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[Presente]

Pov YoonGi

-¡Rumbo a Daejang! - gritó mi Capitán para mi sorpresa después de acabar de leer la carta.

-Capitán, ¿Volvemos a la isla?

-Si, buenas noticias YoonGi, puede que la espera te traiga a JiMin de vuelta - dicho esto se fue dejándome con el prisionero pelirrojo, que parecía estar alegre en su celda al saber que volvíamos a su ciudad.

No acababa de comprender por qué hemos tardado tanto en tomar la decisión de volver. He estado casi una semana entera sin poder estar con JiMin, casi pierdo los estribos.  Yo no me lo habría pensado dos veces y hubiera atacado al gobierno, al fin y al cabo somos más fuertes. 

- ¡Vais a arrepentiros de haberme secuestrado! - Gritó el pelirrojo haciéndome volver a la realidad -.  Volvemos a mi tierra, todos lo vais a pagar muy caro , tenedlo por seguro, ¡Escoria!

-Mira, niño rico - le amenacé tomándole de el cuello entre los barrotes-.   He aguantado todos estos días sin tocarte ni un pelo, pero ahora que sé que mi novio está vivo, no dudes ni por un segundo que todos los vuestros me las pagaréis, empezando por ti.

Me miró con odio y seguidamente gritó algo que no logré entender, pero igualmente elevó tanto su tono de voz que me irritó, por no decir que hizo que su saliva fuera a parar a mi cara. Este tío tenía una manía con escupir que se la corregiría a puñetazos.

- Eres un idiota, niño rico - le estampé su cabeza contra los barrotes de acero que lo tenían preso y vi como su cuerpo se desplomó hacia atrás.










Pov NamJoon

Escuché varios gritos y un fuerte golpe proveniente de los calabozos, así que decidí ir a ver que pasaba. Para ser sincero no me fiaba del segundo de abordo, básicamente  porque era fácil sacarle de quicio, sobretodo si se trataba de algún tema relacionado con JiMin. Si aquel chico tenía algo que ver en el conflicto, YoonGi era capaz de todo. Al Capitán no le gustaría nada que matásemos al hijo del Gobernador ahora que puede hacer el trueque.
Al bajar vi el cuerpo del pelirrojo en el suelo con una marca roja en su frente, estaba inconsciente, y Min se lo miraba con rabia y desprecio. Dirigió su mirada hacia mí y pasó por mi lado.

-Genial, es mejor que lo vigiles tú, eso sí sigue con vida - Susurró mientras subía las escaleras.

- ¡Más te vale no haberle matado Min, el Capitán lo necesita con vida! - le grité mientras veía como su cuerpo desaparecía por la puerta.

Dirigí mi mirada hacia el prisionero. Al principio pensé en abrir la celda y comprobar que respirase pero pude ver que sólo estaba inconsciente, su pecho subía y bajaba, sólo despertaría con un leve hinchazón en su frente.
Decidí quedarme sentado en uno de los escalones, aguardando a que se despertase, cuando de pronto SeokJin apareció tambaleándose.

-Hey, NamJoonie~ - se acercó dando tumbos, al compás de las olas que chocaban contra el casco del barco.

-Hey, agarrate te vas-...

Lo que no me dio tiempo a decir pero si predije se cumplió, se tambaleo hasta caer encima de mí. Bufé fastidiado y mi mayor comenzó a reírse en mi regazo.

-Oye te ves más guapo de cerca, NamJoonie~

- ¿Cuándo pararás de beber?- siempre que bebía pasaban tonterías como ésta, y aunque a mí no me molestarán tanto si que se convirtieron en costumbre este tipo de cosas.

- ¡Nunca! -respondió jugando con mi pelo.

-¿No te has planteado que la vida es más bonita sin alcohol?

-Noo~ - respondió agarrándome de mis mejillas -. NamJoonie es un pirata extraño,  no le gusta beber~.

- Me gusta beber, pero cuando hay algo que celebrar, borracho.

-Pero si estoy borracho puedo disfrutar de momentos como este -dicho esto intentó besarme pero lo aparté al escuchar pasos hacia nosotros.

-¿Qué hacéis ?- preguntó WonWoo sin ganas.

-Besa-... -tapé la boca de Jin antes de que pudiera descubrirnos y respondí por él.

- Nada, q-que está borracho como siempre - reí incómodo.

-Ya... Queda poco para llegar así que prepararos, y al chico también.

-Ahora mismo.

Tiré el cuerpo de Jin al suelo ahora que se encontraba despistado y me dirigí a la celda dónde aun yacía el pelirrojo.





Pov JungKook

Me sentía más tranquilo al saber que JiMin estaba vivo, lo que ahora me preocupaba era cómo iba a hacerlo para sacarlo de las garras del gobierno. Porque aunque fuera un trueque, no tenía ninguna intención y no estaba dispuesto a devolver al chico pelirrojo a su familia. Estos días lo he estado observando mientras dormía y puede que él tenga las respuestas a mis preguntas que el gobierno no quiere responderme. Si lo entrego pierdo una oportunidad de recuperar aquello que me fue arrebatado.

-¡Capitán, falta poco para llegar a tierra !- gritó Shownu desde la cofa.

-¡Muy bien, echad el ancla! -ordené, para la sorpresa de mi tripulación.

-Pero Capitán, todavía no hemos llegado a Rodanrevog. - avisó SeungCheol.

- Lo sé, tranquilos - me dirigí a todos los hombres que se encontraban en cubierta-.  Necesito que todos vosotros estéis atentos a mi nuevo plan.

-¿Plan? ¿Qué plan?- preguntó un JooHeon confundido acercándose.

-Sí, ¿no creíais que iba a ser un trueque normal, no?- dije con un tono burlón -. Atacaron a uno de los nuestros, ni de broma les voy a dejar salirse con la suya sin más. Lo único que tenéis que saber es que, haga lo que haga,  apuntarlos y matarlos a todos - los rostros de confusión comenzaron a surgir -.  Intentad no dejar a ni uno vivo cuando nos den a JiMin. Los quiero a todos muertos - me pausé un momento y medité sobre lo que acababa de decir-. Bueno, a todos no, intentad no matar al Gobernador - todos asintieron.

-¡Aquí está de vuelta nuestro Capitán loco! - Gritó alegre WonWoo.

Sonreí de lado, agradecido por el hecho de que mi tripulación fuera tan disparatada como lo era yo.
Vi como NamJoon traía encima de su hombro al chico, quien parecía desmayado o algo ido, no sabría decir.  Di una seña para volver a navegar hacia la costa.
NamJoon lo tiró al suelo enfrente de mí y escuché una leve queja del pelirrojo a la vez que intentaba liberarse del agarre de las cuerdas que rodeaban sus muñecas.

- Vaya, hola bello durmiente - le dije agachándome -.  Vamos, despierta.

El chico pelirrojo se removió y poco a poco comenzó a abrir sus ojos. Cuando me visualizó se asustó levemente e intentó tirarse hacia atrás, provocando la risa a mis camaradas por lo miedoso que se veía ese chiquillo. Tomé su mentón y le obligué a fijar su vista en mí.

- Me vas a ayudar a conseguir lo que quiero - el chico negó un poco e intentó evitar la cercanía entre nosotros, era inútil.

- N-no me toque.

- Vamos niño rico, hora de ver a tu papá.

Thalassa // K.VDonde viven las historias. Descúbrelo ahora