√. 015.

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[ Capítulo YoonMin,  no afecta a la trama de la historia. Así que si no os gusta os lo podeis saltar.]

Pov YoonGi

-¿No sabéis qué nadie puede entrar aquí? Sólo los permitidos por...-

- JiMin ¿estás bien? ¿te sientes mejor?- le pregunté acercándome e ignorando a la bruja.

Él asintió alzando el vaso que tenía en sus manos para beber su contenido, no sin dejar de mirar con miedo a una Rina enfadada.  JungKook avanzó para llevarse a la bruja a una habitación, quedándonos JiMin y yo solos.

-¿Qué es ese apestoso brebaje que bebes?

-Realmente no lo sé pero me está ayudando a recuperarme - respondió con su mirada fija en el líquido. Cuando él se alzó y dio el último sorbo a la bebida divisé un colgante debajo de su ropa.

-¿Y eso?- dije agarrando la sortija entre mis dedos.

-Oh, ¡no lo dañes!- gritó al ver que iba a arrancárselo  -. Esto me ayuda a seguir con vida, sí no lo tuviera no estaría respirando... -añadió cogiendo el colgante, lo cual provocó que nuestros dedos se rozaran, su cara no tardó  en teñirse de rojo.

JiMin era adorable, era alguien a quien querías proteger pasara lo que pasara.  Una pequeña sonrisa se instaló en mis labios sin permiso.

-Hacía mucho tiempo que no veía tus mejillas sonrojadas - admití alzando mi mano izquierda para tocarle su mejilla.

-Hacía mucho tiempo que no estábamos los dos solos - dijo repitiendo mi gesto.

Sus ojos brillaban y repasaban mi rostro , sentí  sus dedos trazando pequeños círculos en mi nuca. 

Estaba atontado por tal belleza. 

- No sabes lo preocupado que he estado por ti...  De verdad pensaba que te perdía,  JiMinnie...

Bajé  mi cabeza avergonzado,  no quería mostrar mi debilidad  ante nadie y menos ante él.  Se suponía  que era un gran y temido pirata,  de los mejores saqueadores que ha conocido la mar. ¿Qué imagen estaba dando al derramar lágrimas por un mocoso? 

Yo sabía  la respuesta;  estaba dando la imagen de un imbécil enamorado. 

- YoonGi...  Estoy bien,  no ha pasado nada que debamos lamentar  - sus delicados y regordetes dedos comenzaron  a acariciar mi rostro con suavidad,  intentando  que la tristeza abandonara mi cuerpo,  algo imposible. 

Alcé  mi rostro,  encontrándome con aquellos ojos  café  que tan embelesado me tenían.  Acorté la distancia entre nosotros,  y lo que al principio fue un dulce roce entre nuestras bocas poco a poco se fue convirtiendo en algo más lujurioso,  donde mis manos tentaban la bronceada piel del menor  y este reposaba sus manos en mi cuello,  jugando con mi cabello y ejerciendo un poco de fuerza para  profundizar aquel beso tan deseado por los dos.  Me fue arrastrando hasta estar encima de él,  dónde JiMin rodeó  mis caderas con sus piernas acortando la poca distancia que nos separaba y provocando un ansiado roce entre nuestros miembros.  El menor comenzó  a balancearse, mis gemidos chocaron contra su boca.

-YoonGi, por favor... -susurró aun con una sonrisa picarona. 

Descendí mis dedos por el torso de mi amado, topandome con las vendas que cubrían la herida que por poco  lo mata. 
Detuve mis caricias. 

-JiMinnie,  necesitas descansar. Puedo hacerte daño...- poco a poco me alejé  de él. 

Park me miró  sin entender que había  pasado para que el ambiente que estaba tan subido de tono se tornara en uno lleno de preocupación por mi parte. Me alejé y estaba dispuesto a irme a la embarcación , pero algo me lo impidió;  Park estaba agarrando la manga de mi camisa,  haciéndome parar en seco.
No sé cómo  acabé  estampado contra la puerta,  con JiMin colgado de mí  y devorando mi cuello,  dejando lamidas lascivas y mordidas que dejaban la zona a dolorida más una sensación placentera.

"No quiere descansar... "

Me dejé  llevar,  aun pensando que podía herirle,  pero a él no parecía importarle.  Apreté  sus nalgas,  dejando que suspiros de satisfacción chocaran contra mi paliducha piel. 

- Te quiero YoonGi...  - susurró  en mis labios antes de volver a saborearlos. 

Sus manos comenzaron a quitarme la camisa y a desazerse de la suya .

El tacto del menor me hacía  sentir tan bien.  Miles de escalofríos recorrían mi cuerpo a la vez que un cosquilleo molestaba mi estomago. ¿Por qué ? ¿Por qué  estos sentimientos con unos pequeños roces? 

Besé el pecho de Park,  sus jadeos eran tan excitantes , acariciaba mi cabello suplicandome por  más. Mis manos bajaron con prisa los pantalones y la  ropa interior del contrario.  Mis dedos tentaron su dulce obertura,  acariciándola en pequeños círculos, sacando suspiros al menor que aun estaba entre mis brazos.  Acerqué  mis tres dedos a su boca,  y sin apartar sus ojos de los mios comenzó  a chuparlos,  pasando su juguetona lengua por toda la extensión de estos.  Sus mejillas se encendieron  cada vez más,  pero no se detuvo. 
Saqué  los dedos de su boca,  dejando  que un hilo de saliva descendiera hasta su barbilla.  Descendí una vez más hasta la entrada,  tantee el primero,  y sin pensarlo mucho lo introduje. 

Tan caliente y apretado. 

Al principio dejó salir quejas,  aquello le dolía,  pero a medida que los iba moviendo  el dolor se volvió  placer. 

Añadí  el segundo.

Añadí  el tercero.

JiMin no paraba de jadear a ras de oreja , excitandome más de lo que ya estaba. 

Sus manos torpemente  desabrocharon mis pantalones , liberando la dolorosa erección.

- YoonGi... por favor ... Hazme tuyo. 

Alinee mi pene en el ya preparado y deseoso ano de mi pareja,  y de una estocada me adentré en él. 

Un vaivén comenzó  entre nosotros,  todo era tan placentero. Ver a JiMin sudoroso y jadeando por mí.

Sus muecas de placer y su boca entreabierta,  su cabello revuelto y sus ojos vidriosos. 

Una imagen  perfecta. 

Sin dejar de moverme y sin dejar  de escuchar los gemidos de mi niño,  busqué su rostro  y sin más  le besé. 
Mi lengua se paseaba por el interior de su cavidad bucal,  saboreando cada rincón como sí no hubiera un mañana.

Una de las manos de JiMin atendieron su creciente erección, bajando y subiendo , siguiendo el ritmo que marcaba con mis caderas.

No tardó en acabar y poco después le seguí  yo,  llenando su interior. 

Sentí  la respiración  revuelta de Park chocando contra mi mejilla. 

Salí  de su interior,  y al hacerlo toda mi esencia cayó al suelo y manchó los muslos de mi amado mientras él dejaba un gruñido disconforme por la falta de contacto entre nosotros. 

Bajó  sus piernas hasta tocar el suelo con la punta de sus dedos del pie. Reposamos nuestras frentes la una en la otra, quedándonos en aquella extraña pero cálida  posición,  donde de vez en cuando pequeños besos se repartían. 

- Te quiero tanto JiMin...  Te protegeré.  No te perderé  jamás.

*****

Hey; 

Espero que os haya gustado,  en serio mi lemon es horrible. 

Perdón  sí hay faltas de ortografía,  después  revisaré  el capítulo. 

Thalassa // K.VDonde viven las historias. Descúbrelo ahora