con mi casaca oscura y me dispuse a salir a cubierta.

Una vez arriba me dirigi a la proa y me estiré en la fría y humeda madera, limitandome a intentar disfrutar de la gigantesca luna que iluminaba mi navio.

Llevaba un buen rato disfrutando de aquella paz que se respiraba,con mi cabeza apoyada en mis brazos, cuando empecé a notar una pequeña brisa fría, la cual me recordó la ausencia de mi camisa debajo de mi casaca.

-Sabía que te encontraría aquí - asustado me senté rápidamente al escuchar su repentina voz-. No te agites, JungKook- me tranquilizó con su leve risa, sentándose a mi lado.

-Sólo necesitaba sentir la brisa de la noche- aclaré, intentando encubrir el verdadero motivo.

-Lo sé, pero no querrías que esta aura de la noche te haga mal al cuerpo ¿verdad?- negué con la cabeza y le sonreí levemente mientras él iba cerrando mi casaca-. Desde que eras pequeño siempre te ha gustado venir a la proa cuando el sol se ha puesto para admirar el oscuro cielo. Antes no entendía el por qué de esta afición tuya, hasta tenías preocupado a NamJoon el cual te vigilaba siempre - puso su mano derecha en mis cabellos, despeinandolos un poco, y así ganándose una sonrisa por mi parte. 

-Por eso siempre se dormía en los laureles por las mañanas- deduje, a lo que SeokJin asintió.

-Pero creo que ya se el motivo- tomó mis manos entre las suyas y continuó-. Acudes a la noche para intentar despejar tus malos augurios, tus miedos y tus tristezas. Como lo haces ahora - intentó buscar mi mirada, pero yo evité la suya-. Está bien sentir emociones contrarias a la felicidad, JungKook. Todos las tenemos y no por eso nos escondemos.  Pasaste por caminos difíciles desde tu temprana edad y me siento culpable por no haber estado ahí cuando más lo necesitabas- sus palabras lograron que dirigiese mi mirada hacia la suya-. Pero ahora que estoy aquí... Que ESTÁMOS todos contigo aquí, podemos ayudarte a pasar por tus dificultades.

- Jin, no creo poder volver a ser el mísmo después de haber dejado que uno de mis mejores camaradas, no, que a mi hermano se lo hayan llevado sin que yo moviera ni un solo dedo, sin nisiquiera poner mi vida en riesgo por él. Siempre me ha protegido y ha dado su vida por mí...- mi voz se quebraba a cada palabra que quería salir, no lo soportaba más y acabé derramando mis primeras lágrimas en compañía del que era para mi como un padre.

-Desahogate pequeño, ya has acarreado bastante en tus espaldas- anunció rodeando mi quebrado cuerpo entre sus brazos.

Después de liberar mis tantas lágrimas en el hombro de mi mayor y de que este me ofreciera palabras de ánimo mientras me acariciaba mis cabellos para sosegarme, decidí volver a mi camarote.
Ya más tranquilo, me liberé de mi casaca y al sentarme en mi cama, estornudé.