No somos, pero somos

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He escrito en tu nombre, y al juzgar de tu expresión al agradecer, podría jurar que algo no estuvo bien, escribo con el valor de equivocarme en lo que veo, escribo con la valentía de luchador, intentando que en cada palabra entiendas lo que en mis silencios he descifrado.
He acumulado versos y párrafos en mi memoria, me gustaría que vieras lo que pienso de ti, quizás así entenderías la forma en que me he paralizado, lo que responde por qué mi piel se me ha enchilado, cuando paso a paso me descubres y te descubro mientras nuestros cuerpos se han tersado; hemos sentido lo frío y lo cálido, hemos divulgado en miradas cuanto sentimiento ha evolucionado y de repente somos evidentes  al entorno que nos rodea, pero que también nos enseña a ser sobrevivientes del amor.
Intencionalmente he analizado tus acciones, quiero saber cuando me necesitas y cuando no estoy en tus planes, quiero saber cuando puedo ser útil y cuando me haz extrañado, quiero entenderte para entenderme, porque no comprendo el cambiar de mi entorno cuando estás cambiando, y sé que he redondeado el fraseo, pero quien podría juzgarme si a tu lado el sentido de lo erróneo es lo indicado.
Hemos sonreído y también llorado, y sé que hemos compartido, pero aún no sé con quién duermo por las noches, aún no sabes a quien abrazas en la oscuridad, aún no somos lo que creemos, pero no tengo prisa, tenemos tiempo para descifrarnos, en lo poco te estoy amando.
No intento dedicarte el tiempo, porque no se dedica lo que ya tiene dueño, no quiero dedicarte versos porque los versos son inadecuados e imperfectos, quiero que veas más allá de la carnalidad de lo que te acompaña; los seres aman con el alma, y he sido suspiro cuando tú mirar no alcanza, quiero verte sonreír, y no me importa si tengo que inventarme un juego, ¿qué tal si juegas a amarme a la antigua? Y yo juego a cuidarte lo que me reste de vida, ¿qué tal si jugamos a correr cuando tengas ganas de alejarte de lo que amas? De ese modo correríamos en direcciones contrarias, y de esa forma cuando estés cansada podrás mirar atrás y me encontrarás esperándote cuando ya te vuelvan las ganas, entonces te llevare de regreso a casa, no importa si te cargo, tengo fuerzas para llevar tus cargas y tirar las mías, de esa forma tendrás calma al despertar al otro día.

Siempre marcianoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora