Una historia, muchas canciones

Bed of Roses

Recuerden escuchar la canción mientra lo leen!

Cuando llegue a casa al día siguiente dije exactamente lo que Samantha me había dicho en un inicio; "lo siento, estaba en el estudio. Las horas se me pasaron y me quede dormido". Luego me fui a la ducha pensando en lo que Samantha me había dicho. Quería que la persiguiera, que la detuviera, y yo nunca lo hice como debía.
Debía hablar con Dorothea esto no podía seguir. No era justo ni para ella ni para mi. Me vestí y baje a buscarla.

-Dorothea tenemos que hablar – digo cuando la encuentro en la cocina.

-¿es ella? – pregunta

-¿de qué hablas? – digo extrañado.

Tenía aquella vieja fotografía en su mano. En la que salía Samantha y yo.

-la chica con la que me engañas – sus ojos comenzaban a inundarse de lagrimas. –y no me mientas Jon porque sé perfectamente que aquella vez que me llamo Richie en realidad te fuiste con ella...

-preciosa... - digo acercándome pero ella se separa. Quería explicarle de buena forma todo.

-¿es Samantha? - pregunta.

-Si – respondo seguro

Ella ríe débilmente -la primera vez que la vimos cantando sabia que la había visto en alguna parte, tu mirada y sonrisa delataban pero no quise prestarle mucha atención. Deje que pasaran los días, luego vi el vídeo cantando, entonces lo recordé. La recordé aquella vez cuando llevábamos recién un año saliendo y ella apareció, recordé aquella vieja foto –me levanta la fotografía- que aun guardas en tu oficina entre el libro de los poemas de Bukowski. Tus ojos brillan y una sonrisa que nunca me has dado se posa en tu rostro cada vez que le vemos...

-Dorothea yo...

-lo confirme cuando fuimos a la feria. –me interrumpe- Como se miraban y sonreían, y el como también se reprimían el hacerlo. La complicidad entre ambos... Cuando bailaron, Jon... Era cosa de sólo prestarle la más mínima atención, entre ustedes aún queda mucho amor...

-yo no quería – confieso – de verdad que no quería, pensé haberla olvidado y superado. Siempre has sido una mujer espectacular, cualquiera sería feliz contigo

-pero no tu ¿cierto? –Me interrumpe -aquella vez que me llamo richie ¿estabas con ella cierto? -

Miro hacia otro lado. Quería mucho a Dorothea y no quería hacerle daño

-respóndeme, Jon –

-si – digo casi en un susurro

-¿y anoche?

-sí pero no como tú piensas. – Me apuro en decir- Un viejo amigo de un bar la llamo al verme borracho y ella fue a buscarme

Dorothea sonríe triste – Borracho por ella, ¿no es así? Porque no puedes quitarla de tus pensamientos – Dorothea me mira - ¿la amas?

Callo unos segundos – no lo hagas – respondo acercándome a ella

-sólo necesito escucharlo, Jon. Porque yo si te amo pero no puedo estar con alguien que ama a otra persona – quito una lagrima que cae por su rostro. -Mis cosas están afuera, me iré a casa de papás por un tiempo - avanza para salir.

-Dorothea yo de verdad te ame y nunca quise hacerte daño – digo arrepentido por hacerla sufrir.

Dorothea sonríe – No, Jon. Tú me quieres, me quisiste, pero no me amas, ni amaste, no como a ella. – Dorothea se acerca- si yo estuviera de esa forma enamorada de alguien no podría estar con otra persona – coloca su mano en mi mejilla– no te odio ni nada, sólo quiero que seas feliz, aunque no sea a mi lado – quita su anillo –después de todo nunca me perteneciste – besa la comisura de mis labios y se marcha.