Sábado, no sabía porque estaba aquí si sólo ayer había venido aquí con Dorothea. Entonces ¿qué hacia caminando entre medio de las diferentes atracciones del carnaval? Quizás aquella pregunta se respondió cuando veo a una sola Samantha pidiendo palomitas dulces. Me acerco y me apuro en pagar antes que ella lo haga.
-no es necesario – dice ella ofreciéndole el billete a la vendedora.
-no me interesa – respondo sonriendo. No podía evitar sonreír al estar con ella.
Ella sonríe y susurra un pequeño "Gracias"
-¿Has venido sola? – pregunto
Ella muerde su labio pensando en que responder, finaliza con un "sí". Me alegraba escuchar eso.
-¿por qué? – digo caminando a su lado con mis manos metidas en los bolsillos de mi chaqueta.
-ni idea – responde con una sonrisa. -¿y tú? – Me mira - ¿viniste con Dorothea?
-no – muevo mi cabeza – salí a caminar y termine aquí – respondo con sinceridad.
Ella me mira y sonríe.
-¿entramos? – pregunto al estar afuera de la "casita del terror" –
Samantha ríe y hecha un puñado de palomitas a su boca.
-vamos, Samantha. No me dirás que sigues temiéndole a estas cosas – la molesto.
Flash Back
-¿y los chicos? – pregunta cuando estamos comprando palomitas
Volteo a buscarlos y no sé encontraban por ningún lado.
-son peor que niños pequeños – digo molesto.
Samantha ríe – el burro hablando de orejas – dice burlesca.
-ey soy bastante maduro cuando hay que serlo – me defiendo.
-como diga señor maduro. Porque mejor no entramos a la "casita del terror" y te dejas con tu madurez – hace comilla con sus dedos.
-no es necesario entrar a eso para que me abraces, cariño – respondo.
Samantha ríe – que idiota - dice dejando un beso en mi mejilla cerca de mis labios para avanzar corriendo hacia aquella atracción. La perseguí corriendo para llegar a su lado y tomarla de la cintura.
Avanzamos por aquel oscuro lugar, cuando de la nada salió un tipo de zombie provocando que Samantha saltara a mis brazos gritando por la sorpresa. Durante todo lo que quedaba de trayecto se fue aferrada a mí, y yo no me quejaba por aquello.
Fin Flash Back
-oh cariño no es necesario que entremos a esas cosas para que me abraces – dice ella en una exagerada imitación mía.
Río – sólo no saltes a mis brazos esta vez – me burlo avanzando.
Íbamos caminando por aquella casita del terror cuando aparece una mujer asustándonos. Samantha ha saltado asustada botando algunas palomitas de su balde.
Río por aquello – puedes tomarme el brazo si quieres – susurro en su oído.
La siento tensarse.
-no es necesario – responde entrecortadamente.
Sonrío – como quieras – digo avanzando.
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Una historia, muchas canciones
RandomJon y Samantha se conocieron cuando ambos tenían 19 años. Él con el sueño de ser cantante, ella con la idea de recorrer cada rincón del mundo. Samantha estuvo con él hasta que lanzo su primera canción, ya se había quedado demasiado tiempo junto a é...