niego y acepto.

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Me gustaría negarme a ella, a su olor, a su voz y su mar, me gustaría negarme a su color y suavidad, me gustaría negarme al suspiro, a su piel canela, al camino y las circunstancias que me unen a ella, me gustaría tan solo dejar de pensarla y de recordarla. Pero, desconsoladamente tengo tantas ganas de tomarla de la mano o de su espalda, de los pies o de su alma y enlazarla con la mía, me gustaría sentirla y besarla, ser parte de lo que se niega y lo que me aterra, alejarla de unas imparcialidades de la vida, de la indecisión del sol ocultándose bajo la nube que moja, de la brisa que choca contra el oído, tratando de explicarme qué es lo que ha sucedido con aquello que te mantenía tan cerca y es de hoy que te mantiene distante, cómo si aceptaras las los argumentos del destino y te negras, simplemente buscas rutas, solo espero no te pierdas, porque tengo encontrarte y que corras buscando nuevamente rutas. estoy tan cansada de despertar y no poder verte, tan solo acostarme y no sentir tu calor, ese calor que me traspasa el alma, te amo tanto que alcanzo a imaginarte para sentir calma, estoy segura que no entiendes de que se trata, pero justo cuando todo está en silencio, es cuando mi corazón toma fuerza y habla.

Me pregunto, ¿si quizás me piensas?, O si tan solo te hace recordar la consciencia al abrir o cerrar tus ojos antes de írte o de volver con Morfeo, si quizás, tan solo quizás estás dispuesta a sentir tu alma.
No sabes cuándo te amo, cuánto te he extrañado, cuánto te he imaginado, tan cerca, como si fuera lo lógico, casi implícito los escenarios en los que he adecuado tu sonrisa para sentir alivio.

Siempre marcianoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora