Si es de hablar, ella sabe conjugar el alma y enudar palabras con un sentido idóneo, algo alocado pero con un enfoque de la raíz al ramizal del alma, así de profunda son sus frases, como si de un sentido extraño, buscase enredar el sentir y del sentir dar saltos sin direcciones contrarias, así quizás en uno de esos brincos terminara en su trampa.
Es una diosa de la vida, un camino sin fronteras, un suspiro y se convierte en reina; al instante, solo piensas en lo hermosa que es su ramizal de primaveras.
Es cautelosa con el tacto, no necesita roces porque es de su mirar que se convierte en un escenario extraño, ella y su sutileza manera de aplicarlo y tú, con esa baja estrategia de negarte justo antes de darte cuenta de su engaño, pero caes, porque es inevitable tan siquiera observarla, su sonrisa tiene palabras, es poesía, es arte, de ese arte que se roba las miradas.
Ella tiene una estrategia al caminar, contonear sus caderas como si marcará un compás, uno de esos que pide ayuda y a su vez pide observar, ella es una diosa hecha humana, un espectáculo de asombrosas formas de contacto, símbolo de delicadeza y fortaleza, de dulzura y grandeza, es momento y tiempo, es lluvia y fuego, ella es teoría que se comprueba tan solo al verla, es una isla desconocida, una playa habitada, es de tanto que de poco se desenvuelve y termina en la nada.
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Siempre marciano
RandomEste libro habla desde la perspectiva de un ser que ve el mundo totalmente distinto a como lo vemos, más allá de una imaginación que navega, se encuentra el escritor, describiendo lo que le rodea en su cabeza de marciano.
