Por supuesto que te haré daño. Por supuesto que me harás daño. Por supuesto que nos haremos daño el uno al otro. Pero ésta es la condición misma de la existencia. Para llegar a ser primavera, significa aceptar el riesgo del invierno. Para llegar a ser presencia, significa aceptar el riesgo de la ausencia, porque estaría mintiendo que nunca te haré daño, que nunca me lo harás, porque sólo cuando se quiere de verdad, cada día, hasta la cosa más mínima castiga el alma. Pero por supuesto que siempre se toma en cuanta la ausencia cuando de planes brillantes estabas y es claro que todo inició tiene un fin, sin embargo estoy dispuesta a desafiar la teoría de las cargas, y me haré culpable de tus culpas para que cada día sientas calma.
ESTÁS LEYENDO
Siempre marciano
RandomEste libro habla desde la perspectiva de un ser que ve el mundo totalmente distinto a como lo vemos, más allá de una imaginación que navega, se encuentra el escritor, describiendo lo que le rodea en su cabeza de marciano.