Siempre marciano

pautas.

Estos son mis acuerdos, y no le llames cobardía, porque es de valientes renunciar a la vida
No cualquiera baja la cabeza y se adentra a la realidad aceptando la muerte como su límite para poder jugar.
No es de cobardes, es de valientes
Porque no es fácil sobre llevar los parámetros que la medicina actual establece como un cruce de manos en la negación a lo que el cristianismo habla como la fe humana.

Y no puedo decir que no estoy asustada, lo estoy, pero quiero afrontar mi realidad, por lo menos está de tantas realidades.
Quizás nadie me entienda y en el momento que mi cuerpo no quiera más, se irá, y es ahí donde solo sabrán juzgarme, pero quiero que me disculpen, pues nadie sabe que decidir no ser nadie, es de valientes, o así lo he aprendido a asimilar dándome fuerza para continuar con este mundo de desmadre.